Narra Sofia
Nos encontrábamos en medio del mar, había pasado un día mas o menos y las vacaciones eran nada mas y nada menos que un crucero en un barco privado, estaba la familia Muller, algunas empleadas, el capitán y mi persona, no teníamos señal y a los Muller no les importaba según me conto Anton estas vacaciones se querían desconectar de todo, los almacenes y bodegas estaban encargadas a sus mejores empleados, en la casa estaba Tomas un señor de confianza de Eliot, en mi mente solo había una persona y era Aria, ¿Cómo estará ella? estaba muy triste por lo que tuvo que pasar, a pesar que siempre quise conocer el mar, mis pensamientos divagaban en ella no imagino todo el sufrimiento que esta viviendo
-Muñeca que tal si te pones el traje y salimos a tomar el sol; hablo Anton entrando al cuarto
-Anton no tengo ánimos de nada, solo quiero estar con Aria; hable desanimada pero a la vez nerviosa su presencia me hacia sentir muchas cosas y la forma en que me llamaba causaba un gran alboroto en mi estomago, no puedo permitir sentir esto, Aria jamás me lo perdonaría me dije a mis adentros
-Sofí estoy seguro que Tomas ya la debió haber sacado de ese lugar y alimentado, créeme ese señor es un alma de Dios; hablo Anton tratando de tranquilizarme-Créeme muñeca ese señor es lo contrario a mi padre, el la cuidara bastante bien; finalizo mientras buscaba en mi maleta un traje de baño para mi, la verdad me sentía muy mal estar en este lugar mientras Aria trataba de recuperarse de tremendo dolor.
-Sofia te pones el vestido que te deje en el baño y te espero afuera, no te demores si no quieres que yo te lo ponga; y diciendo eso salió de la habitación literal fue una orden, sin mas ánimos hice lo que me pidió y salí del cuarto encontrándome que una de las chicas del servicio andaba en bikini muy alegre con Axel, mientras Anton los observaba de lejos con una copa de lo que creo es champagne, me acerque a el un poco tímida tratando de cubrirme un poco, jamás había mostrado tanto de hecho nunca había usado un bikini y me sentía demasiado incomoda
-Muñeca te ves hermosa; hablo Anton atrayéndome hacia el de la cintura y dándome un beso en la mejilla, en ese momento sentí como toda la sangre se acumulo en mis mejillas
-Te ves mas hermosa cuando te sonrojas; esta hecho mas vergüenza no podía tener intente agachar la cabeza tratando de disimular mi sonrojo sin embargo la mano de Anton me lo impidió sentí como nuestras respiraciones se mezclaban y nuestros labios se rozaban, quería tanto poder tocar sus labios, esta vez sentía la necesidad de unirlos hasta que sucedió unimos nuestros labios en un delicado y hermoso beso mordió mi labio inferior lo cual me hizo jadear y aprovecho para meter su lengua, era mi primer beso y se sentía maravilloso, no se que ocurría dentro de mi, era imposible que me pudiera enamorar de mi secuestrador, esto no puede ser se prendió mi cerebro haciéndome entrar en razón y me aleje de inmediato de Anton, no le puedo hacer esto a Aria, ya la traicione una vez no puede ocurrir de nuevo me decía a mi misma, sin mas corrí a la habitación necesitaba despejar mi mente.
No supe en que momento me había dormido solo sentí que alguien me llamaba en susurros mientras pasaban sus dedos sobre mis brazos
-Muñeca es hora de cenar, decía Anton en mi oído, mientras mi piel se erizaba ante su tacto, quise sentir por mas tiempo sus caricias por eso no abrí mis ojos
-No te hagas Muñeca ya se que despertaste pero si quieres que continúe; y todo quedo en silencio, sus manos empezaron a subir por mi brazo hasta el hombro las paso por mi cuello muy delicadamente, fue bajándolas por el medio de mis senos y llego hasta el ombligo, en mi estomago se estaba empezando formar un nudo extraño y quería mas de su tacto, sin embargo Anton dejo sus dedos en mi ombligo obligándome a abrir mis ojos, estaba tan cerca mío que nuestras narices rozaban, mientras nuestras miradas ardían, me deje llevar no se si por el momento o por mi corazón pero me acerque y acorte la distancia entre los dos, estaba nerviosa seria mi primera vez con un hombre y no se si le agradaría, Anton termino de bajar su mano hasta mi zona sensible realizo circulos sobre el vestido de baño, me estaba excitando demasiado tanto así que de mis labios salían gemidos que eran amortiguados por sus labios,
-Lo que mas deseo es escucharte gemir mi nombre, por favor permíteme hacerte mía no solo hoy si no el resto de nuestras vidas; hablo en un susurro y esas solas palabras hicieron que mi corazón martillara con mas fuerza, Anton empezó a quitar la parte superior del sostén mientras frotaba sobre mi, esto era una sensación única, por primera vez desee lo mismo que Antón, y le permití que me hiciera suya todo este resto de día sin importar las consecuencias de mis decisiones.
llevábamos aproximadamente un mes en estas vacaciones y lastimosamente debíamos volver, este tiempo fue lo mejor que me pudo haber pasado, disfrute de la compañía de Anton todo el tiempo, no nos despegábamos para nada, me entregue a el en cuerpo y alma cada noche era una experiencia diferente, pero como todo lo bueno debe terminar la realidad me golpeo muy fuerte al entrar en casa y llamar a Aria verla como me abrazaba y estaba angustiada por mi, mire en direcciona donde ella miraba y mi primera reacción fue apartar la mano de Anton de la mía, no quería lastimar a Aria ella era todo para mi y ya la había traicionado una vez no pensaría hacerlo dos veces y menos cuando se que ya no le queda nada en esta vida.
ESTÁS LEYENDO
Secuestrada y Maltratada
Roman pour AdolescentsEl secuestro no es mas que privar la libertad a una persona o varias por un determinado tiempo; los secuestradores lo hacen por varios motivos como el dinero, la venganza u obsesiones que son disfrazadas de amor; las personas que han sido rescatadas...