Todoroki Shoto, un Alfa de categoría dominante, joven soltero miembro de el equipo de Futbol Americano conocido como UA, a su edad a alcanzado la gloria como Core back de su equipo.
Bakugo Katsuki, un joven omega, practicante en el Hospital Tokio, h...
Katsuki apenas iba abriendo la puerta de su hogar cuando una figura se interpuso en su camino. - Ahora si mi niño, de esta no te escapas. - Buenos días primero que nada, no!- Respondió el cenizo cuando su padre se hizo a un lado para dejarlo entrar.
- Nada de buenos días niño, estoy enojado contigo y quiero explicaciones. - Y de que explicaciones hablas?- Él cenizo solo lo miro confundido, su padre el señor Midorima nunca actuaba de esa forma, normalmente era a Izuko al que regañaba por todo, no a el aunque fuera un vil demonio. - A no sabes?, pues bien te diré, ¿Por qué no me dijiste que estabas trabajando en la U.A.? -Porque apenas empecé, además nunca te metes en mis cosas porque ahora si. -¿Porque?- Exclamo- ¿Por qué se supone que debo cuidarte? - Y lo haces, así que no se porque estas actuando de esta forma. -¿Porque no me contaste de ese maldito doctor y del muchacho con el que estas saliendo? -Porque pensé que no tenia importancia. -Que no tiene importancia, por dios Katsuki, se que nunca me metí en tus asuntos porque confió en ti, pero el saber que un tipo te ha estado fastidiando me preocupa, antes no lo entendía, pensaba que tu padre estaba loco con su paranoia de querer cuidarte y protegerte todo el tiempo, pero cuando te encontré, cuanto te acogí en mis brazos supe que era lo que el pensaba.
Midorima se acerco a Katsuki que lo miraba fijamente y con un gesto de preocupación, lo acerco a el y lo abrazo sosteniéndolo de la misma forma cuando era una cachorro y lloraba por sus padres.
- El sabia de la maldad de este mundo pequeño, y sabia que aunque tu fueras muy fuerte, te desmoronarías ... y no quiero que eso pase, porque se que no volverás a ser tu otra vez. - Eso no pasara papa, el no me ara daño y Shoto jamás pensaría en eso- Respondió Katsuki con su voz mas frágil y abrazando al enorme alfa peliverde que lloraba sobre su cabeza - No tienes de que preocuparte, te prometo que siempre que te necesite, te lo diré.
-Eso espero mi niño, porque sigues siendo un cachorro.
-Hace tiempo deje de serlo- Comento el cenizo mirándolo a los ojos.
-Lo se mi niño... lo se.
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- Ya estoy en casa!- Hablo una mujer de cabello peli verde, extrañandose de que su marido no contestara su bienvenida- Midorima?
La mujer siguió caminando y una vez visualizo la sala de estar noto la presencia de su esposo. - Amor, ¿Que pasa? - Al fin se lo que sintió Masaru cuando tuvo a Katsuki- El alfa la miró de reojo haciendo notar sus ojos húmedos- Siempre pensé que estaba loco, y cuando encontramos a Katsuki pensé que no tendría que preocuparme por novios estúpidos y ese tipo de cosas, ahora se que me equivoque. - Oh, cariño, sabíamos que iba a pasar solo que lo ignoraste. - No pensé que seria tan pronto- Contesto berrinchiando un poco. -Amor, Katsuki ya es mayor, tiene derecho a poder enamorarse y a ser feliz con quien el decida. - Lose, pero aun así es difícil.
-Ya mi amor- La peliverde le sonrió amablemente- Mejor levántate, secate esas lágrimas y ayúdame a ser la comida. El peliverde sorbio su nariz y beso la frente de su esposa, después pasó su antebrazo por sus ojos para poder secar las lágrimas derramadas y posteriormente se levantó del sillón y fue al baño a poder arreglarse.
Mientras tanto la peliverde sonrió e instantáneamente volteo la mirada a la fotografía de Masaru y Mitsuki, los extrañaba tanto, que una lágrima salió silenciosa cuando cerró sus ojos, susurrando al viento "Nuestro niño ya crecio"
