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   Seúl, 8:20 AM.

    El trabajo en la oficina de crímenes se vuelve cada día más tedioso para aquellos trabajadores que buscan seguir los pasos de la mafia coreana. Los orígenes o miembros de las mismas son totalmente desconocidos tanto como para los oficiales, investigadores o ciudadanos en general, y quienes tienen algún dato de utilidad para la justicia suelen callarlo cuando sus opciones se reducen a cerrar la boca o pagar el precio.
Quienes pagan el precio no necesariamente son las personas involucradas; Muchos inocentes han sufrido las consecuencias de algún acto imprudente de algún cliente, siendo el método de pago la vida de algún hermano, hijo, padre, amigo o incluso algún que otro amiguito de cuatro patas.

   Los "criminales", como los llamaban los ciudadanos comunes y corrientes, eran mencionados a menudo de forma anónima en el noticiero de la mañana siendo culpados por alguna desaparición mientras el televidente tomaba una taza de café antes de ir temblando al trabajo esperando no ser el siguiente desaparecido.

     Pero ellos no se hacían llamar a sí mismos criminales, ellos se hacían llamar "Cosa Nostra."
Una banda mafiosa con un nombre que le daba a entender a los civiles que provenían de la mismísima Italia, por lo que por mucho tiempo la justicia ha interrogado a residentes extranjeros o con rasgos europeos, pero la idea no dio resultados.

   La verdad es que era muy difícil seguirles el paso, pues los miembros no eran tontos. Sabían muy bien que hacer, como escapar, como desaparecer a alguien sin dejar rastros, como no ser detectados por ninguna cámara y como no ser vistos al momento de ejecutar a un traicionero.
Muchos han intentado seguir los pasos de la mafia para encontrar su paradero pero ninguno ha tenido éxito y, si ha estado lo suficientemente cerca, acababa siendo silenciado con sus sesos desparramados en el suelo gracias al impacto de una bala.

    Uno de los involucrados ha sido un joven oficial del departamento de investigaciones: el detective Park Jimin.
Un muchacho de alto de 27 años y cabello naturalmente negro actualmente teñido de rubio platinado. Labios bastante carnosos, mirada cálida pero penetrante al mismo tiempo y músculos levemente marcados por su bajo índice de grasa corporal.
El chico, a pesar de su corta edad, ha demostrado ser un trabajador destacable en su ámbito laboral. Solía ser un estudiante ejemplar con uno de los mejores promedios y una notable pasión por su futuro.
Él fue uno de los muchos curiosos que quiso resolver el problema con la mafia más grande de corea, pero abandonó el caso cuando su compañero más cercano desapareció luego de haber estado cerca de descubrir donde se encontraban los miembros que llevaban al cabo tales delitos.
   Hoy en día el detective Park Jimin resuelve crímenes basados mayormente en el asesinato, ventas de drogas o alguna que otra investigación menor. Se ha cansado de oír que su gran capacidad estaba siendo desperdiciada, ya que hasta él mismo sentía que así era, pero el trauma de haber perdido a su compañero fue mayor que la ambición por desenmascarar a un grupo de personas desconocidas. Por el momento prefería mantener un perfil bajo.

   Hasta que su oportunidad llegó.

   La oficina del detective era bastante amplia. Tenía las paredes empapeladas de blanco, un escritorio del mismo color donde apoyaba algunos bolígrafos, clips y su computadora portátil los días que veía necesario su uso.
Tenía una silla de cuero negro donde él se sentaba que era exactamente igual a una que por alguna razón se encontraba apartada en el rincón de la habitación.
Finalmente tenía una gran mesa en el centro del lugar donde solía esparcir papeles al momento de una larga investigación, una pizarra blanca transportable con ruedas y marcadores que utilizaba cuando anotaba datos destacables de algún caso que le haya sido asignado.

  Dos golpes en la puerta de su oficina se hicieron presentes.

—Pase. —exclamó en un tono lo suficientemente elevado como para quien esté del otro lado pueda oírlo.

El beso de la MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora