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La oficina de Odio se encontraba en total tranquilidad mientras el jefe revisaba algunos papeles detrás de su escritorio en su trabajo diario: controlaba pagos, clientes de la mafia, obtenía información y si le quedaba tiempo administraba el casino.
La puerta fue abierta por los hombres de negro dándole paso a Obsesión, quien vestía unos pantalones café rectos, zapatos de vestir negros, una camisa blanca y joyería de marca. En sus manos sostenía un plato pequeño con una taza de café. Jungkook levantó la cabeza ante el repentino aroma de la bebida y sonrió al ver a su esposo.

—Te prepare café. —informa Obsesión con una sonrisa tímida mientras apoya el plato en el escritorio justo en frente de su esposo.

Jeon no recordaba haberlo pedido, sin embargo le resultó un gesto tierno.

L'amore della mia vita siempre tan atento... —suspira el menor— Gracias.

—No hay de qué. —le sonríe Kim escondiendo sus brazos tras su espalda.

—Ven conmigo. —golpea su regazo invitándolo a sentarse sobre él.

El castaño obedece acercándose a su esposo para sentarse sobre sus piernas, de lado a él y sosteniéndose de su cuello para no caerse. Jungkook rodea uno de sus brazos alrededor de la cintura del chico para afianzar el agarre.

—¿Como se siente tu cuellito, amore mio? —pregunta mientras estira su brazo libre para tomar la taza de café y darle un sorbo.

—Mucho mejor. Ya no me duele casi nada, es solo como una pequeña molestia ahora, aunque duele un poco si hago esfuerzos o trago trozos grandes de comida. —responde mientras sus dedos juegan con los cabellos de la nuca de su esposo.

—¿Vida te ha hecho un seguimiento adecuado?

—Si. Ayer por la tarde fui al hospital para que me revisara y dijo que volviera la próxima semana para ver la evolución. Cree que a este paso podría estar completamente curado en una o dos semanas.

—Bien. —otro sorbo.

—Ha sido realmente considerado y cuidadoso. Realmente es un buen doctor.

—Bueno, tu hermano ha terminado su preparación en la mejor universidad del país.

—Gracias a mi cielito —le sonrió—. Aunque supongo que de todas formas sería un buen doctor si hubiese terminado en su otra universidad.

—Vivimos en un mundo que se rige por el dinero y el prejuicio, Obsesión —acabó la bebida con un último sorbo y dejó la taza sobre el plato, tomando la cintura del mencionado ahora con ambos brazos—. Quizá hubiese estado mentalmente preparado, pero si los del hospital hubieran leído en su currículum que era un estudiante becado le habrían puesto más trabas que a un universitario graduado en un lugar de alto nivel, ¿no lo crees?

—Si, supongo que tienes razón...

Jungkook observo los ojos de Taehyung, aquellos ojos de ciervo brillosos que tanto amaba. Su cabello  castaño peinado y ondulado en las puntas. También se detuvo en sus tres lunares: uno sobre su párpado, en la punta de su nariz por encima de la fosa nasal y en la región lateral de su labio inferior, antes de llegar a la comisura. Trazaba una línea imaginaria que unía los puntos como si fuera un plano matemático, haciendo que los tres puntos coincidieran. Para Jeon parecían puestos a propósito, como un detalle que dios le había regalado.

—Eres tan hermoso... —comentó de la nada— El hombre más hermoso del universo y todo el cosmos...

Kim río, sonrojándose como si fuera la primera vez que lo oía decirle ese tipo de cosas.

—Me avergüenzas. —le da un pequeño empujón en el hombro mientras se ríe, provocando que él le sonriera.

—¿Ah si? Pues no te me haces el tímido cuando te hago cumplidos mientras lo hacemos. ¿Debería quitarte la ropa? a ver si así tienes más confianza. —lo molesta a forma de broma, pero a la vez con la doble intención de provocar.

El beso de la MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora