B̶L̶I̶N̶D̶ •||𝑪𝒉𝒂𝒏𝒍𝒊𝒙||•

🦋𝐕𝐈🦋

—Yo lo siento mucho— Sana comenzó a llorar— Fue algo de una noche y no lo quise hacer, ¿podrías ayudarme?

—Y yo en que demonios te ayudaría, no es como si con decirme pudieras arreglarlo.

—Ayúdame a guardar el secreto. Yo estoy segura que él no lo sabe y si no le dices no le hará daño.

—¿Qué garantía tengo de que no lo volverás a hacer? Eso fue muy rastrero, Sana. Recuerda que él es mi mejor amigo y tengo que ver por su bienestar.

—Por eso mismo, yo soy su adoración, imagina que se enterará de algo como eso. Lo arruinaría y no querés ver mal a tu mejor amigo, ¿o sí?

—Si te hace sentir mejor ignorare que esto acaba de pasar, olvidaré lo que me dijiste y por favor evita más problemas, o me veré en la necesidad de decirle todo a Chan.

Sana asintió con ganas y se fue corriendo de ahí.

—¿Pasa algo?— saltó en su sitio al escuchar la voz de Chan.

—Sana me... Preguntó cual es tu pastel favorito, ¿su aniversario está cerca?— Chan trató de recordar pero al final terminó negando— Entonces creo que solo quiere ser detallista ¿No es lindo?

—Sí, seguro. Raro pero lindo.

—¿Raro?

—Vamos, Felix. ¿No te has dado cuenta? Sana no es una persona muy detallista que digamos, se encarga de verse linda para mí pero más allá de eso nunca me ha dado nada, ninguna de las cosas que las chicas por lo general regalan a sus novios.

—Entonces está tratando de cambiar.

—Pensé que no te caia bien.

—Ella te hace feliz, ¿no?— asintió— Entonces no tengo porqué entrometerme.

—Eres un gran amigo— abrazó a Felix y corrió hasta las duchas.

Felix estaba atónito, su corazón latiendo desbocado.

—¿Quieres calmarte, imbécil? El es nuestro amigo— dijo a su propio pecho donde su corazón no paraba de latir con fuerza.

La clase de gimnasia fue un asco, terminó todo sudado y con un calambre en la pierna que lo obligó a cojear hasta su salón después del receso.

Jisung se burló de él, claro que lo haría, después de todo era su culpa por no haber calentado bien antes de comenzar a jugar voleibol.

—Deja de quejarte, joder. Eres un quejica— dijo Jisung cuando salían de la clase de matemáticas directo a una hora libre.

—Si tú estuvieras muriendo de calambres entonces te estarías quejando igual que yo.

—Fuiste con esa chica, Sana. No te iba a interrumpir para que fueras a estirar. Obviamente eso era más importante.

—Hola chicos— saludó Jeongin vengo a avisarles que Somin va a hacer una fiesta en su casa hoy y nos ha invitado.

—¿Fiesta en lunes? No lo creo— dijo Minho que venía detrás del menor— Mañana tenemos exámenes parciales.

—Oh no, se atrasaron hasta la próxima semana.

—Pequeño diablillo, siempre tienes las cartas a tu favor.

—Es mi don— la sonrisa de Jeongin no podía ser más grande. Aunque no podía tomar le encantaba ir a fiestas y escuchar música mientras comía alguna botana con Seungmin.

—Me apunto— Felix alzó su mano— Quiero hacer algo para distraerme.

—Yo voy si Minho va.

—Claro, no tengo nada que hacer.

—Solo debemos preguntarle a Hyunjin.

—Él no puede ir, hace rato me dijo que debía acompañar a su mamá a una cena— dijo Minho— Vamos cariño, tenemos que ir a comer— se despidieron y cada quien se fue su camino.

Felix fue directo a su casa.

—¿Felix?— se asustó al escuchar la voz de Darren justo detrás de él— ¿Vives aquí? Vaya, que pequeño es el mundo, yo vivo a unas casas.

—¿En serio? En verdad me asustaste, no vuelvas a hacer eso— se llevó la mano al pecho y Darren comenzó a reír.

—¿Hoy en la noche irás a casa de Somin? Escuché que invitaba a Jeongin y pensé que al ser tu amigo también te invitaría.

—Sí, nos dijo Innie.

—Bien, entonces te veré ahí— se despidió sacudiendo su mano y Felix lo imitó.

Entró en su casa con su padre esperándolo justo en la sala— ¿Ese es el chico con el que te revuelcas?

—Por Dios, no comiences con tus tonterías, papá. El es Guan Darren, un vecino que casualmente va a mi escuela, y si me revuelco con él no es asunto tuyo.

Corrió hasta su habitación cerrando la puerta tras él.

Corrió hasta la ventana y marcó el número de Hyunjin quien contestó al segundo tono.

—Hyung, me gusta Chan.

—Vaya, no esperaba una confesión así de rápida. ¿Por qué me lo cuentas por llamada?

—Porque estuve pensando en una manera de olvidarme de él y creo que tengo al candidato perfecto para sacarlo de mi cabeza.

—¿Un clavo que saca a otro clavo? Es arcaico pero me agrada, continúa.

—Voy a salir con Darren— la risa burlona de Hyunjin lo hizo fruncir el ceño— Hablo en serio.

La risa paró de golpe— ¿No estás jodiendo? Demonios, entonces estás completamente decidido, eso es peligroso.

—No exageres, solo saldré el tiempo necesario para olvidar a Chan. Después será pasado.

—Entonces debo verlo en persona, ¿irás a la fiesta de Somim con él?

—No tanto como ir con él pero sí.

—Cancelaré a mi madre, esto es más emocionante que un montón de viejas hablando de costuras.

—Te veo en la noche— colgó mientras miraba hacia su clóset— Ahora sí me servirán esos pantalones entallados.

Espero que hayan disfrutado la lectura, gracias por leer.