Felix no salió de la habitación hasta que Chan asomó la cabeza por la puerta y le informó que la chica se había ido.
—Debiste ir tras ella, ahora me odiará sin razones.
—Si la seguía entonces tú te quedarías solo, entiende que ahora eres prioridad— contestó Chan— Vamos a cenar antes de que el hambre también salga por la puerta haciendo rabietas.
Ninguno rio en voz alta pero por dentro Felix estaba adorando ese momento, ellos solos comiendo el "Kimchi hecho en casa" que había dejado la chica.
—Que raro, sabe igual que el Kimchi que venden en el supermercado— comentó Chan al probar el primer bocado.
—Eso es porque lo compró en el supermercado— Felix sacó un empaque de Kimchi justo como el que su mamá compraba en la tienda y que no sabía casero, el sabor era artificial y no le gustaba comerlo— Haré Kimchi real, sabes que odio el preparado.
—Sí, supongo que no es tan linda como yo pensaba.
—No pienses en eso, lo hizo con buena intención.
—Eso me hace pensar en todas las veces que me hizo de comer, tal vez todo era comprado.
—¿Desde cuándo te importa eso? Tú mismo comes ramen instantáneo al menos seis veces a la semana.
Chan no contestó, estaba muy metido en sus pensamientos así que Felix solo fue a hacer el Kimchi y preparar arroz. Solo hasta que Felix puso el plato frente a él pudo reaccionar dando gracias y comiendo en el mismo silencio que habia reinado en esa cocina.
—Creo que le estás dando muchas vueltas al asunto, hasta acá escucho los engranajes de tu cabeza.
—No lo entiendes, Lix. Yo me hice una imagen de Sana cuando comenzamos a salir, ella era muy diferente.
—La gente cambia, deberías entenderla. No estoy de su lado pero cualquiera enloquecería en su lugar.
—Deja dejugar con mi mente, Felix. Primero la atacas y después me pides comprensión.
—Solo digo que ser tan irritante tal vez no sea su culpa. Después de todo me tienes como amigo, al gran Lee Felix. Cualquiera se sentiría atacado.
Chan bufó por el comentario de su amigo y le dio un manotazo en el hombro— Basta, Lee autoestima Felix. Vamos a dormir, mañana debo buscar otro trabajo.
—¿Para mí?— preguntó el menor.
—No, para mí. Ahora que seremos dos necesito más dinero.
—No seas imbécil, claro que te ayudaré económicamente. No esperaba que solo me recibieras en tu casa.
—Deja de pelear e insultarme. Mañana veremos, deja los trastes, yo los limpiare en la mañana.
Felix bostezó porque de cierta forma se había hecho tarde y el menor estaba acostumbrado a dormir bastante— Promete que no me echarás.
—Felix, primero me sacaría los ojos antes que dejarte a tu suerte.
Felix sonrió como tonto y se preparó para dormir acostándose junto a su amigo.
Se quedaron dormidos al instante hasta que la mañana siguiente los rayos del sol entraron porla ventana molestandoles, solo que ninguno quiso levantarse porque estaban cómodos acostados el uno junto al otro.
—Deberíamos levantarnos, tienes examen— balbuceó Felix levantándose de la cama y llegando al baño para ducharse— Si no te levantas me iré sin ti y no te dejaré comida.
Entre quejas y balbuceos Chan se levantó y corrió al baño del pasillo para vaciar su vejiga y a lavarse los dientes.
—Al menos ahora tengo quien me haga de comer— se dijo a sí mismo mientras caminaba de vuelta a vestirse— Aunque será mejor terminar con Sana, bien dicen que nunca terminas de conocer a tu pareja.
—Si dejas de hablar puedes prepararte más rápido— dijo en burla Felix mientras salía ya vestido del baño— Desde el baño se escucha tu monólogo filosófico.
—Solo pensaba en Sana.
—Detente, no te tortures.
—¿Podrías decirme qué hacer entonces? ¿Tú que harías?
—Yo nisiquiera saldría con ella.
—¿Conmigo sí?
—Deja de molestar, acompáñame a desayunar.
El mayor fue arrastrado hasta la cocina donde Felix se encargó de llenarlo de comida.
—Contigo aquí subiré los ocho kilos que bajé en el último mes.
—¿OCHO KILOS EN UN MES? ¿QUIÉN TE CREES?
—No grites, es solo que me puse a hacer mucho ejercicio, además tenía que bajar de peso me estaba poniendo gordo.
—Escúchame con atención, Bang Chan. Tú eres perfecto, no importa cuanto peses ni como luzcas.
El menor dio por terminada la plática cuando se levantó y lavó su plato para correr a la habitación dejando a Chan pasmado y con muchas preguntas en su cabeza.
Terminó de comer lo más rápido que pudo pero para cuando lanzó su plato al fregadero, Felix ya había azotado la puerta de la entrada, le iba a tocar irse solo a la escuela.
Espero que hayan disfrutado la lectura, gracias por leer.
ESTÁS LEYENDO
B̶L̶I̶N̶D̶ •||𝑪𝒉𝒂𝒏𝒍𝒊𝒙||•
FanfictionChan está ciego y no ve más allá de sus narices. No se da cuenta del rumbo que sus sentimientos toman y mientras va olvidando a su novia un nuevo amor se va colando en su corazón y lo hace pensar en su amigo Felix de otra forma. ...