Chan está ciego y no ve más allá de sus narices. No se da cuenta del rumbo que sus sentimientos toman y mientras va olvidando a su novia un nuevo amor se va colando en su corazón y lo hace pensar en su amigo Felix de otra forma.
...
La cuidad está repleta en la tarde. Parece que todos se habían puesto de acuerdo y decidieron salir.
—Deberíamos ir por algo de comer, ya va a ser medio día y tengo hambre— soltó Chenle cuando pasaban junto a una heladería.
—Lo que quieres es comer helado, pero no lo harás. Después no querrás comer bien y en la tarde de nuevo tendrás hambre.
—No soy un niño, hyung. Como mis vegetales y me ducho yo solo, creo que tengo derecho a ciertos placeres.
Felix solo pudo sonreír con ternura— De acuerdo.
Entraron a la heladería que estaba repleta de niños que se empujaban para ver los sabores.
—¿Felix?— giró al escuchar la voz de su amigo sorprendido porque estaba ahí solo— ¿Qué haces aquí?
—Salí con Chenle un rato.
—¿Salir? ¿Están saliendo?
El menor llegó con dos helados— Chan hyung, ¿quiere un helado?
Chan negó esperando la respuesta de Felix— Ayer lo recogí de una fiesta y me quedé en su casa, solo decidimos caminar un poco, ¿verdad?— Chenle asintió mientras comida su helado.
—¿Tu padre volvió a gritarte?
—Fui a tu apartamento anoche, le dejé un recado a Sana.
—Ayer no fui a dormir al apartamento, tenía que terminar un proyecto y dormí en casa de Jackson. ¿Ella estaba sola en casa?
Felix se sentía mareado, entonces no entendía, si él no estaba en la casa ¿Quién estaba con ella? Porque era obvio que ella había tenido sexo reciente, el cabello revuelto y las marcas frescas en el cuello. ¿Entonces quién le había mandado las fotos estaba diciendo la verdad?
—Felix— un zarandeo lo regresó a la realidad donde su amigo esperaba respuestas.
—Sí, ella estaba ahí, tal vez te quería sorprenderte. Ya sabes, cosas de novias
—Sí, seguro. Bien los dejo porque me están esperando.
Se despidió de ambos y corrió hacia un grupo de chicos que identificó como los chicos de básquetbol.
—Que extraño— soltó Chenle mientras comía su helado— ¿Creés que esa chica esté metida en algo?
—No me importa, él quiere estar con ella.
—Suenas molesto con eso, ¿te gusta la chica?— Felix se atragantó con el helado que estaba comiendo— Lo siento hyung, no era mi intensión— comenzó a limpiar a su hyung con una servilleta mientras el mayor le daba las gracias.
—Esa chica es un asco de persona, insultó a mis amigos y créeme que podrían hacerme lo que sea pero mis amigos son intocables.
—Por eso me peleé con Kun, porque usted sí es mi amigo.
La sonrisa de Felix volvió al escuchar al menor. Le revolvió el cabello y siguieron su camino hacia un museo que Felix se moría por conocer.
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