B̶L̶I̶N̶D̶ •||𝑪𝒉𝒂𝒏𝒍𝒊𝒙||•

𝐗𝐗𝐈𝐈𝐈: 𝐁𝐞𝐬𝐭 𝐅𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝

"Las cosas van a mejorar, tenlo por
seguro"

Su tiempo en Corea se había terminado, ese día en la mañana Felix tuvo que empacar todas sus cosas y despedirse entre lágrimas de sus amigos.

Tuvo que hacer un esfuerzo enorme para no soltarse a llorar cuando Chan  lo abrazó con fuerza. En ese momento el resto de sus amigos dieron unos pasos atrás para darles privacidad (a petición de Hyunjin).

—Sé que no te lo dije de manera adecuada antes, pero quiero que sepas que eres muy importante para mí— dijo el mayor— Estuve esperando por verte por mucho tiempo, no puedo creer que te vayas tan rápido.

—Antes no estaba seguro si quería volver a Corea, pero debes estar seguro de que volveré, no sé cómo, pero te juro que podremos arreglar esto.

"Lo juro", pensó Chan ajeno a lo que pasaría después. Felix se alzó en las puntas de sus pies y unió sus labios a los de su mejor amigo, un toque que no duró más de unos cuantos segundos, pero que para ambos llegó a durar siglos.

Escucharon a Hyunjin jadear y un par de risas de los menores.

—Hasta luego, hyung— dijo Felix con una sonrisa dulce.

Chan vio como Felix se despedía de los demás sacudiendo su mano y caminando hacia la puerta para entregar sus maletas.

Estaba lejos de él y no sabía que pensar de ese beso.

¿Debía suponer que él aún sentía lo mismo?

Sus pensamientos fueron interrumpidos por Hyunjin quien le acariciaba el hombro.

—Sé que será difícil, pero debes mejorar por él.

—Tiene razón— dijo Minho— Justo ahora te ves mejor pero la noche pasada parecías un muerto viviente.

—Debes recuperar tus fuerzas. ¡Tú puedes!

Chan sonrió al ver a su amigo más pequeño darle ánimos.

—Incluso te aguantaré cuando quieras hablar de Felix hyung— dijo Seungmin— Escucharé lo mucho que te gusta si eso te ayuda a desahogarte.

—De acuerdo.

Todo salieron para conseguir algo de comer y regresar a sus asuntos, pronto empezaría el horario habitual y Chan debía volver a su trabajo al igual que recuperar todo el tiempo que no pasó junto a sus amigos.

Felix le escribía cada mañana para desearle suerte en su trabajo y por las noches le llamaba para desearle buenas noches. Llegó a soltar algunas lágrimas durante esas llamadas, pero sabía que Felix estaba del otro lado abrazando la chamarra que le había robado al mayor (fingió no darse cuenta cuando su amigo la metió en su maleta).

La primavera llegó junto a otro drama que todos veían venir: Jeongin comenzó a salir con una chica de primero. Esas dos semanas en las que Seungmin no le habló a su mejor amigo fueron eternas para el resto.

—Deberías darle un consejo— le sugirió Felix durante sus llamadas nocturnas— Él te aprecia mucho y para él eres como su padre.

—No creo que deba, es algo que deben darse cuenta ellos mismos

Dos días después Chan estaba con el más pequeño de sus amigos en una cafetería cercana a la escuela.

—No me gusta Seungmin— sentenció Jeongin apenas sentarse.

—Genial, porque estoy seguro que me escuchaste decir eso de Felix muchas veces.

—Es diferente hyung, a mí me gustan las chicas.

—Solo espero que todo esto no se convierta en un arrepentimiento cuando el momento de ver a Seungmin con alguien más llegue.

—Te juro que primero me romperé un brazo antes de que eso pase.

—¡Jeongin no hagas eso!— gritó Hyunjin mientras sostenía al menor.

—Debo romper mi brazo, se lo juré a hyung.

—¡No era en serio!— Chan de vuelta.

—Ahora debes hablar con él, Jeongin.

Y sí, unos cuantos dias después (y luego de muchos rodeos) los más pequeños comenzaron a salir.

—¿Ustedes para cuándo?— le preguntó Jisung a Felix cuando volvió a visitarlos.

—No seas desesperado— le reprendió Chan— Puede que pronto o puede que pase después.

—¿Quieres ser mi novio?

Chan se atragantó con su cerveza mientras Jisung y Jeongin escupían la comida.

—¿¡Qué demonios!?— exclamó Hyunjin— ¿Siempre tienes que ser tan tonto, Felix.

—¿Qué? Él sabe que me gusta y llevamos mucho tiempo hablando.

—Supongo que tengo que responder— dijo Chan tomando aire— Teniendo en cuenta que me he dado cuenta que me gustas más de lo que pensaba supongo que acepto.

—Son unos raros, en serio— soltó Minho.

Ese fue el comienzo de una buena vida junto a su mejor amigo.

Espero que hayan disfrutado la lectura, gracias por leer.