Felix Pov.
Todo el alcohol de mi sistema se evaporó en cuanto Hyunjin terminó su frase. Estaba frito, la mirada traviesa de mi amigo solo me hacía sospechar más de sus intenciones.
Chan se quedó callado unos segundos que utilicé para dejar en claro que no lo haría— Hyunjin, no es gracioso.
—Claro que no Lix, Chan nunca se negaría a cumplir con un reto— soltó una risita burlona y miró a Chan que estaba a mi lado pasmado.
—¡Debes hacerlo, hyung!— gritó Jisung sobre la música.
Chan se acercó rápidamente a mí y antes de poder pestañear lo tenía pegado a mi boca.
No pude reaccionar pero sentí como sus labios se movían con ansías sobre los míos, dio un último empujón y se apartó— Ahí está— dijo con tranquilidad y giró él mismo la botella siendo el turno de Chenle y alguien más.
Me quedé flotando en el limbo mientras los demás gritaban por algún reto tonto o se asombraban por alguna respuesta, no pude concentrarme en algo más el resto de la noche.
Tomé vaso tras vaso mientras llegaban, respondí algunas preguntas y tuve que llamarle a Darren y gritar alguna estupidez, ya le explicaría después.
Todos terminamos muy ebrios, el primo de Hyunjin nos llevó a casa a eso de las tres de la mañana y acordamos no ir a clases el día siguiente.
Chan entró tambaleándose y tirando cosas por todos lados hasta que llegó al baño del pasillo donde vomitó. Entré solo para limpiarle la ropa y lavarle los dientes. Ya no estaba tan ebrio pero Chan se veía terrible.
—Quiero agua— murmuró sentado en el sofá.
Me apresuré a traerle un vaso con agua el cual se terminó en seguida.
—Quiero una manta— igual se la traje— Quiero mis calcetines calientitos.
Sabía que lo hacía para molestarme pero aun así se los traje.
—Quiero un besito— estiró los labios y cerró los ojos pero yo solo le di una bofetada suave. El se giró de nuevo hacia mí y siguió con los labios estirados— Apúrate, Lee Felix.
Me reí y me agaché junto a él— Tienes una novia a la que amas, Chan. No puedes ir besando a Pedro y a Juan.
—No voy a besar a esos tipos, solo quiero un beso tuyo.
—Asco, vomitaste— hice una mueca de asco que él respondió con un ceño fruncido.
—Me lavé la boca, anda Lix. Solo un piquito.
—Eres un ebrio idiota, no recordarás esto mañana.
—Mejor ¿No? Nadie se enterará.
La idea de besarlo de nuevo me llenó hasta el último rincón de mi cerebro y me abrumó.
Lo tomé de los hombros listo para darle un piquito y correr a donde fuera que no estuviera él pero en cuanto nuestros labios se tocaron Chan me tomó de la nuca y me inmovilizó. Comenzó un beso fuerte pero son llegar a ser brusco, mi cerebro se desconectó y le seguí el beso con ganas mientras su otra mano se posicionaba en mi espalda comenzando a acariciarla.La sala se llenó de suspiros y chasquidos que guardé con recelo en mi memoria.
Justo cuando nos separamos para tomar aire Chan me tomó de las mejillas y me miró con anhelo— Sal de mi cabeza, Felix. No te di permiso de aparecer hasta en mis sueños.—Deja de decir tonterías, querías un beso y lo tuviste, ¿no? Ahora largo.
Lo empujé pero me tomó de nuevo y me acercó a él para besar mi nariz y después mi frente— Buenas noches, Lix.
Me dio un pico en los labios y se acostó en el sofá cerrando los ojos y durmiendo al instante.
Tardé en reaccionar pero al final corrí a la habitación y sin cambiarme de ropa me tiré a dormir esperando olvidar lo que había pasado.
Abrí los ojos unas horas después cuando la luz del sol apenas se asomaba por el horizonte.
Miré el reloj para confirmar la hora, eran las 6:50 de la mañana. Me duche porque sentía la piel llena de sudor y de suciedad.
Para cuando bajé ya no estaba Chan acostado en el sofá, de la cocina salía algo de humo y se escuchaba música.Entré y me lo encontré bailando al son de Dua Lipa con una espátula en la mano y el delantal puesto.
En la cazuela había un par de huevos y algo de tocino a punto de quemarse. Me quedé en el marco de la puerta mirándolo hasta que se dio cuenta de que su desayuno se quemaba. Lo sacó rápidamente y lo lanzó a la mesa. Hasta ese momento me miró y sonrió con tantas ganas que sus ojos desaparecieron.
—Que bueno que despiertas porque estoy perdiendo contra el tocino.
Me acerqué igual con una sonrisa porque estaba de humor, parecía que no recordaba lo que había pasado apenas hace unas horas y eso era justamente lo que yo quería, ¿cierto?
—Eres un cabeza de chorlito— solté con gracia mientras tomaba otra cazuela y ponía más tocino a cocinar.
La bocina comenzó a reproducir canciones de Sam Smith y comencé a cantar bajito mientras el tocino y los huevos se cocinaban. De repente sentí la presencia de Chan a mi lado y me giré a verlo, era unos centimetros más alto que yo así que sonreí contra su barbilla. De repente me besó la frente y sonrió con cara de bobo.
—Eres mi salvador.
El olor del tocino me obligó a girarme de nuevo hacia el frente y prestar atención a la comida.
Pronto estuvo todo listo y lo serví. Yo no tenía hambre así que solo serví un plato y me senté frente a él mientras comía.
—Vomitarás de nuevo por tu desayuno.
—No, no estaba tan ebrio y creo que ahora tengo 0% alcohol en mi sangre, me siento mejor.
Repetí sus palabras en mi cabeza. Si no estaba tan ebrio eso podría significar que recordaba lo del beso, porque me acababa de besar la frente y siendo sinceros nunca había hecho eso antes.
—Una moneda por tus pensamientos.
Miré a mi amigo cinfundido y eso lo hizo reír— Deja de molestar, tengo migraña.
Y no era mentira, solo que pensar en ese beso no hacía más que atormentarme.
—Deberías regresar a dormir, de todos modos no planeabamos ir a la escuela, ¿recuerdas?
Asentí solo porque no tenía ganas de hablar y salí de ahí directamente a la habitación.
A pesar de haberme acostado y tapado casi hasta la cabeza no pude dormir de nuevo, escuché como Chan entraba al baño, la ducha y después el sonido de su cepillo de dientes. La cama se hundió minutos después y el olor de su shampoo me noqueó. Me sentía flotando en una nube, después la sensación del beso volvió y cai rendido ante el sueño.
Espero que hayan disfrutado la lectura, gracias por leer.
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B̶L̶I̶N̶D̶ •||𝑪𝒉𝒂𝒏𝒍𝒊𝒙||•
FanfictionChan está ciego y no ve más allá de sus narices. No se da cuenta del rumbo que sus sentimientos toman y mientras va olvidando a su novia un nuevo amor se va colando en su corazón y lo hace pensar en su amigo Felix de otra forma. ...