𝐗𝐗𝐈𝐈: 𝐄𝐲𝐞𝐬

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Los ojos de Chan viajaban por todo el rostro de Felix hasta sus hombros.
Su cabello había crecido y se notaba que había bajado de peso.

—Hola— saludó primero— Venía al baño, pero si está ocupado iré al de arriba.

—¡No!— gritó Felix asustando a Chan— Yo ya terminé, deberías usar este.

Se quedó en el pasillo afuera del baño repasando todo lo que le quería decir a su amigo. Los ojos de Chan se veían tristes cuando salió del baño, su cara estaba hinchada y Felix pudo ver todo el  peso que había perdido.

—Creo que tenemos que hablar— dijo Chan— Será mejor que sea en privado.

Ambos asintieron y fueron a la entrada. Ahí Felix se mantuvo a una distancia prudente de Chan.

—Lamento todo lo que pasó, cuando vine no pensé que te vería tan pronto así que no tengo un discurso de disculpas preparado, solo quería que supieras eso— comenzó Felix.

—Hyunjin solo me explicó algunas cosas— explicó Chan— Así que no entiendo todo muy bien, pero en estos seis meses me di cuenta que no puedo vivir sin ti, Felix.

—Yo...

—Espera, todavía tengo que hablar, he guardado esto por mucho tiempo— siguió Chan— Tal vez no estés enterado, pero cuando fui a buscar a Sana fue para hablar con ella y terminar, llevaba mucho
m tiempo pensando en alguien más y no era injusto para ella... No al menos eso pensaba antes de encontrarla con ese chico.

—No sabía eso, pensé que la traerías a comer.

—Eso ya no importa, de una forma u otra las cosas ya terminaron.

—Pero yo tuve que decírtelo en cuanto me
enteré.

—No, ella te manipuló, nos manejó a todos para que hiciėramos las cosas como ella quería y por eso no eres culpable, solo olvídalo todo y hay que volver a comenzar.

—¿Estás seguro?

—Si estás en ese nuevo comienzo entonces sí.

—Sigues diciendo cosas raras, hyung.

—No estoy cien por ciento seguro, pero creo que ahora tengo mis sentimientos más claros y no te dejaré ir sin estar seguro de que volverás a mí.

—¡Será mejor que vengan antes de que este par de enanos se terminen la comida!— gritó Hyunjin asustando a sus amigos.

Ambos volvieron a donde los demás ya estaban comiendo y bebiendo, y como no, Hyunjin estaba ebrio de nuevo.

La noche pasó sin más dramas, Hyunjin soltó algunos comentarios fuera de lugar, pero Hyunjin lo solía hacer incluso estando sobrio. Se hizo tan tarde entre la plática que poco a poco fueron cayendo dormidos a lo largo de todas la sala y los menores fueron llevados hasta la habitación de invitados.

—Será mejor que me vaya— dijo Chan— Mi casa no está lejos, pero a esta hora ya debe ser peligroso andar por la calle.

—Debes quedarte— comenzó Hyunjin con el tono de voz arrastrado– Felix se pondrá triste si tú te vas.

—Creo que primero debemos llevarte a dormir— dijo Felix entre risas.

Entre los dos subieron a Hyunjin a su habitación y lo obligaron a recostarse.

—¿En verdad te tienes que ir? Digo, antes te has quedado a dormir aquí.

—Quieres que me quede a dormir— aseguró Chan sonriendo.

—Solo si tú quieres.

—Trae unas cobijas— dijo Chan.

Entre los dos extendieron las cobijas en el suelo de la sala y se recostaron uno al lado del otro.

—¿Cuando tienes que volver?— preguntó el mayor con la mirada en el techo.

—Tengo dos semanas de vacaciones, debería de volver un día antes de que se cumpla el plazo.

—Es muy poco tiempo.

—Lo sé.

—Haremos que cada minuto cuente, así no nos vas a extrañar tanto.

Felix se giró para verlo a la cara— Siempre los voy a extrañar, eso no va a cambiar, aunque pase un mes aquí. Al final voy a tener que volver.

—Ni me lo recuerdes, al principio no quería que volvieras porque al final ibas a viajar de regreso a esa ciudad que suena tan genial.

—Yo solo quiero que esto termine, solo me falta un año en la escuela y después de eso podré irme a la universidad.

—Supongo que estudiarás en China— soltó el mayor con tristeza— Justo cuando pensé que podría recuperar mi amistad contigo.

—Yo también quiero recuperar nuestra amistad y que vuelvas a confiar en mi como lo hacías antes, pero mi hermano y mi madre han hecho un esfuerzo monumental para inscribirme en una escuela de primer nivel.

—Lo sé, han pasado por mucho y entiendo que tu madre no quiera volver, pero estás a punto de convertirte en un adulto y yo... Fui un ciego, no quise ver lo que todos me decían y me arrepiento de mucho, yo quisiera...

—Quieres que me quede— dijo Felix imitando lo que su amigo le dijo apenas unos momentos atrás— No te prometo nada, pero intentaré volver.

—Te voy a esperar.

El corazón de Felix saltó en su pecho y al ver a su mejor amigo a los ojos pudo ver la sinceridad de sus palabras.

Esta vez le creería a su mejor amigo.

Espero que hayan disfrutado la lectura, gracias por leer

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Espero que hayan disfrutado la lectura, gracias por leer.

B̶L̶I̶N̶D̶  •||𝑪𝒉𝒂𝒏𝒍𝒊𝒙||•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora