𝐒𝐨𝐦𝐞𝐰𝐡𝐞𝐫𝐞 𝐭𝐨𝐠𝐞𝐭𝐡𝐞𝐫.

𝙳𝚎 𝚗𝚞𝚎𝚟𝚘 𝚎𝚗 𝚎𝚕 𝚖𝚒𝚜𝚖𝚘 𝚕𝚞𝚐𝚊𝚛.

Un año después.

Hoseok iba de regreso a Seúl después de haberse ido durante un año a Gwangju.

¿Qué tanto pueden cambiar las cosas durante un año? Mucho, al menos en el círculo de amigos de Hoseok las cosas cambiaron mucho durante ese año.

Hoseok llegó a la cafetería de sus amigos, todo se veía muy diferente a como lo recordaba.

Entró y miró asombrado el lugar, ahora no sólo era una cafetería también vendía postres y pasteles.

— Una disculpa, pero aún no abrimos.

Hoseok sonrió al escuchar la voz de su mejor amigo, sacó una moneda y comenzó a golpear con ella la barra de los pedidos.

— Por favor, todavía no abrimos. — salió de la cocina y lo miró con ojos grandes.

— Hola, ¿ni siquiera para mi pueden abrir? — sonrió y extendió sus brazos.

Jungkook sonrió y corrió a abrazarlo.

Hoseok le correspondió el abrazo con fuerza.

— Te extrañé muchísimo, no puedo creer que de verdad hayas regresado. — susurró.

— Yo tampoco puedo creerlo.

— Llegué a creer que nunca volverías. — se separó del abrazo y lo miró con tristeza. 

— Te dije que iba a volver cuando estuviera listo.

Jungkook no podía parar de sonreír, estaba demasiado feliz de tener a su amigo de vuelta.

— Si estuviera soltero créeme que te habría besado por lo feliz que estoy de verte.

Hoseok se rió y apretó sus mejillas.

— Me hiciste mucha falta.

— Siéntate, te prepararé un café y un postre.

Hoseok asintió y se sentó en una mesa mientras Jungkook fue a preparar el café y el postre.

Jungkook llegó con el café y los postres, y se sentó junto a él.

— Wow, se ve delicioso. — sonrió.

— Espero que te guste.

Hoseok asintió y comenzó a comer, sabía que su amigo era bueno cocinando, pero sus postres sabían a gloria.

Jungkook llevaba un año estudiando, amaba lo que hacía y se notaba en su actitud, al igual que en su rostro.

— Y… dime, ¿cómo está tu novio?

Jungkook tosió nervioso y sonrió avergonzado.

— El se encuentra bien, está trabajando mucho. — bajó la mirada con una pequeña sonrisa.

Hoseok sonrió y agarró sus manos.

— Amo verte feliz.

— Gracias, es que las cosas están marchando muy bien. — dijo con una gran sonrisa.

— Se nota, y me alegro mucho por ti, bueno, por ustedes.

— ¿Cómo has estado?

— Ahí la llevo, tengo días buenos y días malos, pero últimamente son más buenos que malos.

— Me alegro mucho por ti. — sonrió. — ¿Tienes donde quedarte?

Hoseok se rió apenado y negó con la cabeza.