𝙲𝚘𝚜𝚊𝚜 𝚒𝚖𝚙𝚘𝚛𝚝𝚊𝚗𝚝𝚎𝚜

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Jungkook había insistido en hablar con Yoongi sobre lo de la adopción, pero siempre que lo intentaba el mayor se ponía a la defensiva y nunca lo dejaba terminar de hablar, así que dejó de insistir.

Las salidas de Yoongi se volvían constantes y su humor cambiaba con cada salida, siempre que preguntaba el más bajo se molestaba creando una pelea desgastante.

— Lo que sea que te esté molestando podemos resolverlo juntos, así que por favor confía en mi. Habla conmigo. — dijo sujetando sus manos.

Yoongi resopló con fastidio y se levantó.

— Voy a comprar cosas para la cafetería, nos vemos.

Jungkook suspiró y lo vio irse, quería creer que era una mala racha en su matrimonio, pero esa mala racha se estaba prolongando bastante.

Hoseok había sacado a Jungkook de la cafetería, tenían tiempo sin estar juntos y sin salir a divertirse, así que lo sacó para que pasaran un buen rato juntos.

— Habla, desahógate con tu 911. — sonrió un poco bebiendo su bebida.

— Yoongi esta raro, no habla conmigo de nada y nos la pasamos peleando. — suspiró. — Obviamente solo cuando está en casa, porque últimamente está más en la calle que en casa conmigo.

— Lo único que puedes hacer es hablarlo con el, no hay nada más.

— ¿Cómo se supone que haga eso? Hobi, créeme que a él no le interesa hablar conmigo y estoy cansado de sentir que solo soy una carga en su vida.

— El tonto de Min te ama, así que no eres una carga para el. — lo miró y sonrió con ternura tratando de calmar sus inseguridades.

— Tienes razón, no puedo dejar que mis inseguridades me arruinen esto. — abrazó a su mejor amigo.

Hoseok correspondió el abrazo.

Por mucho que Hoseok deseara proteger a Jungkook de cualquier dolor, sabía que no podía realmente hacerlo, porque aquel hombre debía cometer sus propios errores y poner los límites que necesitaba.

Jimin y Namjoon estaban nerviosos, habían pasado varias semanas desde que conocieron al pequeño Yeonjun y que habían iniciado con el proceso de adopción, y por fin, después de tanta espera, el pequeño llegaría a su nuevo hogar con su nueva familia.

Habían decorado una de las habitaciones vacías, no habían hecho mucho, pues querían que el pequeño decorara a su gusto el lugar y le pusiera su toque para que se sintiera parte de algo.

Jimin deseaba hacer una fiesta enorme con sus seres queridos, pero Namjoon había insistido en no hacerlo, pues no quería asustar al pequeño o hacerlo sentirse agobiado, poco a poco harían que su hijo se integrara a sus nuevos tíos.

— Ya se tardaron. — dijo impaciente caminando de un lado a otro. — Tal vez se enojó porque piensa que lo abandonamos.

Namjoon notó el miedo en el tono de voz del menor, sonrió un poco y se acercó a él.

— Le prometimos que la próxima vez que nos viéramos sería porque no volveríamos a separarnos de él. — susurró abrazándolo.

Jimin suspiró sintiendo la paz que solo Namjoon le daba.

El pequeño había llegado minutos después, se notaba incómodo creyendo que era una de esas tantas veces en las que iba al hogar de alguna pareja y a los pocos días regresaría al orfanato.

Jimin estaba nervioso y muy ansioso, no quería hacer las cosas mal, pero no tenía idea de que hacer.

Namjoon se rió un poco y sacó un peluche para dárselo al pequeño.

𝐒𝐨𝐦𝐞𝐰𝐡𝐞𝐫𝐞 𝐭𝐨𝐠𝐞𝐭𝐡𝐞𝐫.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora