Jimin había sido citado por su madre en su departamento, nuevamente estaba soltera y sabía que iba a ser un dolor de cabeza, pero prefería acabar con eso lo antes posible a postergarlo.
Tocó la puerta y el ama de llaves le abrió, entró a la casa, era evidente la ruptura, pues había bastante desastre y muchas cosas faltaban.
— Tardaste mucho en llegar… — dijo molesta.
— Tengo cosas que hacer, tuve que reprogramar una clase.
— ¿Tu bailecito es más importante que yo?
— Madre, no empecemos, por favor.
— Eres la misma mierda que tu padre y cualquier otro hombre, por lo visto ser maricón no te quita lo hombre. — dijo furiosa.
— Si solo me hablaste para esto, lo mejor será que me vaya.
— Detente estúpido. — agarró un vaso de vidrio y lo aventó cerca de Jimin.
Jimin se tensó y volteó a verla, hacia mucho tiempo que no vivía algo así.
— ¿Cuándo es tu boda? Y no quiero que la sigas posponiendo, porque los viejos Kim no paran de preguntarme.
— Ya te había dicho que el próximo mes.
— Espero que no salgas con tus idioteces, y ya deja de tragar que das asco. — gritó.
— Ya déjame en paz… — susurró.
— ¿Qué carajos dijiste? — se acercó a él de manera violenta, lista para darle una buena cachetada.
Jimin cerró los ojos con fuerza y escuchó el golpe, pero no sintió dolor ni nada parecido.
Al abrir los ojos se encontró con una gran espalda, la conocida loción entró por sus fosas nasales.
— Sra. Park, desde ahora en adelante cualquier cosa que necesite saber o incluso si quiere saber algo de Jimin, tendrá que hablarlo únicamente conmigo. — dijo de forma dura y mezquina. — Tiene prohibido acercarse a él, insultarlo o tocarle un pelo.
— ¡¡Es mi hijo!! — dijo frenéticamente.
— Adiós, Sra. Park. — agarró la muñeca de Jimin y lo sacó de ahí.
Jimin estaba en shock, siempre que tenia enfrentamientos con su mamá, todo en el se desestabilizaba.
— ¿Estás bien? — susurró acariciando su mejilla.
Jimin lo miró y se alejó.
— Por favor, no lo hagas. No me hagas pasar por esto otra vez. — dijo con la voz rota.
— Jimin…
— Deja de salvarme. Por favor, deja de consolarme y de confundirme tanto. — lo miró. — No me hagas enamorarme de nuevo de ti. — bajó la mirada. — Déjame en paz, ya suficiente tengo con tener que casarme contigo.
Namjoon lo miró y trató de acercarse, pero Jimin dio un paso atrás.
— Ya tuve suficiente de ti, ya soporté más de lo que podía. — las lágrimas cayeron de sus ojos. — No puedo volver a equivocarme contigo, ya no soportaría que me rompieras otra vez el corazón.
— Dame una oportunidad, por favor. — tomó sus manos suplicando. — Ahora voy a hacerlo bien.
— ¿Ya te cansaste de relaciones de una noche? ¿O simplemente lo haces porque no hay de otra?
— Si quieres no nos casamos, pero aún así te pediría una oportunidad.
— ¿Por qué ahora?
— Ya perdí mucho tiempo tratando de esconder lo que siento, no quiero perder más. — lo miró a los ojos. — No quiero perderte a ti…
— Demuéstralo, porque esta vez no va a ser tan fácil. — limpió sus lágrimas y se fue de ahí dejando solo a Namjoon
En estos años Namjoon había cargado con la responsabilidad de ser el nieto perfecto, pues con la ausencia de Seokjin y Taehyung todo recayó en el. No podía descuidar su trabajo, tenía que ser amable con Jimin, pero no tanto para no confundirlo, podía sonreírle pero no siempre para que no se ilusionara. Básicamente tenía que tratar con pinzas a Jimin, y estaba harto, estaba harto de no poder abrazar al menor como quería.
Ese día llegó a su límite al ver a su abuelo tratando mal a Seokjin, le daba un poco de pena su primo mayor, pues había perdido al amor de su vida, aunque ahora dedicaba todo de él para cuidar a Soobin, sabía que en el fondo Seokjin quería recuperar a Jungkook.
Pero Namjoon sabía que Jungkook estaba con otra persona, y que posiblemente ya era tarde para Seokjin y Jungkook.
Namjoon no quería rendirse, tampoco quería dejar pasar la que era su última oportunidad de estar con Jimin y hacer las cosas bien, así que no le importaría rogarle o arrodillarse por el, porque ahora podía decir sin miedo que Jimin lo valía todo.
Por su parte, Jimin tenía miedo de hacerse ilusiones de nuevo con Namjoon, tenía miedo de estar entrando al mismo juego de siempre, no quería volver a caer y tampoco quería desperdiciar tiempo en algo que no iba a ningún lado, pero, ¿y si está vez era la vencida? Tampoco quería perderse eso o dejarlo pasar, así que por milésima vez creería en las palabras de Kim Namjoon.
ESTÁS LEYENDO
𝐒𝐨𝐦𝐞𝐰𝐡𝐞𝐫𝐞 𝐭𝐨𝐠𝐞𝐭𝐡𝐞𝐫.
FanfictionTodo parece haber terminado, pero las cosas cambian cuando empieza a existir la posibilidad de poder volver a estar juntos.