18 (Taehyung)

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Desde que llegamos a Seúl Hoseok se había estado comportando extraño, volvió a tomar distancia, y eso no me gustaba. Sabía que algo estaba mal, pero por más que le preguntará no me respondía, siempre evadia la pregunta y cambiaba de tema.

-Hoseok.

-¿Uhm? - esa mañana fui a su casa y lo invité a salir, pensé que tal vez tomar algo de aire le haría bien.

-¿Sucede algo? - al principio se negó, pero de alguna forma logré convencerlo. - Has estado... Extraño.

-Estoy bien ¿a dónde vamos? - de nuevo cambiaba de tema. Suspiré.

-Vamos a la plaza, escuche que abrieron una tienda nueva, tengo curiosidad por ver que venden ahí.

-Esta bien.

Lo que restó del camino fue en completo silencio. Cuando llegamos bajamos y nos adentramos a la plaza.

Tomé la mano de Hoseok, pero el la alejó.

Lo miré con sorpresa, creí que ya estaba empezando a acostumbrarse a que lo tome de la mano. Me sentí herido.

-¿Dónde está la tienda?

-Si... Por aquí. - el lugar era grande, afuera había un gran pato amarillo, sonreí. - Párate a su lado, quiero tomarte una foto. - saqué mi teléfono y entre a la aplicación de la cámara.

-No, vamos. - Hoseok se metió a la tienda, guarde rápidamente mi teléfono y lo seguí. Debía arreglar, lo que sea, que le estuviera molestando. No podía seguir así, no me gustaba que Hoseok se comportará de esa manera. Me lastimaba.

-Hoseok, debemos hablar...

-Hola lindo. - un grupo de chicas se nos acercaron. - Ella es mi amiga Wendy. - señaló a una chica de piel blanca con grandes ojos negros, mejillas rojas y un pequeño lunar sobre ellos. - Es muy tímida, pero cuando te vio... Bueno, le gustaste ¿podrías pasarle tú numero?

-¿Qué? - me gire para poder ver a Hoseok, estaba con la mirada baja. - No, no puedo.

-¿Por qué? ¿Tienes novia?

-Novio, tengo novio. - tomé la mano de Hoseok, y esta vez no permití que la alejará. - Es él.

El trío de amigas miraron a Hoseok, una mueca se formó en sus rostros.

-¿Tienes un tipo de fetiches por personas raras? - pregunto la más bajita de ellas.

-¿Qué? ¡No! ¡Largo! - las chicas se dieron la vuelta y se fueron. - Hoseok, lo siento, yo...

-Me quiero ir.

-Pero... Pero aún no hemos visto todo, por ahí hay una estantería con los muñecos que te gustan ¿quieres uno? Te lo regalo, vamos.

-¡No! ¡Quiero irme! Quiero irme.

Sus ojos estaban rojos, y las lágrimas se estaban acomulando. Asentí.

-Está bien, está bien. Vámonos. - cuando salimos de la tienda Hoseok apartó su mano. No dije nada, lo seguí hasta el estacionamiento.

-Hoseok, lo siento. - repetí.

El transcurso del camino fue en completo silencio. Cuando llegamos a su departamento nos bajamos, estaba por acompañarlo pero me detuvo.

-No, no quiero que entres.

-¿Por qué?

-... Creó, creó... Qué deberíamos terminar.

Cuando Hoseok pronunció aquellas palabras sentí como si miles de agujas se incrustaran en mi corazón. ¿Terminar? ¿Así de repente? ¿Por qué?

-Hoseok. - relami mis labios, de pronto los sentía secos. - ¿Qué estás diciendo?

-Lo siento Taehyung.

-Te dije que no quería que te disculparas. Nunca.

-Adiós Taehyung. - Se dio la vuelta y entró al edificio.

No pude siguirlo, mis pies no respondían, sentía como todo se derrumbaba.

Luego de unos minutos caminé de nuevo al auto.

-¡Mierda! ¡Mierda! - golpeé el volante un par de veces. Miré una última vez el edificio de Hoseok y me fui.

Pase por unas cuantas cervezas a la tienda que estaba por mi casa. Cuando llegue a ella me tiré al suelo y abrí la primer lata.

Prendí la televisión, no quería estar en silencio. Cuando llegó la segunda lata sentí mis mejillas húmedas.

-¿Por qué?..

No lo entendía, habíamos estado tan bien estas últimas semanas, para que de la nada Hoseok decidiera terminar. No tenía ningún sentido.

Todo empezó desde que visitamos a mi hermana mayor, me había puesto furioso cuando dijo todo aquello de Hoseok.

-¿Lo habrá escuchado? - era lo más probable, Hoseok se empezó a comportar así después de aquella visita. - Joder.

Saqué mi teléfono y marque a su numero.

-Por favor, por favor. - buzón de voz. Ahora Hoseok también evitaba mis llamadas.

Cuando llegué a la quinta lata sentí como mi cabeza comenzaba a dar vueltas.

-¿Hoseok? - ahí estaba, frente a mí, estire mi mano y acaricié su mejilla, era tan sua... No, esa mejilla no era de mi Hoseok.

Negué varias veces para sacar aquella imagen de mi cabeza.

-Taehyung. - esa tampoco era la voz de Hoseok, que extraño. - ¡Taehyung!

-¡Eh!

-Reacciona idiota.

-... Jimin.

-Si, así es. - Jimin se sento a mi lado y me quito la lata de mis manos.

-¿Qué haces aquí?

-Hoseok hyung me llamó, quería que viniera a verte. Ahora entiendo la razón.

-¿Hoseok? ¿Mi Hoseok?

-Si ¿por qué estas bebiendo? ¿Paso algo?

-¿Hoseok no te lo dijo?

-No. - suspiré, por supuesto.

-Me terminó. - le arrebate la lata y me tomé lo que restaba. - Que cosas ¿no? - estiré mi mano y tomé la última lata.

-Taehyung, basta. - Jimin me arrebató de nuevo la cerveza. Bufe.

-Dámelo, es mío, pagué por ello.

-Taehyung... - negué, no quería que Jimin me viera llorar, y sentía que si no tomaba esa última lata terminaría rompiéndome frente a él.

-Jimin, por favor. Dámelo.

Jimin me miró con pena, lo sabía, y me sentí muy patético.

-Está bien. Pero es la última.

Asentí, cuando la tuve entre mis manos me la bebí rápidamente.

-¿Por qué? ¿Por qué Hoseok tomó esa decisión?

-El día que fuimos a visitar a mi hermana, creó, creó que escucho lo que ella dijo.

-¿Y... Qué dijo?

-Cosas malas sobre Hoseok... - suspiré. - Fue mi culpa, no debí llevarlo allá.

-No Taehyung. Piensa de este modo. A Hoseok le hubiera dolido más que no lo tomarás en cuenta sobre eso. ¿Sabes cuanto estuvo investigando sobre las visitas a familiares? Mucho, incluso me llamaba a altas horas de la noche para responderle alguna duda. En fin, lo que quiero decir es que, dale tiempo. Hoseok está herido, pero se que puedes ayudarlo. Habla con él, dile lo que piensas exactamente.

-¿Y si no me quiere escuchar?

-Lo hará. Hoseok siempre escucha.

ESPECIAL PARA MÍ/vhopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora