¿Y si Jon no fuera el último Targaryen?
Habían pasado dieciséis años desde la batalla en Desembarco del Rey, pero nada había cambiado, la cuidad continuaba en ruinas las personas seguían muriendo o huyendo a Essos debido al régimen de Bran el roto...
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Las pequeñas botas pisaron con tanta fuerza el charco que las oscuras aguas cayeron sobre el rostro del joven acasotado entre el y el heno pata alimentar a los caballos de la guardia real, en sus mechones de cabello oscuro humedecidos se podían ver toda clase de ramas y suciedades, su piel brillaba debido al sudor y no muy lejos de allí tirado por todo el lugar su armadura de caballero de la guardia real.
El enano resopló antes de dignarse a recoger cada parte de acero tirada por todo el lugar, sucias y dañadas por la noche de juerga. El enano no se molestó en ser silencio, de hecho hacía más ruido del necesario.
El joven se retorcía en el suelo con un dolor de cabeza terrible , por un momento deseaba que alguien le dejase caer una roca encima.
—¿Te vas a quedar todo el día revolcado en la mierda de los caballos ?
La pregunta hecha hizo que muy a su pesar el joven abriese los ojos dejando que la luz del sol iluminarse su verde iris, luz que pronto fue tapada por la sombra de la única persona que consideraba amigo , aunque a veces se la pasara dando la lata.
—Buenos días Tyrion —Saludó a la mano del Rey con la voz aún rota por el sueño y sintiendo como si alguien le estuviese martillando la cabeza. —Menuda noche.
El enano miró despectivamente hacia una de la tantas botellas de vino traídas directamente desde el otro lado del mar Angosto, el más fuerte en Poniente y levantó una de sus pobladas cejas ya teñidas con algunas canas.
—Me imagino —Le alcanzó su casco —No creo que vayas a durar mucho si sigues de juerga cada que tienes oportunidad Ragel .
El joven se colocó con pesar su armadura mientras escuchaba a su amigo decirle todas las razones por las que debería dejar de salir tanto de fiesta y de acostarse con mujeres de la noche.
—No soy un capa blanca —Fue lo único que dijo en su defensa —Puedo follar con quien quiera.
—Ragel el rey ha sido bastante claro...
—El Rey es un lerdo —Miró a Tyrion con una sonrisa —Solo lo sirvo porque tiene las respuestas que necesito y se niega a darme.
El chico quitó lo mejor que pudo el lodo de su armadura y comenzó a andar ignorando las palabras de su amigo, odiaba tener que servir, odiaba la vida en Poniente, extrañaba Essos, la libertad que difrutaba en Mereen , extrañaba ser él mismo y no la escusa de persona que era desde que cruzó junto a Bran el roto el mar angosto.
—Valar Dohaeris
Tyrion pretendía crear algo de conciencia en el joven con sus palabras pero solo consiguió que una sonrisa irónica se dibujara en sus labios.
