Tallar Calabazas.

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DIA 3.   🎃


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— ¿No deberías solo ir, presentarte y preguntarle si le interesa intercambiar teléfonos contigo? — cuestiono mientras lo veía esconderse tras una estantería de revistas de vestidos de novia.

—Yo no quiero el teléfono de nadie. — fingió inocencia simulando leer alguna de esas revistas mientras miraba por encima del papel a su amigo y después al cajero de aquella librería. — No es que encuentre absolutamente guapo al chico ese.

—Claro... y estas sosteniendo esa revista al revés solo porque sí. — apunto a la mujer vestida de blanco impresa en el papel brillante la cual estaba de cabeza. — Es enserio, Felix. Solo háblale.

—Ni que fuera tan fácil, Minho. — semi gruño mientras dejaba la revista en su lugar. — ¿Y si el chico no es gay?

—Entonces te dirá "no estoy interesado gracias" y así dejarías de utilizar el fanatismo de mi hermana por los cuentos infantiles para venir casi a diario a esta librería. — en ese momento la pequeña pelinegra hizo acto de presencia mostrando orgullosa su cuento de los tres cerditos y el lobo.

—Lix, este quiero. — meneo emocionada el libro entre sus manos. — ¿podemos llevar este? — esta vez miro hacia su hermano mayor.

—No me mires a mí, no es mi dinero. — se encogió de hombros a lo que miraba entretenido a Felix contar el dinero de su billetera, ya llevaba cinco libros comprados ese mes. — Vas a quedar en la quiebra y no quiero que culpas a la muñeca del diablo por eso. — apunto a la menor quien le dio una patada en los tobillos por el sobre nombre.

—Si... supongo que debo dejar de gastar dinero sin saber realmente si el chico me ha notado...

—Yo sé hacer que salga contigo, Lix. — interrumpió la pequeña halando del sweater del rubio. — Déjamelo a mí.

—Mejor ve a buscar otro libro, este ya lo tienes en casa. — dijo Minho quitándole el cuento de entre los dedos y dándole un pequeño empujoncito para que se fuera a la sección infantil a buscar otra historia de su agrado. — No puedo creer que te deje utilizar a mi hermana como excusa para tus acosos.

—No es acoso. — se defendió. — No estoy respirándole en la nuca, ni sacándole fotos a escondidas ni nada de eso, solo lo observo de lejos...

—Oye romeo no quiero arruinar tu tarde pero mira...— apunto hacia su querida hermana quien estaba de puntillas en el mostrador hablando con el chico dueño de los suspiros de Felix.



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—Hola. — saludo la pequeña pelinegra muy sonriente dejando una edición de Drácula sobre el mostrador. — Voy a llevar este.

— ¿Drácula? — dijo el castaño cajero mirando al libro y la niña en repetidas veces. — ¿Estas segura?

—Pronto será Halloween. — se encogió de hombros. — Felix me compra lo que yo quiera y Minho me los lee.

— ¿Cuál de ellos es el rubio? — pregunto estirándose sobre el mostrador para que la niña no tuviera que hacer mucho esfuerzo al tener que ponerse de puntillas. — Ya sabes... el chico con el que siempre vienes.

—Ese es Felix, amigo de mi hermano. — volvió a sonreír. — ¿Cómo te llamas tú?

—Hyunjin ¿y tú?

—Ryujin. — estiro su mano para estrecharla con el mayor. — El sábado tallaremos calabazas por Halloween en mi casa. A Felix oppa le gustas, ¿Te gustaría ir a tallar calabazas con él a mi casa?

— ¡Ryujin! — llamo escandalizado el rubio, rojo como tomate haciendo frente al castaño quien lo miraba sonriente. — Lo siento, le encanta hacer bromas.

—Es una lástima si así fuera, ya estaba imaginando como tallar calabazas contigo.

— ¿Enserio? — el rubio seguía sonrojado y en un abrir y cerrar de ojos Minho y Ryujin habían desaparecido de la librería. — Digo... eres bienvenido si quieres ir. Soy Felix por cierto.

—Me gustaría ir. — le sonrió de la manera más coqueta que jamás nadie le había sonreído. — Yo soy Hyunjin... a propósito, no quiero sonar narcisista pero si querías tener una excusa para hablarme solo debías hacerlo.

—Yo... bueno... es la primera vez que vengo por aquí.

—Te vi las otras 20 veces que has venido siempre esperando alguna señal definitiva para hablarte, pero siempre que venias a pagar los libros de Ryujin, luego salías casi corriendo.

— ¿No podías hablarme tu?

—Lo intente un par de veces, pero ya sabes... solo corrías. — escaneo al rubio de pies a cabeza. — ¿Me darías tu numero? Digo, si no quiero perderme la actividad con las calabazas es mejor tener tu contacto.

— ¿Te gustaría mejor ir al cine? Las calabazas pueden esperar a que Halloween se acerque un poco más.

—De todas maneras necesitare tu número. — le cedió su propio celular para que el rubio anotara su contacto. — ¿Te gusta el terror?

—Me pone nervioso. — confeso devolviendo el teléfono.

—Si prometo abrazarte si tienes miedo ¿lo pensarías?

— ¿Qué te hace pensar que me gustaría ser abrazado por ti?

—Las veinte veces que viniste a la tienda y la cantidad de libros y revistas que compraste como excusa. ¿Y bien?

—El terror no suena mal... — se sonrojo. — No creas que de todos modos te voy andar toqueteando a cada rato.

—No me quejaría si así fuera.

Felix termino aquel sábado viendo la película sentado sobre Hyunjin mientras escondía su cabeza en el cuello del castaño. Aquel fue el primer octubre que ambos pasaron como pareja, Hyunjin a menudo le agradecía a Ryujin el invitarlo a tallar calabazas de lo contrario no tendría su hermoso rubio colgado de él casi todo el tiempo.


Fin.    


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Spooky Parade - Hyunlix.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora