Capítulo 3

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-Les entregaré una misión clase B, para que trabajen en su trabajo de equipo -todos vieron al rubio quien cruzó sus brazos volteando su rostro con molestia, pero no dijo nada. Un shinobi con un recado encriptado urgente llegó corriendo, la rubia azotó su mano en el escritorio -equipo Kakashi, reasignaré su misión, nivel de misión clase s -todos abrieron sus ojos con sorpresa.

-El kazekage ha sido secuestrado, Akatsuki lo secuestro, Suna pide nuestra ayuda para su recuperación, están en alerta máxima, así que ocupan apoyo -el rubio asintió con molestia, sus puños dolían demasiado -malditos bastardos -el pequeño cerró sus ojos controlando el chakra de kyubi que se filtraba por ellos, cuando se tranquilizó pudo sentir las miradas del resto, abrió sus ojos controlando ese chakra -¿te sientes bien Naruto? -el pequeño asintió, pero se veía el coraje ante la situación en su mirada, los ojos fríos y penetrantes les recordaron a Minato Namikaze a ambos adultos. La rubia vio con el rabillo del ojo la foto del cuarto, el pequeño vio ese movimiento, giró con duda su rostro hacia el cuadro, ambos adultos se pusieron nerviosos e incómodos -bien, vayan por sus cosas, los veo en la entrada. Sasuke y Sakura salieron de la oficina, pero el pequeño aún veía el marco. El Uzumaki observó al único rubio de su tono y ojos azules del mismo color que los suyos en toda la aldea, un golpe de realidad llegó a él, sus puños se apretaron con coraje "soy el maestro del cuarto hokage" el pequeño negó con lágrimas en los ojos, vio a su abuela y al Hatake que lo veían con algo de miedo -¿por qué? -ambos cerraron sus ojos entendiendo que no tenían salida -lo lamento Naruto, sensei y el consejo lanzaron una ley donde se prohibía hablarte sobre el tema, tus padres tenía demasiados enemigos, eran odiados por las otras naciones, te hubieran matado si se enteraban de esta realidad -el rubio negó con molestia -pudieron hablarme de ello, demonios -el pequeño salió por la ventana -iré por él -la rubia negó -Jiraiya debe hablar con él, no te preocupes Kakashi, él está por llegar.

Veinte minutos después el pequeño corría por los techos con los ojos rojos por estar llorando, se limpiaba las lágrimas con incistencia fastidiado por llorar, no le gustaba demostrar debilidad ante nadie, se paró sobre un tanque de agua tratando de calmarse, respiraba hondo, soltaba el aire con ansiedad, pero no estaba funcionando, su respiración comenzaba a faltar, se hacía más rápida, tomó su pecho con dolor buscando aire para sus pulmones, se encontraba de rodillas en el tanque tratando de controlarse. Una leve e insiste caricia en círculos podía sentir en su espalda, un susurro tranquilizador lo sacaba poco a poco de la crisis -tranquilo, respira Naruto, toma aire -el pequeño apretó sus puños, tomó aire más tranquilo, sus ojos que se encontraban cerrados comenzaron a abrir mostrando dos gemas llenas de lágrimas.

Las caricias aún no cesaban, podía sentir tanta calma venir de ese chakra cálido a su lado, giró su vista aún tratando de controlar su respiración que cada vez se escuchaba más controlada, sus ojos conectaron con dos onix que lo veían sin emoción alguna -¿te encuentras mejor? -el rubio abrió más sus ojos al reconocerlo -gracias ttebayo -susurro para el contrario con vergüenza -¿vas a misión? -el pequeño asintió levemente -será mejor que te quedes a descansar, estuviste a punto de sufrir un infarto, estabas hiperventilando.

El rubio abrió sus gemas con miedo, negó desesperado -no por favor, no le digas a sensei, ni a la abuela, necesito ir a rescatar a mi amigo Gaara, Akatsuki lo capturó -Itachi lo veía con duda y una imperceptible sorpresa, podía observar que había recuperado su color -¿te sientes mejor? -el pequeño confirmó levemente -me enteré de algo, eso fue lo que me alteró, gracias por ayudarme, otra vez -el mayor negó aún sin mostrar emoción alguna, el rubio se sentía bastante intimidado ante la mirada de Itachi, se levantó con cuidado, rascó su nuca -debes tener cuidado, apóyate en tu equipo -ante la palabra equipo sonrió con sarcasmo,  asintió retirándose con velocidad del lugar, el azabache lo observó marcharse, pensando en si debería informar a la Hokage, negó respetando la decisión del rubio, salió de ahí decidiendo seguirlo a la salida para observar cómo continuaba.

Naruto sintió el chakra del azabache seguirlo, supuso para verificar que llegara bien a la salida, se golpeó mentalmente por verse tan débil, que se haya visto de esta manera tres veces frente al hermano de su amigo y rival, complicaba el sentimiento.

Al llegar a la entrada vio a Ero-sennin frente a la rubia y su sensei hablando, apretó el ceño -maldita sea -el anciano lo vio con seriedad, le hizo una seña para que lo siguiera, el pequeño lo vio con molestia. Al llegar al bosque el rubio ignoró a su espía, comenzó a golpear el pecho de su adorado sensei -maldita sea confié en ustedes, confié en ti, me dijiste que no sabías quiénes eran mis padres, lo dijiste, te pregunté ttebayo -los compañeros del rubio escuchaban gritos, pero no entendían que sucedía, el sannin abrazó al pequeño para calmarlo, besó su cabello mientras lo abrazaba y sobaba su espalda. El rubio lloraba en sus brazos a lágrima suelta -el consejo me tenía atado, pensaba hablar de ello contigo cuando cumplieras dieciocho años, lo lamento renacuajo -el rubio lloraba con fuerza en sus brazos, abrazándolo con fuerza -¿me amaron? ¿por qué me usó como contenedor de kyubi? -el mayor suspiró, sonrió con cariño -te amaron desde el primer momento que supieron de ti, estaban muy emocionados al saber que venías al mundo-

El pequeño lloraba con tristeza, hipando bajito ya más tranquilo -¿cómo le dirías a otra persona que entregara a su hijo para ese sacrificio? -el rubio cerró los ojos entendiendo, él tampoco sería capaz de hacer eso al igual que su padre -además, para el sellado se ocupaba un chakra tan denso como el tuyo, cuando regreses te contaré toda su historia y te entregaré su herencia, las técnicas poco a poco te las he ido dando, el rasengan, la odama, las cadenas, tu habilidad sensorial, el fuinjutsu de tu clan -el rubio sonrió comprendiendo, lo abrazó con más cariño -gracias Ero-sennin, te quiero mucho ttebayo -el anciano sonrió más tranquilo -ahora debes ir a esa misión, ten cuidado, no uses ese poder, esos sujetos también te buscan a ti, demuestrales que son basura a tu lado renacuajo -el pequeño sonrió más tranquilo y emocionado -lo haré pervertido, no te vayas a ir ttebayo -el pequeño corrió a lado de su equipo, el equipo siete salió con velocidad hacia Suna, aunque observaban con cuidado al pequeño, se veía que había llorado y por los gritos, había sido algo importante.

-¿Cómo te fue Jiraiya? -el sannin sonrió ligero tranquilizando a la rubia quien soltó el aire que retenía, Itachi ahora entendía porqué el pequeño se puso en ese estado, lo observó en los brazos del sannin como un pequeño gatito, su cuerpo temblaba e hipaba con dolor en sus ojos, se dio la vuelta desapareciendo del lugar con velocidad.

Amor inocente (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora