Capítulo 15

10.3K 931 12
                                    

El pequeño abrió sus ojos de golpe, la luz golpeaba su rostro indicando que ya era tarde, brincó de su cama creando un clon para arreglar el departamento, él entró corriendo a la regadera, mientras se bañaba recordaba lo que había sucedido un día anterior, pegó su frente en el azulejo del baño cerrando sus ojos para disfrutar del agua que caía delicadamente sobre su piel -¿a mí… qué me sucede con él? -mordió sus labios, recordaba lo que le dijo el azabache, en verdad sólo quería que lo viera a él, este sentimiento que tenía era muy distinto a lo que alguna vez sintió por su amiga, recuerda sentir que su corazón iba salir de su pecho mientras besaba su rostro con cariño, recuerda disfrutar su cercanía, esos besos lo habían hecho subir al cielo, pero ¿estaba bien sentir esto por él? ambos eran chicos, sintió su chakra llegar a su departamento, sus ojos se abrieron con un brillo, estaba nervioso y ansioso por verlo también, tal vez se había arrepentido y hoy le diría que fue un error, nunca nadie le había confesado gustarle, se había emocionado demasiado, se había puesto feliz, apretó sus puños, respiró hondo, terminó de darse una ducha un poco rápido, cuando salió se dio cuenta que por las prisas no había traído su ropa, asomó sus ojos por la puerta -tsss clon, tsss mi ropa corre -el rubio abrió sus ojos con sorpresa cuando vio su ropa por la puerta, su rostro se llenó de un rojo intenso, tomó la ropa con vergüenza -gracias… ttebayo -cerró de inmediato la puerta comenzando a cambiarse con velocidad.

Cuando salió del baño aún escurría su cabello, veía el suelo con vergüenza, Itachi sonrió divertido, tomó la toalla de las manos del pequeño, comenzó a secar su cabello con cariño, cuando terminó retiró la toalla, vio un poco esponjado sus picos rubios -estás bonito -Naruto se puso rojo, nervioso, puso su mano en los ojos del azabache -no veas ttebayo -salió corriendo a su habitación con velocidad a peinarse. Itachi podía morir de ternura con el pequeño, tomó asiento en el comedor esperando a que saliera de su habitación, cuando salió, el azabache se levantó admirando al pequeño, se acercó a él con cuidado, el Uzumaki lo veía con sus grandes ojos un poco temerosos, sintió un beso en su nariz con cariño, sonrió un poco apenado -vamos con Jiraiya-sama -Naruto se puso a su lado con una sonrisa, asintió emocionado.

Ambos salieron del departamento hacia el hospital, cuando llegaron fuera del hospital el mayor desapareció a su esquina en el techo siguiendo de cerca al rubio con su rostro estoico. Al entrar en la habitación Naruto vio al sannin con los ojos abiertos con su abuela, corrió con velocidad abrazando su brazo que estaba bien -casi me dejas pervertido, no… no… lo… vuelvas a hacer -el pequeño hipaba en su brazo, el sannin apretó su mano con cariño, le sonrió ligero -Jiraiya no puede hablar aún mocoso, ¿ya estás más tranquilo? -el pequeño asintió con una sonrisa ligera -fuiste muy inteligente al traer aquí a Jiraiya ¿por qué no has presumido tu chaleco jounin con orgullo? -el rubio rascó su nuca con pena -no quiero que me vean con molestia mis amigos o aldeanos -la rubia negó -si son tus amigos deben aceptar tus logros y alegrarse contigo, ¿entiendes?. -el rubio sonrió un poco, sacó de su sello el chaleco, se retiró la chamarra y lo puso sobre su malla cerrándolo con emoción, su abuela tenía razón. El sannin levantó su dedo gordo en aprobación, a Itachi le brillaron los ojos al verlo así -en un momento vendrá Fukasaku-sama por ti, te enseñará el modo sabio -el pequeño asintió con duda, vio al sannin poniéndose nervioso de dejarlo en el hospital así, sabía que lo buscarían los Akatsuki tarde o temprano, tenía que proteger a su padrino, se levantó, colocó su mano sobre la pared del hospital, ambos lo veían con duda, con su otra mano levantó medio sello de carnero, kanjis salieron de la palma en la pared expandiéndose fuera del edificio. El hospital brilló y los kanjis desaparecieron -con esto podrán entrar y salir del hospital con normalidad, pero no podrán atacarlo, la barrera no lo permitirá -el pequeño rascó su nuca -no tardan en venir por mi abuela -la rubia y el sannin asintieron -lo sabemos, por eso ocupamos que entrenes y estés preparado, no debes dejar que te capturen ¿entiendes? -

El rubio asintió, vio al sannin, una gran molestia creció en él -le voy a dar una lección al bastardo que te dejó así Ero-sennin ttebayo -el sannin sonrió divertido asintiendo -volveré pronto, sólo iré por mis cosas -el rubio salió del hospital con prisa, entró a su habitación, recogió su ropa, estaba por salir cuando unos brazos lo arrinconaron en la pared como un día anterior. Naruto abrió sus ojos con sorpresa, una sonrisa tímida se asomó en sus labios. Itachi lo observaba con su rostro estoico -me… mmmm -bajó el rostro con vergüenza -¿me vas a extrañar? ttebayo -el mayor sonrió un poco, con su mano levantó el rostro del rubio -mucho bonito -susurró con su voz gruesa, el rostro del Naruto era un poema, todo rosado por la vergüenza, sus ojos brillaban como dos lagos. La frente del mayor tocó la del pequeño, esta vez su nariz rozaba con la del rubio en un movimiento ligero como de animalitos, Naruto sonrió ante ese acto, un ligero besó se posó en sus labios. El Uzumaki cerró sus ojos disfrutando el leve contacto, sus manos apretaban el pecho del mayor, cuando se separaron el azabache sonrió ligero para el pequeño. Naruto lo vio embobado, enterró su rostro en su pecho -te voy a extrañar mucho ttebayo-

El mayor lo abrazó con cariño, lo alzó un poco enterrando su rostro en su cuello absorbiendo su aroma a vainilla con descaro -haces cosquillas ttebayo -el pequeño rio divertido -no puedo evitarlo, hueles rico -el menor se puso demasiado rojo, pero deseaba más que sólo contacto, levantó el rostro con sus ojos llenos de anhelo, el mayor lo observó intensamente, se acercó a sus labios viendo que el pequeño no se movía, al cual más, abrió ligeramente sus labios esperando contacto, robó un beso observando sus grandes gemas, ambos cerraron sus ojos, el beso comenzó, un beso lento y suave, sus lenguas se rozaban en leves toques donde se sentían lentamente, ambos se separaron un poco -te estaré esperando -Naruto sonrió feliz asintiendo, ambos salieron del departamento con dirección al hospital, en el lugar el viejo sapo lo esperaba, ambos desaparecieron al monte Myobokub-Itachi, toma tu lugar como comandante anbu, ya te he retirado mucho de tu puesto, ocupaba tus habilidades con Naruto, agradezco tu ayuda, sé que tu lo ayudaste con el rasenshuriken -el azabache bajó inclinándose ante la rubia -sólo lo guié, él hizo todo el trabajo -la Hokage y el sannin sonrieron -eres un buen chico, refuerza los alrededores de la aldea, debes estar preparado, no pienso entregar al mocoso -comadreja asintió, salió del lugar con prisa.

Amor inocente (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora