Cita a la luz de la luna

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La princesa ya estaba lista, ella se había bañado y se había puesto su elegante vestido rojo que había consederado perfecto para esa ocasión.
Antes de salir le dió ordenes a su dragón de quedarse en el cuarto sin hacer un solo ruido, y aun que al pequeño dragón no le hizo demasiada gracia obedeció.
Con mucho sigilo salió del castillo sin dar un solo portazo y esperó a su cita, Demon no tardó en aparecer con un elegante traje negro antiguo y su gran capa negra a sus espaldas.
Le abrió la puerta de su carruaje y ayudó a la princesa a entrar.Una vez dentro la princesa preguntó algo asustada:

-¿Dónde me llevas?no quiero alejarme demasiado del castillo.

-Tranquila princesa, ya le dije que no me la voy a comer. Dijo entre risas.

No tardaron demasiado en llegar a su destino,
al bajar estaban frente a un lago cuyo color era aprecido a la sangre y eso inquietó a la princesa. Demon se dió cuenta y le dijo:

-Es el lago rojo, ¿hermoso cierto? su color se debe a unas algas rojas que hay en su fondo.

Entonces estendió su capa en el suelo y le dijo a la princesa:

-ven sientaté a mi lado, desde aquí hay una hermosa luna casi tanto como vos.

La princesa se sentó y dijo:

-Bueno dijiste que querías hablarme sobre algo importante ¿que era?

-Si cierto, quería explicarte que yo no tuve nada que ver con la muerte de tu padre, fueron otros vampiros quien lucharon en la guerra, yo me mantuve alejado.No todos amamos la guerra ¿sabes?

Entonces le ofreció un poco de vino y le dijo:

-Bebe, comamos algo de lo que traje antes de que mi hambre pase a más.

La princesa comenzó a comer algo de carne que había y Demon sacó un recimiente de sangre se sirvió una copa, la princesa al ver eso se tapó la boca y miró hacia otro lado.
Entonces Demon susurró:

-Esta es mi comida, si te desagrada quizás te gustaría ser tú mi comida...Tranquila solo bromeo...aun que me muero de ganas.

Todo parecía estar saliendo bien aun que la princesa estaba algo asutada y preguntó:

-Después de esto ¿me dejarás en paz? yo...no quiero problemas con ningún vampiro.

-Me temo que me resultais demasiado interesante, princesa os seguiré de cerca y estaré atento a todos sus movimientos y le aconsejaría que mantuviese a raya a ese ángel.

Una vez terminada la cena Demon volvió a dejar en el castillo a la princesa aun que esta vez directamente por su balcón.
Al entrar en su habitación Angelus estaba allí y le dijo:

-¿Estás loca?¡Estabas con un oscuro! ya me temía lo peor, no se como has podido ser tan imprudente, mañana me lo contarás todo sin excusas y se acabó el salir del castillo sola,tu madre me mataría si se entera.

Angelus cerró las ventanas y se quedó toda la noche vigilando a la princesa, si ese vampiro volvía tendría problemas.

Un amor prohibido pero diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora