Reino Hares

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En la mañana los dos continuaron su camino, Angelus estaba feliz pero aún estaba en alerta pues sabía qie cuando un vampiro se obsesionaba con algo no lo dejaba escapar con facilidad.
Mientras ambos ivan en el carruaje Angelus dijo:

-Princesa cuando lleguemos al siguiente reino iremos a un amigo brujo que conozco, él nos ayudará a mantener alejado a ese tal Demon por un tiempo, se que te lavó el cerebro pero diga lo que diga sé que no es bueno.

La princesa asintió con la cabeza y dijo:
-Es extraño no puedo explicarlo pero hay algo que me atrae hacia él...como si mi cuerpo entero desease obedecerle.

-Princesa, debes entender que los vampiros tienen gran facilidad para embaucar y su especialidad son las hermosas mujeres como tú, pues son mucho más fáciles de dominar, eso que te atrae hacia él no es más que su hechizo y debes resistirte por mucho que cueste.

Pasaron unas horas y llegaron a su siguiente destino, el reino Hares, como su nombre indica era un reino proveniente de la guerra, ya que su gente era facilmente ofensiva y les encantaba armar guerra por cualquier motivo.
Pero algo bueno que tenía es que contaba con un congreso de los mejores magos del mundo que lo protegían.
Una vez llegaron ambos se hospedaron en un gran templo que contenía las mejores aguas termales naturales, sus aguas eran cristalinas y bajaban desde cascadas formadas por afiladas piedras y flora totalmente morada a su alrededor, por asombroso que pareciese era totalmente hermoso.
El templo tenía multitud de habitaciones y estaba construido especialmente para los magos de aquel reino.
Al dejar su equipaje draco como si de un niño pequeño se tratase saltó a una de las piscinas de agua termales que había y mientras Gaia reia uno de los magos llegó,
él miró a la princesa de arriba abajo y dijo:

-Veo que la princesa trae una mascota, dime sabe la princesa que es ¿cierto?.
Soy Realus uno de los magos más poderosos del reino y quien os guiará en vuestra estancia aqui.

El mago lucía una larga capa azul con capucha y atuendo azul marino debajo, en su mano derecha llevaba un gran bastón con una piedra negra en la punta que brillaba de vez en cuando.
La princesa respondió rápidamente al mago y le dijo:

-Querido Realus mi máscota es un dragón se llama draco es mágico y sí sé lo que es, y encantada yo soy Gaia princesa del reino celestial.
Y él es Angelus mi guardían y acompañante.

Juntos siguieron al mago hasta una gran torre y allí había un gran libro que levitaba y un esplendor salía de debajo de él.
El mago miró a la princesa y a Angelus y dijo:

-Para probar su identidad y su tipo de mágia por favor debeis poner vuestras manos encima del libro con cuidado sin llegar a tocarlo y pronunciar las palabras rebelato.
Angelus fue el primero, al ponerlas el libro tembló y unas letras en un lenguaje extraño salió de él, entinces antes de que el mago pronunciase palabra la princesa dijo entusiasmada:

-Magia angelical de protección, ¡lo sabía!

Entonces el mago se la quedó mirando impresionado, al igual que Angelus y Realus dijo:

-¿Entendiste lo que ponía?Eso no puede ser solo los magos podemos, veamos tu magía, será interesante.

Entonces la princesa puso sus manos sobre el libro y tras unos segundos el libro sacó unas palabras ponía magia celestial y además otro tipo de magía....desconocida por el gran libro, eso los desconcertó y los tres decidieron consultar a otro gran mago Dartacan.
Cuando le explicaron lo sucedido Dartacan no daba crédito así que les pidió tiempo para investigar, mientras ellos podian dedicarse ha hacer la protección para que Demon no se acercase más a la princesa.
Realus le hizo a la princesa un collar con una estrella en el medio y en cada punta le colocó un poco de berbena, hierba mortal para los vampiros.
Una vez terminaron juntos fueron a comer al jardín pues allí habían preparado todo las sirvientas, el cielo estaba bastante negro pero Realus con un chasquido de dedos hizo que el cielo se despejase y el sol brillase como nunca eso hizo que el jardín reflejase un hermoso color rojizo y una enorme fuente brotase de la nada.
Todos después de aquel maravilloso espectáculo se sentaron a comer, pero tras terminar Dartacan llegó con noticias había averiguado por qué una parte de la magia de la princesa era desconocida para el libro.

Un amor prohibido pero diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora