22:PLENITUD

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Por un momento creyó que Daisy por algún milagro que no tuviera explicación estaba viva, pero se dio cuenta que esa mariposa era muy popular, había fotos de varias personas con ella en su piel. Así que sólo observó por un segundo a la dama que seguía dándole la espalda, a simple vista era alguien de contextura delgada, de tez blanca muy clara, un cabello color plata que llegaba justo antes del tatuaje luciendolo en todo su esplendor.

_buenas noches _dijo apenas audible, no sabía que le diría, como le preguntaría, estaba ahí por una carta escrita hace diez años..

La mujer al fin reaccionó, se puso de pie, a pesar de ser delgada, su figura era exquisita y la explotaba con ropa ajustada dejando ver curvas en lugares correctos, con su mano derecha acomodo mechones de cabellos que molestaban su frente, el Plata contrastaba perfecto con el conjunto negro que vestía, se dio la vuelta al fin mostrando su cara...

_diez años te has tardado en venir...

No hubo respuesta, no tenía conciencia, el aire se olvidó de entrar a su cuerpo, su cerebro se apago. Un fantasma ahí frente a ella, una hermosa mujer de cabello Plata la miraba sonriente, Elizabeth solo la miró debo decir que asombrada es poco, sus hermosos ojos color miel ahora estaban más grandes, su boca ligeramente abierta....

_tu... Eres tu? _al fin logró decir

_siempre he sido yo querida...

_Por qué tu...

_por qué esa ha sido mi meta en la vida, amarte siempre a ti, por mi mente paso quitarme la vida creeme, pero hubo alguien que me sacó de mi error, el hombre con el que te casaste dejaría de molestarme solo si yo desaparecía, así que lo hice, no sólo por ti, también por mi.

_pero yo.... Tu...

_cariño diez años te espere en este lugar, mi oficina está aquí, con el tiempo compre el edificio, mi casa está arriba, sabía que volverías, te vi parada muchas veces frente a la puerta, vi tu reflejo tantas veces, quise salir a abrazarte pero volvería tu vida un caos otra vez.

_reflejo?

_Elizabeth, mi hermosa Elizabeth, sigues siendo la misma niña, espero tu corazón no haya cambiado, por que yo te amo aun mas, verte aunque fuera una vez al mes era mi dicha, mi felicidad, hasta el espejo de la calle se enamoraría de ti, te vi cambiar a través del tiempo, he visto tus logros, no me hiciste caso y no tuviste hijos.

_hijos, no podría estar con ese hombre, y el lo sabía, desde que nos casamos sabía que seriamos el matrimonio perfecto ante la sociedad, pero en privado, nunca pasó nada.

_Elizabeth nunca dejaste que el tocará? _a pesar de haber un mostrador en medio de ellas, la peliplateada extendió su mano para acariciar su rostro. La caricia fue recibida haciendo a Elizabeth sentir revolotear cierta mariposa escondida debajo de su ropa.

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