Ni Juu

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Era tarde cuando Safron arribó al Palacio, las luces en los aposentos de Akane incluso estaban apagadas. Parecía que no lo esperó después de todo.

Aliviado por no tener que adularla hoy, se dirigió a sus habitaciones. A estas alturas, Shimotsuki también había vuelto a sus labores cotidianas, parado fuera de la ventana por la que el emperador solia ver en sus ratos de ocio, se sobresaltó cuando los los shoji se deslizaron revelando al otro.

—Hoy las estrellas parecen brillar mucho ¿No crees?— su voz siempre nivelada a un tono suave era incluso más aterradora que cualquier bestia gruñendo a tus espaldas. Ese sonido erizaba los vellos de la nuca tan pronto como llegaba a los oídos. A pesar de ser un frente de amabilidad, cuando la naturaleza espeluznante de este hombre salió a la superficie, nadie podría verlo nuevamente de la misma manera.

Shimotsuki dio un respingo antes de agacharse para saludar. Safron no se molestó con ello indicándole que olvidara el asunto, luego se quedó mirando el cielo por un prolongado momento antes de que Daitokuji volviera con vino de arroz y bocadillos. De manera amable, Safron le ofreció una copa al soldado quien no tuvo otra alternativa que aceptar. —Dime Ryon ¿Algún movimiento extraño?— mientras hablaba se lanzó un mochi a la boca. Sus mordiscos eran inaudibles y sus labios apenas se movían, si no fuera por el hecho de haberlo visto ingerir el pastelillo, ni siquiera pensaría que estuviera comiendo. Era escalofriante verlo con esa cara de inocente mientras le pedía cosas innombrables.

Shimotsuki se aclaró la garganta. —Para responder al emperador, no hubo nada fuera de lo normal. La emperatriz siguió su rutina de siempre, únicamente se reunió con Sentaro Daimonji para una ceremonia de té. Comió en su estudio y practicó como todos los días— el hombre informó lo que pudo ver desde lejos, eran un mero guardia que no tenía manera de deambular y perseguir a la emperatriz, no pudo ahondar en detalles que no sabía. Pero entendió las intenciones del emperador preguntándole sobre esto.

Safron ni siquiera hizo ruido al tragarse el dulce. Balanceó el líquido dentro del ochoko sin intenciones de tomarlo cuando asintió satisfecho. Él estaba probando a Shimotsuki descaradamente, aunque lo había coaccionado secuestrando a su esposa, aún tuvo que apretar más la soga de su cuello para convertirlo en alguien leal. —Así que Sentaro Daimonji— musitó pensando en quien sabe qué, su rostro no había tenido ningún cambio de expresión poniendo al otro todavía más nervioso.

—Era uno de los concubinos de su Majestad— habló el guardia a toda prisa.

—Lo sé. Era mi molesto compañero de cuarto— respondió con sencillez. Durante el período del concubinato, había compartido los aposentos con Sentaro y un hombre flachucho llamado Gosunkugi. Ambos raros, pero insignificantes a sus ojos. —Mantén tu vigilancia. Cuando sea el momento apropiado traeré a la señorita Plum para que te releve y puedas enlistarte en el ejército de guarnición— luego de esas palabras lo despidió —Ah, el licor. No te olvides de tomarlo— sonrió de forma amable. El de ojos ámbar pulió su ochoko de un trago abandonádolo en el alféizar de la ventana.

Shimotsuki no quiso beberlo, suficiente mal sabor de boca cargaba cometiendo traición. Cuando el otro se fué, regó el vino en los arbustos circundantes, lleno de culpa.

Las habitaciones del emperador se iluminaron apropiadamente una vez ingresó al dormitorio, la persona que lo esperaba dentro se acercó a velocidad en cuanto lo vio abrir los fusuma, enroscando sus brazos delicados en el torso de Safron. —Finalmente ha vuelto su Majestad— ronroneó frotando su mejilla contra el pecho varonil, aspirando el aroma de begonia que desprendía. Igual a un gato lastimero.

Safron sonrió, acariciandole la cabeza —Parece que me extrañaste mucho— musitó con voz tierna.

—Por supuesto que si. Miyo siempre espera con devoción a su Majestad. Miyo no desea ver a nadie más que su Majestad— cantó levantando el rostro para dedicarle una mirada soñadora, llena de añoranza.

Poliandría II El rapto de la reina Donde viven las historias. Descúbrelo ahora