Niyūroku

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—¿El emperador, por qué...?

—No estoy segura, en realidad. La explicación de su excelencia Gosunkugi ha sido muy vaga. No hubo mucho tiempo para que me lo dijera.

El grupo que rodeaba a la joven malherida intercambió miradas de desconcierto, Ranma no podía evitar el estrepitoso nudo que se formaba con su estómago, se pasó las palmas a lo largo del rostro, intentando no perder los estribos—. Entonces ¿Qué pasa con Akane? Quiero decir, la emperatriz —se corrigió inmediatamente. Intentando no mostrar familiaridad.

—Su Majestad ha estado sufriendo de una enfermedad desde que ascendió al trono. Un tipo de dolor agónico en el pecho que le impide respirar —comenzó a decir Sayuri—. Hace pocas semanas descubrió sangre negra, la noche del banquete de cumpleaños. Debido a... —por un momento no supo si continuar.

Esto se trataba de un secreto de estado, no podía simplemente revelar la clase de entrenamientos a los que la emperatriz fue sometida cuando era una pequeña princesa. Se mordió el labio intentando encontrar otros caminos para decirlo.

—A... —Ranma la incitó, estaba a punto de perder la paciencia que consiguió después de usar toda su fuerza.

La odalisca no supo como disfrazar el asunto con el trauma por el que atravesaba su mente, así que lo confesó de plano—. Debido a la ministración de venenos que la fallecida emperatriz ordenó en la infancia de su Majestad, sabemos que la sangre se torna negra cuando uno ingiere toxinas.

Aunque esto no se refería al tema, la verdad sorprendió a todos por igual. Incluso Genma quedó con la boca ligeramente abierta. Él conocía muchos tipos de entrenamientos, algunos más dolorosos que otros, pero ciertamente no esperó que la fallecida emperatriz tuviera el nervio para entrenar la resistencia de su propia heredera hacia los venenos.

¿Cómo se hacía eso? Por supuesto envenenando al sujeto, permitir que el veneno entre en vigor y posteriormente brindar el antídoto en un límite demasiado cercano a la fatalidad. Era un experimento cruel cuyo dolor no podía ser descrito, había toxinas que parecían un infierno en vida cuando actuaban en el sistema. Vivir de primera mano la experiencia y en repetidas ocasiones además, tuvo que ser puro tormento.

—Pero ella está embarazada ¿No? ¿Por qué Safron iba a atentar contra su propio hijo? —Ranma no quiso quedarse con la imagen de Akane siendo torturada de esa manera por su propia madre. Aunque lo recién preguntado laceraba su corazón, también tuvo un atisbo de esperanza por que eso no fuera cierto.

—Su Majestad no había compartido habitaciones con el emperador. Cuando su Majestad vio la sangre negra, me ordenó difundir rumores sobre una posible buena noticia y consumó el matrimonio al día siguiente. —La mujer tuvo que establecer todos los hechos, pudo ver como el visaje del joven delante suyo se retraía con sufrimiento. Entendiendo por fin la razón que llevó a Gosunkugi a depositar sus esperanzas en él—. Desde que la emperatriz comenzó a investigar, el primer sospechoso fue el emperador, pero las pruebas han sido demasiado ambiguas, su fachada de cuidado es impecable con ella. Aunque parece que ha estado planeando esto por años, la contendiente Kiema está aliada con él. Además planea dispersar a los ejércitos del Imperio. Se ha iniciado la guerra con Tohoku mientras un buque amenaza las costas de Kyoshu y su Majestad ha ido de incógnito a revisar la situación.

Nadie tuvo que preguntar lo evidente. Safron provenía de los rebeldes.

—¿Y qué pasó contigo? —interrogó Genma esta vez, en vista de que su hijo parecía momentáneamente mudo.

—Su excelencia Gosunkugi fue ordenado por el emperador viudo a realizar rituales de bendición en todas las alas y patios del Palacio. Fue entonces cuando escuchó del propio emperador que estaban planeando matarme a través de mi compañera.

Poliandría II El rapto de la reina Donde viven las historias. Descúbrelo ahora