Poliandría II El rapto de la reina

Niyūgo.

Era temprano cuando Akane arribó con su comitiva a los dominios del oeste, no hubo grandes bienvenidas para ella debido a la situación delicada por la que atravesaba. Aún así fue alojada en la mansión de Shampoo como invitada de honor.

—¿Cuál es la bitácora de los barcos? —cuestionó a Sasuke mientras ingresaban al estudio de la joven amazona.

—Han zarpado desde la flota imperial hacia acá como ordenó. Probablemente tarden diez días en llegar si el viento nos favorece.

—Mantén una comunicación constante con ellos.

—Como ordene.

La emperatriz se masajeó los hombros, tomando el asiento principal de la sala. Shampoo ordenó a todos sus sirvientes retirarse, encargándose ella misma de proporcionar el té.

No iba a mentir que el anuncio de Akane la tomó con la guardia baja. Quería saber un poco más sobre su decisión, exactamente qué esperaba de ella—. Su Majestad, por favor —ofreció la taza con ambas manos, intentando no mostrar su desconcierto.

Akane recibió el líquido un poco reticente. Todavía no descartaba a Shampoo como un posible envenenador pero en aras de mantener en bajo perfil las investigaciones secretas que mantenía Konatsu, se tomó la infusión—. Sobre los avistamientos. Quiero oír tu opinión personal sobre este barco.

Shampoo se aclaró la garganta adoptando un aire mucho más profesional, se dirigió a las estanterías  de la pared izquierda, extrayendo un par de rollos que resultaron ser mapas de la zona costera en Kyushu—. Su Majestad, desde que se realizó el primer avistamiento hemos estado investigando sobre los posibles responsables. Nunca hemos pensado realmente que sea una ilusión producto de rencores en el mar. Consultamos los retratos de embarcaciones realizados desde la fundación del puerto en esta zona y ninguna descripción coincide con lo que se ha visto. También, por las condiciones de la temporada y el flujo del agua, es un poco difícil pensar que provenga del Gran continente.

—¿Sugieres que vienen de otro punto?

—No estoy segura de nada. Pero gracias a los mapas deduzco que la ruta por la que suele aparecer proviene de la parte superior del archipiélago, de la isla solitaria cerca de la zona de conflicto. —Shampoo bajó un poco el tono de voz. Esto era algo que no había discutido con nadie porque involucraba mucho más de lo que ciertamente podía manejar incluso con su posición. Kyushu tenía su propia flota de defensa, pero no podía competir con una armada si realmente intentaban invadirlos con barcos de alto calibre.

Akane miró los mapas y las descripciones sobre los mismos. Analizó las rutas comenzando a sudar frío— ¿Tohoku? —Shampoo asintió lentamente ante su pregunta— ¿Por qué?

—La tribu de nacimiento de mis antepasados proviene del Gran continente. Mi familia posee un bote con el cual visita las tumbas de nuestros fundadores en cierta época del año. Conozco las rutas de movilización de los mercantes hacia este territorio y no coinciden con lo que estamos presenciando.

La otra mujer procesó la información detenidamente, encontrándose suspirando de alivio ante las revelaciones— ¿Cuántos recursos tienes para librar una batalla?

—Contamos con la flota de defensa del puerto. Ahora mismo están recibiendo entrenamiento preventivo para cualquier situación de riesgo. Nuestra armería está trabajando con las armaduras, hemos contratado algunos pesqueros y agricultores para abastecer nuestras arcas de víveres.

—Bien —Akane asintió satisfecha. Nadie que hubiera presenciado una guerra antes sería capaz de ignorar las señales. En este caso, Shampoo no lo había hecho, pero su abuela si. Debía admitir que sus tácticas preventivas satisfacían de alguna manera sus expectativas—. Además de la situación con la costa. Quiero hablar de tu nombramiento.

Al oírla, la de cabello morado se tensó sin saberlo. La emperatriz trajo el tema a la mesa como si estuviera decidido, haciéndola un poco miserable. Si bien la posición era alta y poderosa, no podía suprimir todo el desagrado que le provocaba prometer su vida a este mujer y a sus futuros descendientes. Por inercia intentó buscar signos de su embarazo aunque las capas de ropa le impidieron ver cualquier cambio en el estómago de la otra—. Todo se hará de acuerdo a los deseos de su Majestad.

—Me quedaré hasta que tengamos mayor información de los movimientos alrededor de la costa y los refuerzos vengan. Cuando vuelva al Palacio haré el decreto para llamarte y preparar la ceremonia —informó. Una vez tomada la decisión, no pensaba dar marcha atrás—. Sobre todo, quiero que vengas conmigo a la guerra que se avecina. Deja terminado cualquier pendiente antes de que te presentes en el Palacio. Después de tu nombramiento partiremos inmediatamente hacia las fronteras con Tohoku.

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La mujer a los pies de Ranma no dejaba de sollozar, sus hombros temblaban dolorosamente mientras suplicaba su ayuda. Dejándolo momentáneamente en blanco, sintiendo una especie de nudo generándose en su estómago tras oir que Akane iba a ser...

Sin medir su fuerza, el azabache se encogió para tomarla por los hombros, exigiendo— ¿Qué has dicho? ¡Repitelo!

Sayuri gesticuló dolor, pero no importó al ver que tenía la atención del hombre, sus lágrimas surcaban todavía sus mejillas cuando nuevamente dijo—. Su, su Majestad Akane va a ser asesinada —le sabía amargo decir esto, ni siquiera en sus peores pesadilla podía imaginar un escenario tan catastrófico. La chica se sentía impotente e inútil porque ella misma no podía hacer nada por su soberana. Había apostado todo a esta estrategia.

—¡¿Quién te lo ha dicho?!

—Ranma. Hijo, cálmate, la estás asustando —musitó Genma, si el tono de voz del muchacho continuaba así, entonces llamarían la atención de otras personas. El mayor comprendió que ante una revelación como esa, fue delicado hablar del tema.

Sayuri no mostró oposición cuando fue arrastrada hacia arriba de forma brusca, los gimoteos continuaron mientras el mayor ofrecía una banca para ella. Estando ahí se removió la capucha que regresó a su cabeza mientras imploraba, dejándolos ver con mayor detalle su demacrado rostro, el cabello de aspecto hirsuto y los cortes en sus mejillas. Ranma estaba a punto de exigir sus respuestas, hasta que Rouge se adelantó para ofrecerle agua de su propio odre—. No te precipites Saotome. Deja que tome un descanso —la interlocutora sorprendió al resto con su acto de bondad. Posteriormente desenterró un níspero maduro de su bolsa para dárselo también.

Ella conocía la zona de bosque alrededor de este lugar, entendiendo porqué incluso los puntos de control del gobierno eran distantes y escasos entre sí a pesar de que esta tierra albergaba a los condenados de crímenes blancos. La razón fue la hostilidad del bosque y peñascos que rodeaban este sitio, nadie sin el conocimiento adecuado podría sobrevivir a la implacable naturaleza en profusión silvestre. No sólo albergaba depredadores, también plantas e insectos venenosos que se camuflaban perfectamente con el entorno. Un descuido y la vida de cualquiera podría terminar fácilmente ahí.

A juzgar por el aspecto de esta chica, debió tener un camino extremadamente difícil.

Sayuri no quería admitirlo, pero se encontraba sedienta y con hambre, el camino hasta acá era agotador, ni siquiera con sus excelentes habilidades fue capaz de tenerlo fácil. Sus manos se movieron solas cuando llevó la fruta hasta su boca con desespero sintiendo alivio cuando la dulzura abrazó su lengua. Al notar su estado famélico, el de la trenza decidió no presionarla apesar de sus propias entrañas comenzando a revolverse. Algunos tragos de agua más tarde, la escolta de Akane finalmente pudo recobrar un poco de su compostura.

—Ahora ¿Crees que puedas contarnos lo que sucede? —inquirió Genma con suavidad. Había estado recibiendo información de Rio durante los últimos días, no era extraño que atentaran contra la vida de Akane o hacia su bebé, pero sin duda resultó impactante que alguien viniera a buscar a su hijo por ayuda.

—Es... Es el emperador. Quiere matar a su Majestad. El shinsoku Gosunkugi me ayudó a escapar de un asesinato en mi contra y me pidió venir a buscarte.

Continuará...