Enchanted | Benedict Bridgerton |

True love

Taylor caminaba entre los puestos buscando partituras y plumas pues había agotado las que tenía, Lucy caminaba detrás de ella mirando con asombro todos los puestos, Taylor la miraba de vez en cuando con una sonrisa.

—Acércate Lucy.

Lucy caminó hasta ella y Taylor la tomó del brazo ¿Qué caso tenía seguir con esa apatía por Lucien? Era sólo un hombre y a pesar de la mala jugada que le hizo, Taylor era consciente de que Lucy no tenía la culpa, ella sólo quería trabajar para tener una mejor vida y si Taylor podía ayudarla a expandir sus conocimientos, lo haría.

—¿Te gustan las plumas?

—Nunca había visto plumas tan finas. — dijo con una sonrisa.

—Sí, son bellísimas, aunque he de admitir que no me gusta usarlas, a Lily le encanta traerlas en el cabello, pero no son mi estilo.

—Creí que eran para escribir.

—No todas, puedes identificarlas por la punt-

—Señorita Queen.

La voz de Anthony interrumpió a las damas que lo miraron desconcertadas. Taylor no quería decir que tuviera una mala relación con el vizconde, pero ciertamente no era del todo amistosa, por lo que le resultaba extraño que la buscara.

Se acercó a él y le extendió su mano y él la besó.

—Lord Bridgerton.

—¿Está teniendo un agradable día?

—Absolutamente, mi lord ¿A qué debo su agradable compañía?

—Quería invitarla a la demostración de boxeo de esta tarde.

—¿Disculpe?

La expresión de sorpresa de Taylor logró sacarle una sonrisa muy sutil a Anthony, levantó su mano para tranquilizarla y después la corrigió.

—No me he expresado bien, me refiero a que la invito a asistir para apoyar a su primo.

—Discúlpeme pero no lo estoy entendiendo.

—El príncipe me ha pedido que lleve a Daphne para poder tener un momento con ella y me gustaría que usted asistiera también para que mi hermana se sienta más cómoda.

—Está diciendo que me necesita. — dijo al borde de una sonrisa burlona.

—Estoy diciendo que usted es amiga de mi hermana y creo que ella se sentiría aliviada con su presencia.

Taylor le sonrió y tocó su brazo delicadamente.

—No se preocupe, ahí estaré.

—Se lo agradecería mucho.

Anthony hizo una pequeña reverencia y de giró para irse, pero Taylor lo detuvo.

—¿Puedo darle un consejo, mi lord?

Anthony se giró hacia ella y Taylor caminó para alcanzarlo y no tener que alzar la voz.

—Por supuesto.

—Sé que usted y yo pensamos muy diferente, pero por favor no crea que tiene que decidir por Daphne, ella tiene la capacidad de tomar sus propias decisiones, ella sabe lo que es conveniente, recuerde que esto se trata del curso del resto de su vida, Daphne tiene derecho a decidir sobre su futuro.

Anthony se quedó perplejo ante las palabras de Taylor, ya le había dicho algo parecido en el pasado y lo había tomado extremadamente mal, sabía que Taylor era impertinente y le gustaba meterse en asuntos ajenos, pero no podía negarle la razón, porque a pesar del carácter tan diferente que tenían, ambos se preocupaban por Daphne, tal vez esa era la razón por la que decidió escucharla esta vez.