Enchanted | Benedict Bridgerton |

Forever's gonna starts tonight

Queridos lectores.
Un nuevo escándalo ha sido protagonizado por la Señorita Queen en el baile de los Duques de Hastings, pero esta autora se rehúsa a informar más hasta no tener todos los datos, sólo espero que no me decepcione.

-Lady Whistledown

Lucy podía notar lo distraída que se encontraba Taylor, desde hace ya un par de días había estado ausente, ella tenía que llamarla en repetidas ocasiones para que Taylor hiciera caso y a pesar de que esta actitud ya era común en la rubia, Lucy no podía pasar por alto la marea de emociones que atravesaban sus ojos, a veces era tristeza, a veces decepción, incluso por instantes podía notar ira y frustración, pero no se atrevía a decir nada, pues Taylor estaba bastante irritable, le había hablado de una manera hostil en un par de ocasiones y aunque se disculpaba al instante, lo último que Lucy quería era otro grito de ella.

Ahora estaba cepillando su cabello mientras Taylor releía una carta de Benedict, Lucy estiraba el cuello intentando leer pero no alcanzaba a ver más que un par de palabras que no le decían nada.

—Escucha esto Lucy. — dijo Taylor. — Querida Taylor. He intentado buscarte en tu hogar, pero siempre recibo una negativa, odio la idea de que tu familia me prohíba verte, me carcome pensar que ya no quieres saber más de mí y me mata pensar que no te permiten acercarte a mí. — se giró hacia ella y la miró con el ceño fruncido. — ¿Tú sabes algo sobre esto?

—No, señorita.

—¿Estás completamente segura?

—Por supuesto. — dijo segura. — Es del Señor Benedict ¿Cierto?

—Sí... encontré sus cartas en un cajón de mi abuela y honestamente no sé qué pensar.

Lucy le dio una respuesta, lo sabia porque la vio mover los labios, sin embargo no había escuchado nada, su corazón necesitaba respuestas y sólo su abuela podía dárselas. Se levantó del banco y caminó hasta su habitación, tocó la puerta y su abuela la dejó pasar enseguida.

—¿Puedo ayudarte en algo? — preguntó desde un sofá que daba hacia la ventana.

—Quiero respuestas. — dijo con una frialdad que incluso a ella le sorprendió.

—Para eso primero tienes que hacer una pregunta.

—Bien, te haré una pregunta. — dijo acercándose a ella. — ¿Por qué tenías esto entre tus cosas?

Le dejó caer la carta sobre el regazo, su abuela la tomó con tranquilidad y comenzó a leerla, Taylor la miraba desesperada, odiaba verla tan tranquila cuando ella ya le había confesado que lo amaba.

—¿Ahora esculcas mis cosas? — dijo mirándola con pereza. — ¿Qué clase de personas frecuentas?

—Respóndeme.

—Las guardaba por tu seguridad.

Eso hizo explotar a Taylor, su abuela no pensaba en su seguridad, ni en la de Lily o en la de nadie, ella siempre pensaba en sus propios intereses y Taylor odiaba sentirse tan sólo un peón en su juego.

—¿Mi seguridad? ¿O la seguridad de que me case con el príncipe?

—No veo la diferencia.

—¡Deja de actuar como si fuera un objeto!

Su abuela se levantó dejando caer la carta al suelo, se acercó hacia Taylor y ella pudo ver como pisoteaba el papel en el suelo.

—¡Bien! ¿Quieres la verdad?

—¡Sí!

—Sí, guardé las cartas porque un simple artista jamás se va a comparar con un príncipe y Benedict jamás estará a tu altura.