Everything has changed

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Hyacinth corría por los pasillos mientras era perseguida por Gregory, ambos habían inventado un extraño juego en el que tenían que atraparse el uno al otro, así que la menor corrió a esconderse en el estudio de Benedict, abrió la puerta y se encontró con su hermano mayor moviendo sus pinturas de un lado a otro.

—¿Hermano?

Benedict la miró sorprendido y enseguida puso boca abajo un pequeño lienzo que tenía sobre una mesa, su hermana no necesitaba ver la clase de pinturas que hacía en miniatura.

—Hyacinth ¿Qué haces aquí? — preguntó curioso.

—Me estaba escondiendo. ¿Qué estás haciendo?

Benedict le dio una mirada a su estudio, llevaba al menos 3 horas encerrado tratando de acomodar el espacio para Taylor, pues quería que todo estuviera listo para cuando ella llegara, pero no le diría eso a su hermana pequeña, no le diría que estaba nervioso y las manos le sudaban, que una parte de él, la cobarde para ser específicos, quería que Taylor nunca llegara, pero otra parte, la que ganaba, estaba emocionado como un niño porque Taylor viera sus cuadros y que tal vez su opinión tenía más peso del que imaginaba.

—Limpiaba.

—Tú nunca limpias. — dijo desconcertada.

—Nunca es tarde para empezar una nueva actividad.

Justo en ese momento entró Taylor en el estudio acompañada de uno de los mayordomos que anunció su llegada al mismo tiempo que Benedict cruzaba mirada con ella.

—¿Interrumpo? — preguntó con una sonrisa.

—Nunca. — respondió Benedict al mismo tiempo que daba zancadas para llegar a ella y besar su mano desnuda.

Taylor le sonrió y dejó que Benedict la guiara al interior de su estudio el cual a simple vista estaba acomodado a modo que pareciera una pequeña galería provocando una sonrisa llena de ternura en Taylor.

—Que descortés soy. — dijo Benedict reparando en la presencia de su hermana. — ¿Ya le he presentado a mi hermana?

Hyacinth caminó hasta Taylor y le extendió la mano con una sonrisa, la rubia le devolvió el gesto y agitó su mano.

—Hyacinth Bridgerton.

—Taylor Queen.

—Es más bonita de lo que mi hermano dice.

—¿Eso cree? — dijo mientras le lanzaba una rápida mirada a Benedict.

—Sí, mi hermano dijo que era guapa, pero yo creo que es hermosa.

Taylor le sonrió con ternura y aunque Benedict también le sonrió, no pudo evitar el sonrojo de sus mejillas.

—Hyacinth, ¿Por qué no vas con madre a tomar el té? — dijo entre dientes.

—Pero, hermano... — se quejó Hyacinth.

—Ahora.

Hyacinth le hizo una mueca a Taylor pero ella sólo soltó una risita.

—Ya tendremos tiempo para conversar, si un día me invitas a tomar té.

—Encantada.

Entonces se fue dejando a Taylor y Benedict solos, que cerró las puertas para impedir otra interrupción. Se giró hacia Taylor que pasaba los dedos por el escritorio en el que Benedict tenía sus cuadernos de dibujo, pues le pareció una falta de respeto darle un vistazo a su trabajo antes de que él pudiera presentárselo. Benedict se acercó a ella y fijó la mirada en el cuaderno que tenía abierto, era un dibujo simple en primer plano de Eloise tomando té, pero Taylor lo miraba con detenimiento, cada trazo y cada relieve, ella no sabía mucho de arte, pero sabía reconocer cuando algo salía con tanta naturalidad.

Enchanted | Benedict Bridgerton |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora