Enchanted | Benedict Bridgerton |

Don't get attached

Queridos lectores:
Esta autora necesita darle un respiro a nuestra batalla por la señorita Taylor por un momento, pues hasta el momento no ha habido ningún acontecimiento que merezca mención alguna; sin embargo, he de informar que la nueva Duquesa de Hastings ha regresado a Londres, pero sin la compañía del Duque, ¿Estamos ante la primera discusión matrimonial?

-Lady Whistledown.

Taylor se había pasado los siguientes 7 días evitando a su familia, se la pasaba encerrada en su habitación, le llevaban todas sus comidas ahí, salía al jardín cuando todos estaban ocupados y fingía tener cosas importantes que hacer para librarse de las conversaciones incómodas.

El resto de los Queen parecían estar bien con esto, pues nadie se atrevió a cuestionarla ni a molestarla, excepto Lily que no soportaba la ausencia de su hermana, le había dado su espacio y había intentado no molestarla, pero ya estaba harta, entendía si no quería ver a su abuela, todos sabían lo fastidiosa que podía llegar a ser, pero ella era su hermana, al menos podía confiar en ella, así que entró en su habitación mientras Taylor tomaba el té y se sentó junto a ella.

—Ya me tienes harta. — dijo Lily en cuanto se sentó.

—¿Ahora qué hice? — preguntó Taylor confundida.

—¡Nada! No haces nada, es exasperante.

—Bueno, agoté mis horas sociales, quiero estar sola.

—Sabes que no es eso, te la pasas triste todo el tiempo, ¡Por Dios, Taylor! Tienes al príncipe comiendo de tu mano ¿Cómo puedes ser triste así?

Taylor tuvo que recordarse a sí misma que su hermana era ajena a toda la situación, no era su culpa que ella estuviera entre la espada y la pared, así que se limitó a sonreírle sin intentar contradecirla.

—No quiero hablar, Lily, te lo suplico.

—De acuerdo, no hablemos, sólo déjame estar aquí.

—De acuerdo.

Taylor le sirvió una taza de té a su hermana y ella la aceptó en silencio, ambas de dedicaron a beber de sus tazas sin decir nada, no había necesidad, Taylor no sabía lo mucho que necesitaba sentirse acompañada en estos momentos, que alguien se sentará con ella con sinceridad, no con intención de conseguir algo de ella, todos esperaban algo de Taylor y ella simplemente sentía que era demasiado débil para todo eso.

Los minutos pasaron y una extraña sensación de calma llenó a Taylor por unos instantes, miró a su hermana y le ofreció una sonrisa sincera, ella le devolvió el gesto y ambas siguieron en silencio, pero juntas, como siempre había sido.

La puerta de su habitación fue tocada y Robbie entró después de que Taylor lo autorizara, las hermanas le sonrieron a su mayordomo y él hizo una reverencia para después dejarle una carta a Taylor quien le agradeció y examinó el papel con curiosidad; Lily se había acercado a ella y miraba la carta con la misma confusión que su hermana.

—¿De quién es? — preguntó Lily.

—Tiene el sello de Simon. — respondió Taylor mientras buscaba algo para abrirla.

—¿Una carta? ¿De Simon? ¿Simon te escribió? — dijo con una mezcla de confusión e indignación.

—No lo sé... — Abrió la carta y en seguida reconoció la letra. — Es de Daphne.

—¿Qué dice?

"¿Cómo pudiste hacerme esto? Pensé que éramos amigas. Pero no puedo culparte, seguramente él te pidió guardar el secreto y eres su hermana, naturalmente ibas a preferirlo a él.
Ya sé todo, Simon sí puede tener hijos, sólo no quiere tenerlos.
No sé qué sucederá de ahora en adelante, pero es preciso que sepas que volveré a Londres y espero que podamos reunirnos en mi hogar a penas llegue."