Enchanted | Benedict Bridgerton |

Losing her forever

Queridos lectores:
Parece que la batalla que hemos documentado los últimos días está a punto de llegar a su fin, pues la Señorita Taylor ha aparecido en el baile con una joya real y del brazo del príncipe, por desgracia el segundo Bridgerton no tuvo oportunidad de bailar con nuestra dama en apuros y aunque el final de esta historia parece predecible, esta autora aún guarda la esperanza de un giro inesperado.

-Lady Whistledown

La cabeza le dolía y Taylor ya no sabía si era por el llanto o por el apretado peinado que Lucy le hacía, ordenes de su abuela para que luciera el nuevo regalo del príncipe.

No había visto a Benedict desde aquella despedida, ni siquiera se había atrevido a acercarse al hogar de los Bridgerton, últimamente se había vuelto una experta en evadir las apariciones en público, Lucy había notado un terrible cambio en ella, no sólo en su estado de ánimo, sino en su físico pues los vestidos comenzaban a quedarle grandes debido a que casi siempre dejaba los platos intactos y el cabello comenzaba a caerse con más frecuencia, su lady estaba cayendo en un hoyo del que nadie podía sacarla y eso a Lucy comenzaba a preocuparle.

—¿Emocionada por el baile de hoy? — preguntó mientras terminaba su cabello.

—Pensar en mi funeral me emociona más.

Lucy soltó una pequeña y tímida risa que hizo sonreír a Taylor.

—Que cosas dice, señorita.

—Te aseguro, Lucy, si estuvieras en mis zapatos dirías lo mismo.

—¿Algo que quiera compartir?

Taylor lo meditó un momento, miraba a Lucy sacar su nuevo collar de la caja y lo colocaba con delicadeza sobre su cuello.

—El príncipe es todo un caballero. — dijo finalmente. — Y en verdad me esfuerzo por sentir algo, pero no sé por dónde empezar.

—Tal vez deshaciéndose del saco del señor Benedict.

Taylor soltó una risa amarga y bebió del té que tenía sobre el tocador.

—No tengo la fuerza para hacerlo, es como si lo traicionara.

—Entonces deshágase del collar.

Taylor miró a Lucy a través del espejo y descubrió a su dama giñandole el ojo en complicidad, a estas alturas era la única persona con la que podía sincerarse respecto a sus sentimientos.

—No había pensado en el asesinato como una opción.

—¡Señorita! — rio Lucy mientras el rostro se le tornaba rojo.

—Tú lo propusiste. — dijo riendo.

—Sabe que eso no era a lo que me refería.

La risa de Taylor se volvió más escandalosa mientras se levantaba del banco para mirarse en el espejo de cuerpo completo y una vez que vio su reflejo, su sonrisa desapareció, ella lucía preciosa, debía admitir que se veía mucho más guapa que otras veces, Lucy había hecho un excelente trabajo con su cabello, los zafiros del collar lucían preciosos y combinan a la perfección con su vestido, definitivamente se veía hermosa y aún así Taylor no pudo evitar sentir asco, le daba asco la persona en la que se había convertido, alguien que se casaba por conveniencia, para conseguir una mejor vida para su hermana, para quitarse a su abuela de encima, no porque realmente ansiara vivir con el príncipe, ella estaba dispuesta a casarse con él, ser una buena esposa, cumplir con las nuevas responsabilidades que tendría y ser completamente infeliz por ello, ¿En qué momento su vida se había vuelto tan patética?