11. Freud o Floyd

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Lucy

Oficialmente se acabaron mis vacaciones. Termino de empacar porque mañana temprano regreso a California con Gis y luego iré a Nueva York a trabajar. No puedo creer que ya pasó todo un mes. Realmente el fin de semana en España fue mi parte favorita de estas vacaciones. Ya transcurrió una semana desde entonces y Nico ha estado más contento de lo usual. Lastimosamente él tiene que regresar a sus clases y no podrá venir con nosotras. Aunque de todas maneras, solo estaré dos días en casa de mis padres.

Además ya es tiempo de regresar al gimnasio, me he descuidado este mes por simple pereza y con una carrera donde la estética lo es todo, tengo que mantenerme en forma. Aunque realmente no es tan importante solo por esa razón, también para mi mentalidad y salud. Practicar con el saco de boxear siempre me ayuda a liberar todo mi estrés y ansiedad acumulada.

Cierro mi maleta y salgo hacia el salón del apartamento, Gis permanece en el sillón, con las piernas alzadas, abrazando sus rodillas y su vista perdida. Me siento a su lado, ganándome su atención y ladeo la cabeza para verla mejor. Últimamente ha estado así, apagada y algo triste, más específicamente desde el viaje, no sabría decir las razones, no dice nada cuando le pregunto. Nico también ha notado esto, pero no sé qué piensa al respecto.

-¿Ya terminaste de empacar? -le pregunto.

-Sí, espero no dejar nada.

-¿No quieres irte todavía, cierto?

Niega con la cabeza.

-Me la he pasado muy bien, aunque extraño a papá y a los gemelos.

-Seguro tienes mucho que contarles de estas vacaciones, si es que no se lo has dicho todo.

-Sí, de hecho. -mira al frente nuevamente sin soltar sus piernas. -Las vacaciones de verano se me han ido volando, debí aceptar faltar la primera semana de clase, pero no quiero perderme de ciertas cosas, es mi último año.

-Realmente el tiempo pasa muy rápido.

-Sí, ya me tocará postularme para las universidades.

-¿Ya pensaste a cuáles aplicar?

-Quiero probar si me quedo aquí en Londres... pero ya no sé si estoy totalmente segura.

-¿Por qué?

-Porque no sé qué camino tomará Nico cuando se gradúe, para lo cual falta poco, pero lo más probable es que él regrese a Estados Unidos y me da miedo quedarme sola.

-No estarías sola, tienes a Pey, Ethan...

-Me lo pensaré mejor, todavía me queda tiempo. -me interrumpe.

-Sí, supongo que con tus notas podrás entrar en cualquier universidad que quieras.

-¿Nos vamos? -Nico sale de la habitación.

Ambas nos ponemos de pie y tomamos rumbo hacia casa de Ethan en donde su mamá nos tiene preparada una cena de despedida a mí y a Gis. Al menos yo, espero volver pronto.

Una vez llegamos, Ethan es otro raro, está más callado de lo usual, y eso que él habla por los codos. Ha estado así el mismo tiempo que Gis y no sé si solo sea coincidencia. Intento no prestarle atención, al menos mientras cenamos, pero es bastante evidente.

-Nico. -le llamo a mi novio en un susurro mientras le pincho el muslo con mi dedo por debajo de la mesa.

-Dime.

-¿Realmente no sabes qué le pasa a Gis o a Ethan?

-Ni idea, ninguno me ha dicho nada, pero sospecho que algo pasó la última noche en el hotel de España. -él me susurra devuelta y gira su cabeza para ver a los susodichos.

Siempre Juntos Chicos (SC Libro #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora