30. La elección

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Dan

Observo por quién sabe qué vez mi teléfono sin ver ninguna notificación de Thaly. Llevo sin verla hace semanas, lo cual es muy extraño, no ha respondido mis mensajes ni tampoco la he visto en el skatepark. Ella no desaparece así como así sin explicación alguna. La última vez que la vi fue cuando me perforé las orejas, estaba bien. Sigue subiendo cosas a redes, pero más allá de eso, nada, no creo haber hecho algo que la haya molestado como para que quiera evadirme.

Corro escaleras abajo en busca de mi hermano. Él se encuentra jugando videojuegos en la consola. Le lanzo un cojín haciendo que suelte el control. Me observa confundido antes de pausar la partida.

-¿Qué? -pregunta y yo me cruzo de brazos.

-Thaly me está ignorando.

-¿Y por eso tienes que desquitártelas conmigo? -alza una ceja. Suspiro y me lanzo a su lado en el sillón.

-Es que es raro, no me responde desde hace como dos semanas, se conecta, sube cosas, pero mi chat está vacío.

-¿Qué le hiciste?

-¿Por qué crees que yo le hice algo?

-Eres Dan, impulsivo, egocéntrico y despreocupado. Siempre se puede esperar algo malo de ti.

Abro la boca ofendido, pero decido no opinar al respecto.

-No vine a hablar de mí y no, no he hecho nada, no que yo sepa.

-¿Estás completamente seguro?

-¿Qué insinúas? -lo fulmino con la mirada, él se acomoda las gafas.

-Pueda que sepa por qué ella te está ignorando.

-¿Lo sabes?

-Lo sospecho, pero no te puedo confirmar nada, mejor pregúntaselo a ella misma.

-Pero te acabo de decir que no me contesta los mensajes.

-Sabes dónde vive ¿no? Ve a verla y pregúntaselo en persona. -Se encoge de hombros y reanuda la partida del juego.

-¿Y si me acompañas?

-Es tu problema, no el mío.

-Por favor, soy tu gemelo. -le ruego y le sacudo el hombro. Él suspira y vuelve a pausar la partida.

-No creo que yo estando ahí te beneficie en algo.

-Estarás ahí para darme apoyo moral.

-Iremos mañana, ¿bien?

-Eres el mejor. -digo y lo abrazo fuertemente por el cuello, logrando que casi se le caigan las gafas. Las atrapo en el aire y se las entrego con una sonrisa, él no me la devuelve, pero no dice nada más.

***

Toco el timbre de la casa y siento que estoy temblando aunque no debería hacerlo, pero me encuentro nervioso porque no sé qué va a suceder o cómo va a reaccionar Thaly cuando me vea. Ni siquiera sé qué es lo que exactamente le diré, no quiero sonar estúpido y decir algo como: "Hola, ¿puedes decirme por qué me ignoras? No me gusta que lo hagas". Veo a Dylan atrás de mí, me ve con una mirada intranquila, sé que no quiere estar aquí, aun así, él es mi mayor apoyo en todo y lo necesito por si esto sale mal.

Nadie abre, eso me pone aún más nervioso.

-¿Será que no hay nadie? -Mi hermano me pregunta.

-Solo... esperemos unos minutos. Tocaré de nuevo. -digo y en cuanto estoy por volver a presionar el timbre, la puerta finalmente se abre, pero no es Thaly quien atiende, sino André, su hermano mayor.

Siempre Juntos Chicos (SC Libro #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora