Dylan
Todo en mi vida amorosa comenzó luego de aquel baile de fin de año cuando conocí a Chester. Me hubiera gustado conocerlo desde antes, pero él no se atrevió a hablarme hasta ese día. Durante ese verano, decidí darle una oportunidad a las cosas, sabiendo que le gustaba. Le dejé en claro que no pensaba mucho en el amor y que no puedo mandar a mi corazón. Él aun así aceptó. Tuvimos varias citas, la playa, el parque, helados, cine y mi favorita: la feria. Allí ocurrió mi primer beso, con él, por supuesto. Estábamos en la orilla del muelle, luego de bajarnos de la rueda de la fortuna, apoyados en la barandilla viendo el escandaloso mar. Él se me acercó, pero retrocedió de inmediato y no me dejaba de ver constantemente. Siempre lo hacía, le gustaba mirarme, sin embargo en esta ocasión, veía muchas dudas en su rostro.
-¿Qué sucede? -Le pregunté.
-No, nada, solo te miraba. -Fue lo que respondió y nuevamente vio mis labios.
Me coloqué tras él e hice que volteara a verme, quedamos frente a frente, mis manos a los lados de sus caderas, aferrándome a la barandilla detrás de él. Me reí ligeramente ante su espanto al tenerme tan cerca. Me considero lo suficientemente atractivo para no asustarlo, pero sin duda lo ponía nervioso.
-Sé que quieres besarme. -Le dije, ya que durante toda la cita parecía querer dar el paso, más no se atrevía por el miedo a mi rechazo.
Él muy apenado aceptó que era así, con la mirada baja.
-No sabía cómo reaccionarías si lo hiciera.
-Podemos averiguarlo. -me reí nuevamente y procedí a besarlo.
Fue un beso corto, pero creo que para él fue significativo.
Chester estaba muy apenado, pero a gusto, supongo le gustó que yo tomara la iniciativa.
Admito que durante ese verano le agarré cariño, nos la pasamos muy bien. Hubo un par de besos después de eso, pero esos meses de vacaciones no fueron suficientes para solidificar algo. Además, él se mudaría antes de comenzar clases. No era conveniente para ninguno, quedamos como amigos. Hasta hoy en día hablamos de vez en cuando, quizá él fue quien sufrió más, sin embargo ha seguido con su vida. Me contó que tiene pareja.
Después de él, no me interesaban mucho otras personas, volví a la rutina de siempre, la cual implicaba cuidar de mi hermano en sus fiestas. Aunque no me gustara, para evitar el aburrimiento, tuve que aprender a socializar más.
Comencé a unirme a los juegos típicos de fiestas, todos los que no incluyeran alcohol o drogas, claro. Ahí, conocí a varias personas. Puedo ser muy sociable si me lo propongo.
Recuerdo un día pensar "Hoy me dejaré llevar" y me metí al ridículo juego de la botella. Allí, besé a unas cuantas personas. Por cómo estaba acomodado el círculo, eran en su mayoría, chicas y no me pareció la gran cosa. Pero aquí destacó el único chico que sugirió revolver un poco las cosas. Este era Louis, sospecho que lo hizo porque quería besarme en primer lugar.
Logró su cometido.
Y no solo logró besarme, sino también llamar mi atención. Comencé a verlo en diferentes lugares, nos hicimos amigos cercanos hasta el punto de contarnos cosas privadas.
-Ya nos besamos una vez, supongo que hay confianza para tocar estos temas. -me dijo una vez.
Aún me río porque siempre sacaba ese tema del beso a flote para justificar su cercanía y muestras de afecto.
Supongo que se aprovechó de mi inocencia romántica para acercarse a mí de esa manera. Así que, comenzamos a vernos en lugares más alejados en las fiestas y a besarnos en los pasillos cada que había oportunidad.
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Siempre Juntos Chicos (SC Libro #3)
Teen FictionLIBRO #3 "SAGA CHICOS" Tres años después del incidente que le puso pausa a su vida normal y cotidiana, Lucy regresa con una mejor versión de sí misma. Ahora es una Lucy de 22 años, una recién graduada de la universidad y una de las caras principales...