23. Chistocito

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Lucy

Ellie se cruza de brazos mientras me ve, lleva así largo rato, Hazel ni siquiera le presta atención, está en el asiento de copiloto muy ocupada con sus asuntos y el chofer cara de piedra se concentra mucho en la carretera.

-No puedo creer que me engañaras de esta manera. -dice finalmente después de largo silencio.

-No te engañé, te dejé en claro que quería que me acompañaras a una sesión de fotos.

-¡Pero no me dijiste que la sesión de fotos era para De Santis!

-Detalles.

-Lucy, entiende que no eres un buen cupido, realmente eres terrible en eso, no quiero ver a Romeo.

-Ya te dije que mis intenciones no son meramente para el ámbito romántico. Recuerda lo que hablamos.

-Realmente me pones muy difíciles las cosas. -suelta sus brazos y hace un puchero.

-De hecho, te las estoy dando en bandeja de oro.

-Pero no quiero tus bandejas de oro.

-Sí, lo que tú digas. No es como si no le respondieras los mensajes.

-Solo no quiero ser grosera.

-Eventualmente caerás. -murmuro y recibo un pellizco de su parte.

Llegamos al lugar acordado, prácticamente bajo a Ellie de empujones. Ella muchas veces me acompaña a este tipo de cosas, le gusta involucrarse en mi trabajo, por eso he notado lo mucho que adora la moda. Espero que la dejen pasar, en todo caso, supongo que Romeo puede hacer algo al respecto, de todos modos él es casi que el jefe por ser el hijo mayor De Santis.

Subimos hasta el último piso mientras Hazel me indica el itinerario de hoy, será bastante pesado, tuve que tomar un día libre de la oficina de Modelou, comienzo a pensar que mi manager tiene razón en que no lo necesito. Falto mucho para hacer trabajos, muchas veces salgo más temprano, otras veces empiezo tarde. Eso empieza a molestar a muchos, ya que si hicieran lo mismo, ya estarían despedidos.

Sigo considerando renunciar, no por el qué dirán o por darle la razón a Hazel, mi orgullo no me lo permite, mi mayor causa es que siento que estar cargando con dos trabajos, los cuales se cruzan mutuamente con horarios es sumamente agotador. Ya no tengo tiempo para mí misma, mis días se han convertido en una rutina de más y más trabajo. Comienzo a cansarme.

-Señorita Roberts, llega justo a tiempo, pase a los vestidores para el maquillaje. -Alguien de producción me dice en cuanto llego. La mirada de la mujer se posa en mi amiga y frunce las cejas. -No reconozco tu rostro, ¿eres parte de las modelos o de producción?

-Es mi acompañante. -me adelanto a decir.

-No estaba previsto ningún acompañante. -dice revisando su iPad.

-Sí, se los informé por la mañana, ¿acaso no están al pendiente? -Hazel la cuestiona dando un paso adelante. Sus altos tacones de aguja hacen eco contra el suelo y eso pone nerviosa a la mujer.

-Oh, bueno... no soy la encargada de eso... no me informaron nada.

-Pues deberían mejorar el aspecto de la comunicación en este lugar, no puedo creer que sean así de descuidados, tienen suerte de ser partícipes en esto y no ser despedidos el primer día.

-Intentaremos mejorar, señora... pasen a... camerinos. -dice con la cabeza baja y señalándola dirección antes de retirarse.

Alzo mi mano y Hazel la choca.

-Eres la mejor. -le digo.

-Lo sé, ahora váyanse, yo tengo que supervisar algunas cosas. -asiento en respuesta y la veo irse.

Siempre Juntos Chicos (SC Libro #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora