Extra: Derek

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Derek

Beso una y otra vez a mi esposa mientras le repito lo mucho que la amo. Ella ríe y se aferra a mi torso, sé que no quiere soltarme, pero el sonido del interlocutor que avisa que su vuelo va a despegar, nos devuelve a la realidad.

-No quería que este momento llegara. -Dice e inhala profundamente.

-Ni yo tampoco... -suspiro. -¿Ya te dije que te amo?

-Muchas veces y yo te amo a ti. -me da otro beso, esta vez uno un poco más duradero.

Una mano se posa en mi hombro.

-Es hora, Derek. -Mi hermano mayor me dice y me resigno a soltar a Debi.

-Suerte, cuñada. -Rubén le dice.

-No la necesita. -le digo. -Sé que le irá bien.

Ella me sonríe de vuelta. No quiero llorar, pero es muy difícil no hacerlo una vez nuestras manos entrelazadas se sueltan y la veo entrar por la puerta en donde debe abordar hacia Alemania. No me muevo del aeropuerto hasta que veo su vuelo despegar por los grandes ventanales.

A mí aún me quedan unos días en California, también separarme de mi familia fue una decisión complicada, pero me motiva saber que solo será hasta que concluya la investigación. Serán unos meses muy difíciles.

-¿Sobrevivirás? -Rubén pregunta a mi lado, con las manos en los bolsillos.

-Eso creo. -suspiro y bajo la mirada.

Él se me acerca y sin preguntar, me abraza. Las muestras de cariño entre nosotros siempre han sido bastante limitadas, pero son muy reconfortantes sin importar que no sucedan todos los días. Especialmente en un momento como este donde lo necesito.

-Gracias por acompañarme. -le digo, ya un poco más calmado.

-No hay de qué, hermanito. -Él me da otro ligero apretón y procede a despeinarme como si fuera un niño. Me río y lo aparto, aunque soy el segundo mayor, soy un par de centímetros más alto que él y eso no le parece ningún inconveniente, sigue siendo el primero.

-Tardo mucho definiendo mis rizos. -le hago una mueca mientras intento acomodarme el cabello.

-Lamento haberte despeinado, princesa. -se burla de mí y luego le hace un gesto con la cabeza para que nos vayamos.

***

-No tenían que volver a hacer esto. -Les digo a mis padres una vez me he acomodado en la mesa, la cual se encuentra llena de comida, como si fuera un banquete.

-Mañana te vas, cariño, una cena de despedida nunca está de más. -mamá me dice acercándose y besando mi mejilla.

-Creí que nos estaban despidiendo a mí y a Debi el día antes de que se fuera.

-Oh, no, esa vez fue la despedida de Debi, no tuya. -Papá menea su dedo índice de lado a lado en el aire.

-Bien, lo acepto porque ya la comida está preparada y prometo no desperdiciar nada. -alzo mis manos y comienzo a zambullir la cena que mis dos padres prepararon en mi honor.

-Creo que vendré a cenar aquí más seguido. -dice Tere, acariciando su enorme vientre, al parecer, satisfecha por la comida.

-¿Te llenaste?

-Sí, Betsy y yo estamos completamente llenas, seguro no me causará antojos nocturnos esta noche.

-El otro día tuve que ir a comprar flan de cajita a las dos de la mañana y prepararlo a esa hora. -Tom dice y se ríe.

Siempre Juntos Chicos (SC Libro #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora