16. Mal de amores

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Chris

-Hola, pequeño Saltamontes. -Saludo a Azura, ella aparta la mirada de su iPad y me ve. Noto en la pantalla el dibujo en el que está trabajando y lo admiro un momento, es realmente talentosa.

-Hola, ¿Qué te trae por aquí? -me dice con su distintiva amabilidad.

-Vengo a ver si hay novedades. -digo recostando mis codos sobre el mostrador. Ella rápidamente me golpea un brazo con su lápiz.

-No te apoyes sobre el vidrio. -me regaña y suelto una risa irguiéndome nuevamente.

-No hay necesidad de usar la violencia. -hago un puchero.

-¿Qué novedad buscas? Recién me llegó mucha mercadería. -me dice, ignorando mi reclamo.

-Piercings para Hailey. -sonrío alegremente.

-Claro, para pezones, tengo algunos que le pueden gustar. -dice y se agacha para abrir la vitrina y sacar muchos muestrarios de piercings. -acero inoxidable y titanio de todos los colores y formas que desees. -me señala con una sonrisa y mis ojos se comienzan a pasear por todo lo que tengo enfrente.

Unos con forma de corazón con cachitos y cola de diablo me llaman la atención inmediatamente. Son plateados, no son muy su estilo, pero puedo imaginarla con ellos puestos y me fascina la imagen mental.

-¿Tienes estos en rosa? -se los señalo y Azura asiente sacándolos. Ahora sí que parecen su estilo. -Me los llevo. También estos. -señalo otros que tienen mariposas en cada extremo y ella los saca para meterlos en una cajita cada uno y luego en una bolsita muy bonita.

-También tengo disponibles para... ya sabes dónde. -señala bajando su mirada de manera rápida y divertida por mi torso. -Dicen que mejoran los orgasmos.

-¿Los colocas tú? -alzo una ceja.

-Podría, si prometes que no te gustará. -bromea y suelto una risa.

-Mi miembro está bien así y no creo que una pieza de metal pueda hacer que mi novia grite más de lo que ya lo hace. -sonrío orgulloso.

-Bueno, te lo pierdes. -dice tomando mi tarjeta para cobrar los productos.

-¿Qué tal todo? -digo tomando mi tarjeta y mi compra. Ella comienza a guardar los demás piercings donde estaban.

-Últimamente he tenido más trabajo, pero no es algo que me afecte demasiado. Aunque, tomar un descanso de vez en cuando no me vendría nada mal. -dice sin mirarme.

-¿Y con lo otro? -pregunto refiriéndome a mi mejor amigo.

Ella suspira.

-No lo sé...

-¿Discutieron?

-No realmente... es solo que... siento que él merece más que quedarse estancado conmigo. -cierra la vitrina, con la mirada perdida en el suelo.

-No creo que Rubén pueda tener una candidata tan genial como tú.

Eso la hace sonreír de lado, pero este gesto no llega a sus ojos.

-No sé si realmente yo sea suficiente para alguien como él. Rubén es... maravilloso y yo solo estoy llena de problemas sin resolver.

-Oye. -comienzo a decir y estiro mi mano hasta la suya que permanece en la orilla contraria de la vitrina. Me acerco y ella me permite rodearla, le doy un suave apretón, con intenciones de mostrarle apoyo, pero su rostro aún sigue estático. -Rubén te adora, lo conozco muy bien, sé que a él no le importa, le gustas desde que lo llevé a ti por aquel chupón. -eso la hace soltar una risa. -Le gusta tu personalidad, no tus problemas.

Siempre Juntos Chicos (SC Libro #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora