Imagínate. Imagina que tienes delante a la persona perfecta, a esa que te has imaginado tantas y tantas veces... Esa que si miras hacia delante, hacia el futuro, sabes que te daría la vida que quieres. Esa persona que te puede dar justo lo que necesitas para ser feliz. A veces piensas en su color de ojos, en su pelo y en la sonrisa que tendrá porque crees que no la conoces pero un día se personifica y baja a la tierra para mostrarse tal y como es. Casi siempre, nos damos cuenta en el momento en que la conocemos y pensamos "ahí es". Otra, tardamos más en darnos cuenta; por eso, la vida se empeña en recordarnos una y otra vez nuestro camino.
–¿Y de qué te vas a pedir el batido?
Miki mira la carta que está en la pared. Al fin me he atrevido y estamos en esa cita que teníamos pendiente.Era el momento, era el día. Necesitaba salir de casa y olvidarme de todos los problemas que rondan por mi cabeza para centrarme solo en una cosa: en él.
–¿Me lo estás preguntando para pedirte exactamente lo mismo que yo? ¿Tan poca personalidad tienes?
–Puede ser...
–Lo siento, no puedo ayudarte. Es mi primera vez aquí.
Su ceja se levanta porque no me cree ni una palabra. Puede que no sea la mejor actriz del mundo y reírme al decirlo no ayude demasiado o que cuando llegamos al fin de la cola, el camarero diga...
–¡Hombre, Álex! ¿Qué tal? ¿Te pongo lo de siempre?
–Tu primera vez... Entiendo... –Se ríe Miki pasando su lengua por sus finos labios.
–Con un chico. Siempre vengo con Ruby.
–Pues entonces... ¿Qué me recomiendas? –Me pregunta ladeando la cabeza al mirar la carta. –¿Mango con chocolate? Eso no puede estar bueno de ninguna de las maneras.
–Menta con fresas. Seguro que te gustaría. Es como... Lavarte los dientes y comer chicle a la vez.
–¿Y qué tal uno sencillo de chocolate?
–Di un número. El primero que se pase por tu cabeza.
Mira hacia el techo, pensativo y después me sonríe.
–¿Cuándo es tu cumpleaños?
–El 6 de febrero, ¿por qué?
–Yo quiero el número 6 y para la señorita... –Miki me mira de reojo.
–¿Cuándo es tu cumpleaños?
–El 28 de marzo.
–Hemos venido a jugar. Un 28, Romeo, por fa. Y no me digas que es una equivocación, deja que lo compruebe por mí misma. Ya sabes, en esta vida hay que innovar y blablaba.
Romeo me sonríe y niega con la cabeza. Es un chico de lo más agradable, puede que sea uno de los motivos por los que Ruby y yo vengamos tantas veces. Se da la vuelta un momento para preparar nuestros batidos y cuando ya están listos, nos los sirve.
–Yo invito. –Se ofrece Miki sacando su tarjeta.
–Si pensabas que te iba a decir que no, lo llevas claro. Se me da demasiado bien ser una sugar baby.
Cojo mi batido y le guiño un ojo antes de dar un golpe de melena y salir del local, por si acaso se arrepiente y me toca pagar. Escucho como se ríe detrás de mí; puede que él sea el chico perfecto, el chico con el que debería estar. Es guapo, inteligente, correcto. Es todo lo que está bien en esta vida.
–¿Estás preparado para SUFRIR? –Pregunto levantando las cejas de manera insinuante.
–Al 100%.
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SI TE ATREVES [EDITANDO]
Novela JuvenilEn el primer año de Universidad siempre esperar vivir la experiencia completa: fiestas, alcohol y... Chicos. O, al menos, ese es el objetivo de Álex. Lo que no entraba en sus planes era hacerse famosa por un estúpido vídeo que se hace viral en las r...