"Aprendí a estar bien estando mal."- Estás listo? - miro a su hermano el cual estaba estático mirando la puerta de la aldea que estaba a unos cortos metros de distancia-.
Konoha, tantos recuerdos, unos hermosos y otros que le dolían recordar. Esa aldea, eso recuerdos solo lo dañaban cada vez más. Pero estaba dispuesto a enfrentarlos de frente, ya tenía por quién ser fuerte. La razón de sus alegrías, sus sonrisas era su hijo.
Por el era fuerte y no se dejaría humillar ninguna vez más.
Miro a su hermano y asintió con una sonrisa, su hermano le sonrió y retomaron su camino.
Los guardias que estaban en la casilla de la entrada quedaron sorprendidos al ver a ambos Uchihas cruzaban por la grandes puestas de la aldea.
Izuna sonreía como siempre, Madara estaba con su semblante serio de siempre y por último Obito, el solo miraba todo expectante con sus grandes ojitos negros.
- Valla la aldea no a cambiado mucho - dijo Izuna -.
- Será por qué solo te fuiste por un largo y tortuoso año de la aldea - Izuna volvió y lo miro alegre - Hola Uchiha ¿qué tal fue tú viaje? - sonrió el albino-.
- Senju idiota - lo abrazo por el cuello - te extrañe, y mucho - Tobirama agarro por la cintura -.
- Y yo a ti - le beso los labios -.
- Lamento dañarles la burbuja de amor tortolitos, suelta a mi hermano bastardo - ambos voltearon a ver al mayor el cual los miraba enojado - Hola rata albina, cuánto tiempo.
- Hola erizo, sigues igual de fastidioso - lo miro sin interés, pero quedó sorprendido al ver al pequeño en brazos que lo miraba y luego le sonrió -¿Quién es ese niño? - pregunto -.
- Es mi hijo - dijo simple, al albino casi se le cae la mandíbula -.
Tobirama inspeccionó al menor de pies a cabeza, tenía un gran parecido a Madara, también una sonrisa muy bonita y tierna pero muy parecida a... Hashirama... No... O ¿Si?
Salió de sus pensamientos al escuchar unos pequeños queridos que provenían del pequeño.
- sueño mami - bostezo - dijo obviamente mal pronunciado -.
- Bueno vamos a casa, ¿Te quedas con la rata Izuna? - asintió - Okey, nos vemos luego, bye ratita.
En el transcurso al distrito Uchiha, muchas personas que estaban en las calles lo miraban con curiosidad más al ver al pequeño. A raíz de eso empezaron los rumores y especulaciones a una gran velocidad.
En todo el camino Obito iba muy cansado y bostezando, Madara al ver esto lo coloco en su pecho pequeño y empezó a sobarle su espalda.
Al llegar al distrito las personas que pasaban dirigieron sus miradas al Uchiha. De un momento a otro todos estaban al rededor de el saludando alegres por ver a su líder de vuelta.
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¿Por qué lo escondiste?// HashiMada
Romance" No hagas con el amor, lo que hace un niño con su globo, que al tenerlo lo ignora y al perderlo llora." - Pablo Neruda. holi vengo con nueva historia, no será tan larga es un proyecto que llevo rato planeando. La historia es enteramente mía excep...