- Cap 10 -

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"Es muy mío odiarlo y amarlo al mismo tiempo…"

Dos semanas después de aquellos acontecimientos que atormentaban a nuestro azabache

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Dos semanas después de aquellos acontecimientos que atormentaban a nuestro azabache.

Madara se distancia bastante del concejo, sus labores de la aldea y más de Hashirama.

Simplemente no lo quería ver, no quería tenerlo cerca, no quería verle la cara, entraba enojado con él y se sentía confundido, ya no sabía qué hacer.

Decidió no tomar misiones por el momento hasta que encuentre a alguien con quien dejar a Obito, así que Izuna se encargaría de las misiones, él no tenía ese tipo de responsabilidad.

Al menor se le fue asignada una misión de rango A para escoltar y proteger a uno de los señores feudales más importantes del país del fuego.

Así que Madara estará solo durante unas semanas.

— Bueno – le entrega el biberón a Obito – durante estos días seremos tú y yo – sonríe, mientras que toma asiento en su escritorio empezando a leer varios documentos que dejó acumulados durante estas semana – Me espera un largo día.

Con Hashirama._

— ¡Tobirama! – el albino lo mira inexpresivo – ¡¿Por qué me torturas con ésto hermano!? – chillo cuál niño en un gran mar de papeles y pergaminos que para su desgracia debía firmar –.

— Anija, es tu trabajo y no tengo la culpa – dijo irritado los gritos infantiles de su hermano le aturdía los oídos – Eres el Hokage es tu obligación.

— ¡Maldita vida! – exclamó en voz baja – hay están los documentos del distrito Hyuga – señaló una pila de papeles –.

— Los entregaré y también, le dejaré unos pergaminos a el Uchiha – agarró la montaña de documentos, Hashirama sostuvo la mirada en sus papeles – regreso en una horas y espero ya no ver tantos papeles y por primera vez esto ordenado – salió de la oficina –.

Ya solo Hashirama dirigió la mirada a la puesta con cierto deje de tristeza.

«¿Por qué la vida nos odia Maddy?» pensó con tristeza regresando su concentración a los documentos.

Con Madara._

— Que exigentes son los Inosuka – dice sellando los documentos en un pergamino de bolsillo – ¡Hiroshi! – llamó a su mano derecha suplente –.

— Dígame, Madara-Sama – aparece por el umbral de la puerta un muchacho de la edad de su hermano, pero más alto –.

— Necesito que vayas a entregar estos pergaminos al Hokage por favor – señala 3 pergaminos –.

— Puedes dejarlos en mi escritorio – de pronto una voz gruesa se hizo presente – Hola Uchiha – ve a su sobrino – hola Uchiha junior – Madara lo miró sin interés –.

¿Por qué lo escondiste?// HashiMada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora