- Cap 24 -

1.2K 91 121
                                    

"Lo escogí a usted por qué me di cuenta que valía la pena, valía los riesgos... valía la vida."

- Pablo Neruda.

En una habitación matrimonial, iluminada por la luz natural que emergen de las ventanas abiertas de par en par, silenciosa por qué la única persona que estaba dentro estaba muerta de nervios

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En una habitación matrimonial, iluminada por la luz natural que emergen de las ventanas abiertas de par en par, silenciosa por qué la única persona que estaba dentro estaba muerta de nervios.

Sentado al borde de la gran cama de la habitación, estaba un azabache, tez blanca y unos ojos negros profundos llenos de impasiencia.

- «¿Por qué tarda tanto?» - si seguía así se quedaría sin uñas -.

Esperó unos minutos, cada vez que pasaban los 60 segundos entraba más en desesperación.

Cuando al fin la puerta de la casa fue abierta sus nervios cesaron un poco, pero aún seguían a flor de piel.

- ¿Aquí está? - le extiende una funda, Madara la agarra con temor -.

- No creí volver a ser esto - suspiro - Promete que sea lo que salga aquí, me vas a apoyar y no me vas a dejar - el mayor asintió -.

- Te espero, ve...

Se dirigió al baño para repetir aquella rutina, que no realizaba en dos años, pero era diferente, no estaba solo. Otra vez los 3 minutos más largos de su vida.

Con temor, vio el resultado de esa mentada prueba y vio las dos rayas rojas, sabía él significado...

Salió rápidamente exaltado del baño asustando, al mayor, con los ojos llorosos y un tartamudeo insistente, pronunció:

- Estoy en cinta otra vez... Hashirama - Pronunció nervioso -.

¿Y cómo fue que Hashirama Senju sigue con vida, si se supone que no respondió luego se cierra su ojos miel?

Pues retrocedamos un año atrás, más o menos...

Luego que aquel grito desesperante y lleno de dolor que desgarró varios corazones.

- Aún vive - Madara y Tobirama voltearon enseguida -.

- Azumi - Pronunció el albino -.

- Hay que llevarlo a un hospital o algo, necesita atención médica ya - Madara no dijo nada solo volteo a mira al albino - Se que usted no confía en mí, Madara Sama... pero si no lo hace lo perderá para siempre...

- Nii-San... deja que vaya...

- Está... está bien - antes de desaparecer gracias al jutsu del Senju menor, Madara le dejo un corto beso en los labios al castaño y pronunciando en un susurró - Te iré a buscar luego, ahora me toca proteger nuestra aldea...

Acepto y el albino hizo el jutsu llevando a su hermano ante un médico que lo pusiera de pie de nuevo. Mientras Madara acababa con todo a su paso, con odio y coraje.

¿Por qué lo escondiste?// HashiMada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora