¿Por qué lo escondiste?// HashiMada

- cap 6 -

"Ya lo acepte, pero cuando deja de doler?"

Había olvidado lo agobiante que eran las reuniones con el concejo, ahora más ya que tenía a todas esas personas encima de él llevándolo de preguntas. Sumando la penetrante mirada del Hashirama que lo estaba incomodando.

- Haber, uno a la vez porfavor - pidió incómodo e irritado -.

- Lo primero y más importante, ¿Cuál fue la razón para su salida temporal de la aldea? - preguntó uno de los ancianos, Masaru, miembro del consejo que Madara menos le agradaba -.

- Solo quise apartarme un poco de mis oficios - respondió simple - Siguiente pregunta.

- ¿Quién es el segundo progenitor del niño? - preguntó Oshin -.

- Eso a ninguno de ustedes les debe de importar - dijo inexpresivo mientras acariciaba los cabellos de su hijo. Los presentes se mordieron el labio con reproche, mientras que Hashirama aún no le quitaba la mirada de encima al azabache y más al niño que tenía en brazos - ¿Hay otra pregunta? - todo negaron -.

- No hay preguntas - esta vez hablo Hashirama - pero hay temas de la aldea que debemos discutir y como tú eres miembro del consejo te concierne - Madara lo miro con una ceja alzada -.

- Creí que me reemplazarías con tu esposa - miró a la pelirroja que con una pequeña sonrisa ladina -.

- Jamás he pensado en reemplazarte, este es tu puesto y eso no cambiará - dijo sincero, mientras que Mito maldición por dentro -.

Madara solo se atinó a quedar en silencio mientras le sobaba la cabeza a Obito quien poco a poco se quedaba dormido.

Pasaron un par de horas en lo que concluyó la reunión. Izuna quedó junto a Tobirama fuera de la sala de juntas esperando a su hermano.

Hashirama tenía aún la necesidad de hablar con Madara y resolver tantas cosas en su cabeza.

- Madara - el nombrado lo miró - ¿Podemos hablar?

- ¿De qué?

- Hablemos mejor en mi oficina - Madara lo miró interrogante -.

- ¿Qué tan importante es para que quieras hablar conmigo en privado? - dijo sin importancia -.

- Madara enserio necesito hablar contigo - dijo en tono más desesperado - Porfavor.

Madara desvío la mirada hacia la derecha y vio que Mito lo veía con unos ojos de odio total e irá, el solo rio en su adentro y decidió acceder a la charla con Hashirama.

Si ella llegó a joder su relación para estar con el Senju, el solo se la gozara con los celos de la mujer. Una cucharada de su propia medicina.

- Bueno aceptó hablar contigo pero déjame darle a Izuna mi bebé - Hashirama accedió y Madara salió de la sala. En ese momento Mito se acercó enojada a Hashirama -.

- ¿De qué vas a hablar con ese Uchiha? - hablo enojada. Hashirama solo suspiro cosa que hizo enojar más a Mito -.

- Eso no es de tu incumbencia Mito - odiaba los celos de Mito cada vez eran más excesivos y ya no los soportaba -.

- Soy tu esposa claro que me importan - Hashirama ya estaba muy cansado de esa nueva faceta de Mito, sus celos incrementaron a raíz que Madara regresó, algo grave ya que Madara apenas tenía 48 horas de que llegó. No quería pensar en un futuro -.

- Hablamos de esto en casa, este no es el lugar - sin importar la respuesta salió y se encontró a Madara que al parecer lo estaba esperando -.

La realidad es que Madara estuvo escuchando toda la conversación de la pareja pero prefirió cállate ya que la cara de Hashirama lo decía todo, estaba cansado de esa mujer.

***

- Bueno aquí me tienes ¿De qué quieres hablar? - tomó asiento en el sofá que siempre se sentaba cuando venía a visitar al Hokage -.

- En realidad no era nada importante, solo quería hablar contigo quiero distraerme - dijo cansado -.

- ¿Tan mal has estado desde que me fui? - pregunto en un tono algo preocupado -.

- Desde que nos separamos - Madara desvío la mirada - estoy muriendo en vida Maddy - el azabache sintió un calorcito en su pecho, hace mucho que no escucha ese apodo - he pensado en divorciarme -dijo de golpe sorprendiendo a Madara -.

- ¿Qué? - preguntó estupefacto -.

- Me quiero divorciar, ya no puedo estar con alguien que me atormenta con tantas cosas y de paso que no me atrae - dijo desesperado -.

- ¿Vaya por qué ahora y no antes? - preguntó de la nada -.

- Porque no había encontrado el valor para hacerlo, pero ya no puedo más - se recargo en su silla - no sé cómo he aguantado tanto - dijo en casi un susurro -.

- Si es así pues divórciate - dijo sincero, ya no lo quería ver así; se veía tan demacrado, sin vida, su mirada era de cansancio total. Nunca creyó que lo encontraría así. Hashirama solo sonrió pesado -.

- ¿Y cómo se llama tu hijo? - Madara se sorprendió y se puso nervioso - es muy lindo, se parece demasiado a ti.

- Se llama Obito... - dijo algo inquieto quería cambiar el tema o irse de hay - Creo que ya me voy dejaré que pienses más las cosas y más importante te sientas tranquilo - se apresuró a salir de allí, Hashirama quedó solo y sospechando de Madara, le estaba ocultando algo -.

Conocía a Madara y muy bien, sabía cuándo le ocultaba algo, en ese año cambió bastante tanto en su físico como su manera de ser. Se volvió más cortante con las personas - más de lo normal -, también sus facciones se volvieron más delicadas y su cadera se ancharon un poco.

Puede ser un pervertido si pero nunca olvidará cada parte del cuerpo de Madara y las conocía; sus puntos débiles, sus lugares sensibles y más.

Él lo conocía como la palma de su mano y siempre será así.

Con Mito._

- Tienes los documentos - el ambu asintió - Muy bien dámelos y ten tu paga - el ambu le entregó el sobre y ella le entregó un fajo de billetes -.

- Hay están los resultados, si pregunta no lo he abierto - guardó el dinero en su bolsillo - Me retiro - Mito asintió y el ambu se fue -.

Mito inhaló profundamente para agarrar fuerzas de dónde ya no tenía, abrió el sobre lentamente temiendo ver el resultado.

- ¡No... no esto debe ser mentira! - vociferó furiosa -.

Debía ser mentira todo, parecía que estuviera en un genjutsu eterno en el cual sufriría siempre. Sentí que caería en la locura en cualquier momento.

- Ese niño... ese mocoso es hijo de Hashirama - dijo impresionada queriendo despertar de esta pesadilla - tengo que deshacerme de ese mocoso - dijo arrugando el papel que tenía en sus manos -.

Continuará...