" No hagas con el amor, lo que hace un niño con su globo, que al tenerlo lo ignora y al perderlo llora."
- Pablo Neruda.
holi vengo con nueva historia, no será tan larga es un proyecto que llevo rato planeando.
La historia es enteramente mía excep...
"Tengo la teoría de que cuando uno llora, nunca llora por lo que llora, sino por todas las cosas que no lloró en su debido momento". - Mario Benedetti.
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- ¡¿Por qué sigues enfrascada en arreglar algo que ya no se puede mantener?!
¿Qué está sucediendo?
Fácil.
El matrimonio - si se le puede llamar así - cruzaba una de sus tantas discusiones.
Era algo de lo que Hashirama estaba más que acostumbrado, Mito le peleaba por cualquier cosa pero está no se comparaba a las anteriores, está sería un punto aparte en la vida de alguien.
-¡Ya te lo he repetido miles de veces! ¡Por qué te amo! ¡¿Eso no puede entender?! - vociferó enojada y frustrada -.
- ¡¿Ésta tu manera de amar es atormentándome con tus celos, por cosas que ni yo tenía en cuenta Mito!? Ya esto lo he estado soportando demasiado pero ya no puedo - trata de contener el enojo -.
- ¿A qué te refieres con eso? - dice con cierto temor en su voz -.
- Mito esto se acabó, quiero el divorcio - su tono de voz salió tan serio y frío que la mujer fue recorrida por un escalofrío -.
- ¿Crees que te dejaré el camino libre para irte con tu Madara? - habla de manera siniestra y en voz baja - ¡jamás! Te daré el divorcio, primero muerta - dicho eso salió dando un portazo de la habitación de Hashirama -.
Desde su matrimonio solo compartieron habitación durante 2 meses, luego cada uno tuvo su propia habitación, su propia privacidad - no tan privada-.
- ¿Por qué no tuve el valor para escoger por mi? - se pregunta con frustración, maldecía aún el día en que acepto todo, ese día él murió y solo quedó un cuerpo sin alma, ni sentimientos -.
***
- ¿Por qué no duermes pequeño? - aruya de vuelta a su hijo el cual no tenía sueño aparente -.
Era normal que Obito no conciliará el sueño por sí solo o con Izuna y otro, si no estaba Madara él no dormía.
Pero esta vez él estaba presente y aún así él no dormía. Madara ya había intentado de todo, arrullarlo, cantarle, caminar por toda la habitación e incluso amamantarlo y nada lo lograba dormir.
Sin ya muchas opciones decidió salir de la casa y pasear con él en brazos por el patio trasero de la residencia Uchiha - era algo que él hacía en el lugar en donde antes habitaba -.
No hacía mucho frío pero por precaución lo envolvió en una colcha.
Ya afuera empezó a caminar por el patio mientras tarareaba una canción de cuna que su madre solía cantarle a él y a Izuna.
