Él me mira con expresión de pánico, sin decirme nada quita su mano de mi hombro y me mira a los ojos por varios minutos.
-Lo siento Katniss, no sabía que intentarías matarme después de medio año sin verme.
-¡NO!-le grito-La verdad es que me espante, ya sabes los reflejos son indispensables para mí, lamento haberte espantado.
-Está bien- dice- y cuéntame que te trae por aquí?
-Nada en especial, estaba dando un recorrido por la veta.
-Dando un recorrido... con el arco y el carcaj de flechas?.
-Si- digo ofendida- Bueno en realidad, pensaba ir al bosque a cazar un poco, después de un año de no salir para nada de mi casa, caminar me va a hacer algún bien.
-Qué extraño-dice.
-Qué?-pregunto
-Yo también pensaba ir al bosque, necesito encontrar unas bayas para una pintura, quieres que te acompañe?
Mi boca queda completamente abierta, Peeta Mellark yendo al bosque, sin duda eso es nuevo para mí.
-Claro si gustas, no hay problema.
-Entonces vamos.
Me pasa su mano por mi espalda de modo de que queda por encima de mis hombros, hace mucho que deseaba que esos brazos me tocaran de nuevo.
Mientras caminamos y nos acercamos a la pradera, recuerdo cuando venía con Gale a cazar y corríamos por todos lados, tratando de encontrar buenas presas.
Al estar frente la reja me detengo bruscamente, un lapso nervioso invade mi cuerpo y me reúso a cruzar.
-Katniss que sucede?- pregunta Peeta.
Yo sigo parada sin moverme, sin pestañear, siquiera sin respirar.
-Katniss, ¿qué tienes? – Pregunta alarmado.
-Nada, es solo que... -digo entrecortado.
-¿Es solo que?- repite Peeta.
-No puedo entrar, algo me dice que si entro me hará mal.
Peeta me ve a los ojos y agarra mi cara con sus fuertes y suaves manos.
-No te preocupes, yo estoy contigo, no pasara nada-
Peeta realmente me hace tranquilizarme, hace que todo el escalofrió que sentí hace 1 minuto desaparezca y hace que su tacto me sonroje.
-Seguro.
El pasa por la reja, que no esta electrificada, cuando está del otro lado, me extiende la mano para que pase, la agarro y siento ese calor familiar, que me recuerda cuando dormíamos juntos en el tren de viaje al vasallaje.
Me tira fuertemente y caigo encima de él debido a que tropiezo con el alambre de la reja, comenzamos a reírnos como un par de niños, hasta que abro los ojos y lo veo fijamente, el me regresa la mirada, esa mirada como el azul del cielo.
Viene a mi mente cuando caímos encima de la nieve aquel día, aparentando estar perdidamente enamorados para las cámaras del Capitolio.
Ese día no sentí lo que estoy sintiendo en este momento, mi corazón late rápidamente, mis manos arden y mi cara se acerca poco a poco a la suya, llega un momento en el que siento su respiración chocar contra mis labios.
El se aparta moviendo la cabeza.
-Vamos Katniss hay que buscar por lo que venimos.
Me levanto rápidamente lo cual me provoca un Mareo excesivo, dejándome caer solo escucho la voz de Peeta diciendo.
-Katniss espera ¡KATNISS!.
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El sinsajo del león.
Hayran KurguDespués de que la rebelión terminó, Katniss regresa al Distrito 12 sin la más minima intención de volver a vivir, sus fantasmas y traumas se hacen presentes, pero el amor de Peeta la hace creer en una segunda oportunidad... hasta que se enfrentan a...