El Gatito del señor Jeon.

" Jeon jungkook"

Jeon jungkook movió sus manos adoloridas, la carne estaba viva en sus nudillos pero no le preocupaba en lo más mínimo porque su sanación natural comenzaría en algunos minutos, la sangre había manchado toda su camisa blanca y había quitado el saco de su traje porque no soportaba el olor nauseabundo de la sangre de otros alfas sobre él, el flequillo de su cabello caía sobre su rostro luego de la brutal pelea, el sudor estaba cubriendo su cuerpo, escupió al suelo saboreando su propia sangre.

Los alfas habían sabido defenderse bien, pero bien no había sido suficiente.

El alfa volvió a aspirar el aire buscando el olor de su Omega, parecía estar disminuyendo ¿su celo se había calmado? Sus sentidos eran demasiado buenos, eran mejores que los de un alfa normal, así que siguiendo su olfato supo que algo estaba mal, tomó la mesa con sus manos tirandola hacia un lado con brutalidad.

Un corset, solo había un corset.

Su lobo se sintió algo ofendido, luchando de manera tan desesperada para que su Omega huyera, Jeon quiso reír en su lugar, tomó entre sus manos la prenda llevándola hacia su nariz, el olor del Omega aún estaba hay, motas de excitacion y dulzura, envolvieron su mente.

- Señor Jeon- la voz de su mano derecha se escucho a su lado pero el no se giro- ¿que desea hacer?- manos delicadas quitaron su camisa sucia y luego esas mismas manos lo vistieron con rapidez con una limpia.

- oh seokjine, mi lindo Omega escapó- Jeon no quito la vista de la prenda de su destinado- trae a sus padres aquí ahora- ordenó con voz ronca, el mencionado asintió llevando una mano al intercomunicador en su oreja y diciendo cosas que jungkook no escucho mientras volvía a aspirar el olor del bonito pálido.

Los padres Min entraron con la frente en alto a el lugar, por supuesto el alfa delante y el Omega unos pasos atrás demostrando su sumisión, Jeon quiso burlarse por tal costumbre tan patética, pero lo que menos quería hacer ahora era reír, apenas podía haber visto el rostro de su destinado bien antes de que huyera, necesitaba comprobar si su piel era tan suave, necesitaba mirar esas obsidianas plateadas de cerca y reflejarse en ellas y sobre todo necesitaba poner esa marca en su cuello.

- Jeon jungkook, me alegra verlo de nuevo- el alfa mostró una sonrisa cuadrada, jeon se preguntó si estaba burlándose de él o si en verdad no sabía los últimos acontecimientos.

- que pena que no puedo decir lo mismo- ambas figuras delante de él se congelaron ante su voz profunda y enojada- ¿donde está mi omega señor Min?- sus ojos negros brillaron de nuevo, su parte animal estaba impaciente.

- ¿de que esta hablando Señor jeon?- el alfa apretó sus puños mostrándose molesto- ¿es acaso esto una broma?-  Jeon sonrió de lado, seokjine a su lado supo que estaba verdaderamente molesto.

El alfa puro se levantó de su silla superando al otro alfa por varios centímetros, imponente, duro, peligroso:

- le doy 72 horas para que mi Omega esté frente a mi Señor Min- Jeon jungkook aliso el saco del contrario con burla- si no esta frente a mis ojos en ese periodo de tiempo arremetere sin piedad contra ustedes- acercó su rostro al oído del alfa- y créame no es nada bonito- señaló con sus ojos a los que aún estaban en suelo entre montones de sangre- me ha agradado mucho esta charla con mi futura familia- extendió su mano al padre Omega, quien la tomó con nerviosismo haciendo una reverencia profunda.

Y con eso se alejo con seokjine siguiendo sus pasos dejando a varios padres congelados.

El carro en el que iban Taehyung y yoongi estaba ahora rodando cuesta abajo por un barranco, el lujoso coche dio varias vueltas hasta que finalmente choco contra el suelo ardiendo en llamas al instante.

- auch, creo que me duele un poco, era muy bonito- dijo Taehyung recostado sobre la camioneta blanca, un pelinegro de ojos profundamente negros hermosos dio una caricia a su brazo.

- te comprare otro bonito- dijo, su voz siempre lograba poner nervioso al cachorro, su alfa era mayor que él cuatro años y su voz era ronca y profunda.

- claro que lo harás, hoseoki- se empino en la puntas de sus pies hasta poder dar un beso en su mejilla, un sonrojo fuerte cubrió sus mejillas- ¿mi hermano ya se ha calmado?- ambos miraron a la parte de atrás dentro del carro, su hermano dormía plácidamente, su abundante cabello cubría un poco su rostro.

- es solo un calmante bonito, debemos darnos prisa pronto antes de que otra ola de calor llegue de nuevo- el alfa dio unos pasos pero el Omega lo detuvo.

- agradezco demasiado que estés ayudándonos en esto, sin tu apoyo no podría haberlo hecho- con cada palabra Taehyung se ponía aún más rojo, el alfa tomó las mejillas de su Omega entre sus manos apretandolas.

- ¿porque mi Omega esta tan tímido?- Taehyung desvio su mirada hacia otro lado, un pequeño beso fue dado en su cuello cerca de su glándula de olor que lo hizo temblar, luego otro en su barbilla y finalmente uno en la comisura de sus labios- yo también te quiero pequeño- Taehyung envolvió  sus brazos en la cintura de su alfa, no iba a mentirle tenía demasiado miedo.

Una hora después, los tres estaban llegando a la hacienda del alfa hoseok, eran muchas tierras y era demasiado grande, la casa eran inmensa, fueron recibidos por el personal y se apresuraron a dejar en un cuarto seguro a su hermano, asi que subieron a la segunda planta, donde recostaron el delgado cuerpo de un angelical gigi dormido, Taehyung acaricio el cabello de su hermano mayor:

- dejare algo de agua aquí- dijo una de las chicas.

- gracias, emmm

- Soy hyuna- se presento la chica, Taehyung acepto su mano.

- Soy Mi...- Taehyung callo enseguida, no podía decir su apellido de esa manera, la mayoría de personas los conocían o tenían conocimiento de su familia o apellido- soy tae.

- ok, tae, llámame si necesitas algo- Taehyung asintió sonriendo de nuevo viendo como la chica los dejaba solos.

La cabeza de Taehyung se lleno de pensamientos que lo golpearon de manera fuerte, todos llegaron al mismo tiempo haciendo que sus manos temblaran.

¿Era suficiente? Con la influencia que tenía su familia seguramente no.

¿Aún podían rastrearlos? No lo sabía,no lo sabia, se habían desecho de todo, del coche, de los teléfonos.

Taehyung se levantó de la cama con ansiedad, las uñas clavándose sobre sus brazos limpios, rasguños inconscientes a él mismo, más preguntas llenando su cabeza.

Y si su hermano tenía razón?

¿Si escapar había sido un error?

Y si ahora le hacían daño a hoseok?

La sangre tiño sus limpios brazos, el pelinegro quien observaba desde el marco de la puerta con seriedad se acercó hacia el por detrás, Taehyung se sorprendió cuando fue girado, sus ojos llorosos preocuparon al alfa y luego sus brazos maltratados por el mismo:

- ¿lo hice mal hoseoki?- hoseok lo alzó en sus brazos, el Omega enredo sus piernas en la cintura contraria de manera automática- lo hice mal- afirmó esta vez, su voz rompiéndose en la siguiente frase- Lo siento, lo siento.

- esta bien pequeño, esta bien, lo has hecho bien, hiciste lo mejor por tu hermano, por ambos- la voz del alfa fue un arrullo para sus oídos- el día ha sido pesado hoy, demasiadas emociones para ti bonito, vamos a dormir- el alfa salió de la habitación cerrando con seguro la otra para que el Omega mayor no sufriera ningún peligro y luego se dirigió a su habitación.