"Suegro"

1.3K 141 16
                                    

Las costosas camionetas de alta gama estaban estacionándose una a una en la espaciosa entrada de la mansión Jeon, un hombre de traje sumamente elegante y hecho a medida bajo del auto con elegancia, su cuerpo estaba enfundado en un traje de tres piezas su camisa blanca y bien planchada, sus pantalones negros junto a su saco azul turquí, zapatos negros bien lustrados.

Sus ojos negros como la noche.

Su cuerpo estaba tenso y sus feromonas advertían que no estaba de humor, sin embargo la pequeña sonrisa irónica en sus labios en vez de transmitir calma eran señal de mal agüero.

Jeon Namjoon nunca sonreía sin razón.

Llevó sus manos a su bolsillo buscando la caja de cigarros que había allí, sus dedos elegantes sostuvieron el cigarrillo:

- Señor Jeon- la voz suave pero nada temblorosa del omega a su lado, hizo que dirigiera sus ojos hacia él, las pupilas dilatándose en el rostro blanquecino del omega.

- adelante.

- No debería fumar más, usted ha excedido el límite por hoy.

Jeon realmente pensó en como estaba permitiendo que un omega tan débil como ese le diera ordenes, pero a su mente llegó la respuesta como un tren de luz, seokjin no era para nada débil.

Su pequeña mente de oro, era tan inteligente y aún más cruel que él.

- No te he preguntado si es bueno o no, dame el fuego que necesito y cierra esa boca- la cara del omega hizo una mueca como si hubiera acabado de probar un limón agrio, Jeon amaba lo fácil que era enloquecer los nervios de su asistente.

Seokjin llevó su mano a su bolsillo tomando en sus manos el encendedor que el alfa le obligaba a guardar, lo extendió al contrario pero justo antes de que Jeon hiciera un movimiento lo dejo caer y paso encima de él , su pie causando un sonido chirriante, lo había roto y ahora no servía, sus pasos se detuvieron en la puerta donde dio varios toques avisando su llegada.

- ¿Vendrá ya, Señor Jeon?

Namjoon sonrió mostrando todos sus dientes en una sonrisa con hoyuelos que haría temblar de excitación y temor a cualquiera.

Alguien iba a pagar caro su enojo, pobre de quien fuera.

Min yoongi se removía inquieto en el sofá, su cabello negro estaba mucho más largo y cortado en capas preciosas que le daban algo de volumen, su postura recta pero sus mejillas estaban algo rojas, sus ojos eran más serios y determinados mientras discutía algo con su ahora oficialmente Alfa, Hoseok y Taehyung se mantenían en silencio pero cada cuánto agregaban algo, aún más el berrinchoso último.

La marca en su cuello estaba rosada y saludable y Jungkook se encargaba cada noche de que está siguiera su proceso de cicatrización sin ningún problema.

- Puedo entenderlo- el omega evitó la mirada de Jungkook, sus ojos grises yéndose hacia otro lado evitando la mirada llena de preguntas del Alfa.

- ¿Podemos hablar un momento yoonie?- la pregunta de kook para él hizo que sus ojos se aguaran un poco, él realmente no quería hablar sobre ello.

No quería mirar a esas heridas que aún seguían goteando, que aún seguían sangrando silenciosamente, él estaba dando lo mejor de si, para dejar de aturdirse con facilidad, para dejar de ser un maníaco con su aspecto, con sus modales, con el volumen de su voz, hasta con los platos que debía probar.

El sabía que si solo abriera sus labios y su lengua se moviera articulando cada palabra donde relataría los maltratos que su padre ejerció sobre él, a Jeon no le temblaría la mano para acabar con cada causante de su dolor.

El Gatito del señor Jeon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora