El Gatito del señor Jeon.

intruso inoportuno

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Buenas noches bolitas de algodón, un nuevo capitulo para ustedes, por favor no lloren mucho, perdonen la tardanza nuevamente y amo sus comentarios los leo todos asi que dejen muchos, besos.

Había una pequeña bolita de mejillas rosadas y regordetes caminando con pasos pequeños por los largos pasillos impecables de aquella casa.

Dos de sus dedos estaban en su boca y en un su otra mano arrastraba un pequeño peluche, un cachorro de apenas dos años y medio seguía un bonito olor que estaba llamándolo.

Él no sabía realmente qué buscaba, en realidad debía estar con su Nana esperando en un carro pero siendo un bebé se le había escapado mientras la señora hablaba cosas que no entendía, habían muchos adultos y su nariz estaba irritada por tantas feromonas altivas o preocupadas.

Una risa bonita escapó de sus labios al enredarse con su peluche de conejo y caer al suelo de manera suave.

Yoonie abrió sus ojos, había escuchado algo.

No estaba realmente dormido, habían solo pasado unas horas desde aquella reunión donde se discutía sobre la necesidad de un segundo Omega, la familia de Jeon aún estaría vagando por aquella casa, Jungkook se estaba haciendo cargo ahora y el había fingido dormir para no preocuparlo más.

Se odiaba así mismo al ver el rostro de su amado mirarlo con tanto amor cuando había perdido a su cachorro, el Omega creía que no merecía ni ser mirado, su vientre estaba vacío por su culpa, por su ineptitud, no quería escuchar a su propio puma así que había bloqueado su comunicación con él.

Entonces escucho un golpe, algo había caído al suelo y estaba arrastrándose, salió de debajo de las sábanas, su piel estaba pálida y rosada por el frío, su rostro estaba lleno de ojeras, sus ojos cansados y rojos por las lágrimas, su cabello estaba desordenado y su prometido lo había atado en una coleta pero aún así los cabellos ondulados eran desordenados y escapaban del moño.

Se levantó con pasos lentos, las sábanas dejando de ser una zona segura, su cabeza pesaba y su mirada se volvió borrosa por un repentino mareó, sus piernas dolían y al igual que sus muslos que estaban acalambrados, su respiración se volvió acelerada cuando intento mirar hacia abajo pero solo abrió la puerta aterrorizado con volver a ver aquella imagen que estaba volviéndolo loco....sus muslos llenos de sangre....el piso blanco manchándose debajo de él...la angustia carcomiéndolo mientras entraba en pánico.

- no- su voz sonaba pequeña, llevo su mano a su cabeza, estaba demasiado ausente, no quería volver a pensar en aquello y menos si Ggukie no estaba a su lado, solo él podía protegerlo- por favor, por favor- susurros salían de su boca, obligaba a su mente a salir del recuerdo, de la brisa salada, del alfa aferrándose a sus muslos pidiendo su perdón.

Entonces encontró...nada.

No había nada allí, el pasillo estaba vacío y su mano apretaba fuertemente el pomo de la puerta.

¿Habría sido su imaginación entonces?

Tiro de las mangas de la camisa de Kookie con mucha ansiedad.

Entonces lo vió.

Y se pegó a la puerta de la habitación con tanto miedo como si hubiera visto a un fantasma terrorífico.

Había.....

Había.... Un..... Bebé.........un....Dios mío.

Santo cielo, santo cielo, azul celeste.