9. Letras Daltónicas

47 10 1
                                    

Remitente:
Destinatario:
Fecha: 18/10/2022

Una carta sin destinatario,
ni el nombre de quien la escribe
pero ya sabes quien la manda;
si ves indicios de discromatopsia
y letra cursiva chorreada,
dando alusión a los cientos de
escritos acromáticos
de una regular tanda,
no dudes en contestarla,
o quemar la mariposa nada burda
desde donde empiezan sus alas
para que de nuevo vuelva a ser
una oruga bastarda.
De nuevo, y arrastrándose en aras de tu felicidad tan deseada, de tu paz tan añorada, de tu calma retratada
en dos colores,
de tus mesitas de noche
con jarrones sin flores.
Con cajitas musicales que conjugan la melancolía y secuestran la agonía de letargos días y noches.
Mira hacia la luna como en este momento lo hago, platinando mis retinas con sus gélidas tierras,
si no es que grisáceas, blanquecinas;
colores perfectos que con mis
letras Daltónicas combinan.
No creo encontrar la paz ni la rectitud que se consiguen por el buen camino,
sin embargo tú sí puedes.
Busca la verdad que ocultan siempre bajo una estela falsa, bajo un telón, bajo una falda.
Busca,
porque quien no busca
a sí mismo se pierde,
quien se pierde no entiende
y quien no entiende estará
siempre con los ojos dormidos,
con los ojos acromáticos, matizando
su vida en blanco y negro;
como este bastardo hijo de perra
que está de todo menos cuerdo,
que sabe a recuerdo,
que sabe a triste y desolado acerbo.
El jardín huele a verde, color invisible
a mis inservibles ojos, la cama huele a nunca más, esta carta huele a tinta y despedida,
huele a no ser correspondida.

Posdata: Puede que encuentres lo anhelado, puede que te sea devuelto lo que antes
te fue arrebatado.

Antipoesía dietética Donde viven las historias. Descúbrelo ahora