25. Te juro que arreglaré las cosas

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Por el amor que construimos desde cero, cuando los cimientos eran débiles pero había mano de obra que enardecidamente pegaba con ganas cada bloque.

Por ese inocente pero fogoso apego que nos unía más que cualquier continente; esa fuerza, ese capricho, esos celos de un cabeza de alcornoque.

Por esas reuniones y fiestas que hicimos a un lado con tal de estar juntos sin importar nada más,
por ese tiempo que si lo piensas fue algo fugaz.

Por esa noche en que nuestros cuerpos se fusionaron y lo dieron todo, unidos aún mucho más;
cual fogata en chimenea apaga el frío de forma audaz.

Por esa semilla que creció dentro de ti y que germinó con éxito para hacernos sumamente feliz;
por ese hermoso retoño que nos une con frenesí.

Me pregunto: ¿es que ya nada volverá a ser como antes?
¿cómo es que todo lo bonito pierde de pronto su semblante?
¿por qué de repente todo acaba sin dejar indicios tajantes?
¿por qué lo que daba fuerza ahora nos debilita bastante?

Y yo, una persona aburrida y deprimente,
que a veces no valora las motivaciones que tiene en frente.
Y tú, un alma positiva que de todo lo malo es carente,
tu brillo no debe apagarse, debe perdurar por siempre.

Encontrarás el éxito, yo la verdad no sé si lo encuentre;
veo el vaso medio vacío y no hay forma de que se llene.
Pero te juro que buscaré la forma de arrastrarme hasta salir del hueco,
te juro que arreglaré las cosas y regaré el jardín que ahora está seco.

Siempre duelen los adioses,
siempre recaigo por más que siga en la lucha,
un corazón recién cosido tarde o temprano se descose,
aunque lejos estés de mí, siempre tu voz mi corazón escucha.

Y ahora, nos deseamos lo mejor sabiendo que no volveremos,
estamos en medio del río en una canoa sin remos.

Y ahora, secamos las lágrimas del otro sabiendo que aún más lloraremos,
cuando solos estemos,
cuando nuestra armadura superficial se desmorone y caiga al suelo.

Pero tú me dijiste un día que el tiempo todo lo arregla,
lástima que en el tiempo yo no crea, pero tú si, y eso es lo que cuenta.

Ve tranquila, yo mejoraré, es una promesa,
bajo el sauce que camufla mis lágrimas encontraré la manera;
voy tranquilo, sé que serás felíz, hiciste un juramento,
regaremos nuestra flor más preciada con bonitos y dulces momentos.

POR TI, POR MÍ, POR ELLA.

Y si nada vuelve a ser como antes,
si todo lo bonito pierde de pronto su semblante,
habrá un pequeño motivo para salir adelante, siempre hacia adelante.

Nos dará la mejor de las fuerzas y será una vida plena y ventajosa,
Ve tranquila, por favor....

Te juro que arreglaré las cosas.

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