Nuestro jardín es una pila de basura y las luciérnagas que lo adornan son simples moscas.
Tu corazón está hecho de mierda, no hecho mierda. Yo sí estoy hecho mierda, te confieso.
Nuestro fuerte, que era impenetrable, ahora no es más que una simple malla que cualquier insecto puede atravesar.
Así mismo, atravesaré tu corazón con un cuchillo para que deje de latir. Mi premio será tu sangre.
También atravesaré tus ojos para que lágrimas azafranadas adornen tu engañoso rostro con la majestuosa pincelada de un artista.
Yo, yo soy lo peor.
Tú, tú no te quedas abajo,
porque abajo es perder y no quieres hacerlo,
y, debido a mi arrogante orgullo yo tampoco quisiera perder.Pero así es esto, alguien debe hacerlo, alguno de los dos debe tomar ese cuchillo y rebanar
la carne del otro.Carne.
Tu carne.
Tu sangre.
Hay un olor peculiar en nuestro jardín, ¿puedes oírlo?, ¿puedes saborear ese sonido?,
es el olor del final, es el asqueroso
olor de la sangre.Sangre.
Tu sangre.
Mi carne.
Hay un olor peculiar en nuestro jardín, ¿lo oyes?, es el maldito olor del fin, el maldito olor
de cuando todo termina.Ahora nuestra estúpida existencia juntos debe ultimar y tenemos que morir el uno para el otro. Debemos hacerlo mutuamente.
Porque no tengo ganas de luchar, ni de levantarme, ni de caminar, ni de respirar.
Soy un cojudo egoísta pues no debería rendirme, pero hay una sombra gigantesca que recubre mi existir y que solo morirá cuando yo lo haga. Así es, mi colosal y altanero orgullo.Quisiera que te fueras a la mierda junto con él, pero él nunca se irá. ¡Tú sí lárgate!
¿Oyes ese olor?, es el olor del excremento que siempre ha abundado en nuestra morada,
que siempre nos ha hecho compañía y que al parecer le da forma a nuestro jardín.¡Lárgate!, pero antes de hacerlo toma ese cuchillo y acaba conmigo, ¡no seas cobarde!, al menos por esta ocasión no lo seas.
Demuestra un poco de valentía por una
puta vez en la vida.Dile a tu maldita mano que deje de temblar y hazlo como siempre lo has hecho, sin titubear.
¿O es que acaso solo cuando se es consciente del daño que se causa, llega a morar en tu corazón un poco de moral?Así, despacio, pon el cuchillo en mi garganta y hazlo lentamente para que a borbotones mi sangre empape todo.
Gracias.¿Oyes ese olor?, es el olor de la despedida, es el olor de mi estúpida sangre.
Mi sangre.
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Antipoesía dietética
Thơ ca¿Has visto alguna vez los productos dietéticos?, pues son mera superstición para disfrazar tu cerebro de falsa salud y engañar tu sistema de la manera más ingenua; incluso te hacen más daño. Al igual que esos productos, no esperes que estos escritos...