CAPÍTULO SIETE

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La vuelta a casa fue lo contrario a ir a la escuela. Blake ni me saludó cuando entré, pero sí que me dijo alguna cosa más tarde.

Como dije, cuando entre al coche, después de poner las muletas en el maletero con mi bolsa, intentar sentarme sin hacerme daño en la pierna e intentando sentarme le hable.

"Buenas, otra vez. Lo siento que me tengas que llevar otra vez, mi madre está teniendo problemas con su coche." Le dije.

Se miró en el espejo, otra vez con sus gafas, y empezó a conducir.

Condució unos dos minutos y paró para recoger a un amigo suyo. No sabía que alguien también venía, si no hubiera buscado otra forma de llegar a casa. La única razón por la cual me estaba llevando él era porque era mi vecino.

El amigo era Dylan. Él también jugaba en su equipo de fútbol, entonces sabía más o menos quién era. También sabía que no era la persona más amable del planeta.

Cuando lo vi pensé, joder, no tío, esto ahora no. Cuando crees que la cosas no pueden ir a peor, siempre lo hacen.

Tal cual entró en el coche empezó a reírse.

Se giró y me miró. "¿La has sacado de la basura a esta?"

Me sonrojé, pero no de una forma buena. Quería llorar, pero no podía hacerlo en ese momento.

"No lo escuches, déjalo." Luke susurró. 

Él ya sabía quién era y como era, solo lo decía para hacerme sentir mejor. No tenía por qué decepcionarme por unos tontos que se lo estaban pasando bien.

Los dos empezaron a hablar de sus cosas, pero no durante mucho tiempo.

Dylan se giró otra vez. "¿Y quién es esta Luke, tu novia?"

"No." Contestó avergonzado.

"Creo que necesita que la arreglen un poco." 

En este punto Dylan y Blake estaban riendo los dos.

"¿No te has enterado?" Le preguntó Blake. Y

Ya estaba. Blake tenía que hablar, pero era sobre mí, y no iba a ser nada bueno sobre mí.

Súper, lo último que necesitaba era que los dos nos criticaran, especialmente a mí.

"¿De qué?" Dylan preguntó superinteresado.

"La chica de la semana pasada."

Ostia, la semana pasada. La semana de antes no había ido bien. Muchas cosas habían pasado esa semana. Más importante dos cosas, él pillándome espiándole y mi caída. Esperé que no fuera la primera porque me habría agarrado algo allí. La forma en que dijo "la chica de la semana pasada" significaba que ya habían hablado de ese tema.

"Si tío, la chica de las escaleras. La que se cayó. Claro que sabes que lo ha visto toda la escuela."

"¡Ostia sí!" Gritó Dylan. "Sí que me acuerdo si, no es muy fácil de olvidar la verdad." Se giró y me habló, otra vez.

"Literalmente toda la escuela lo ha visto, y los que no estaban lo han visto en el video. Eres bastante famosilla, deberías de estar orgullosa de ti, supongo. Bueno, con la forma que estas ahora dudo que puedas estar orgullosa de ti." Los dos se rieron y no podían parar.

Cada vez que abría la boca lo hacía todo peor para mí. Lo peor de todo fue que el viaje en coche no fue tan largo, pero cuando no lo estás pasando bien todo pasa mucho más lento. Se sintió por lo menos una hora.

Por fin llegamos a casa. Luke salió rápidamente para ayudarme. Blake y Dylan se quedaron en el coche esperando a que salga, mirándome. No era como si me podían ayudar ni nada, no, solo me miraron teniendo problemas.

"Ten cuidado que no te caigas otra vez por las escaleras y mira la calle antes de cruzar, que no te atropellen." Dylan obviamente tenía que añadir. 

Los dos estaban riendo mucho, se lo estaban pasando bien.

Blake se fue y a saber dónde fueron. Luke me ayudó a llegar hasta la puerta de mi casa, mi madre cogió la bolsa y todo cuando nos vio llegar.

Tenía los sentimientos mezclados. Intenté correr las escaleras a mi habitación, de una forma rara. No sabía si gritar o llorar. Los dos habían sido unos completos gilipollas, ¿y para qué? Ni me conocían. Nunca había hecho nada a ninguno de los dos. Entiendo que ellos eran mayores, pero ¿y? No tenían ningún derecho para ser malos conmigo.

Lo que más me molestó fue Blake. Cuando estaba solo ni me hablo, y tal cual llega, Dylan lo defensa y actúa como un tipo duro. Nunca le había hecho nada a Blake para merecerme eso. Bueno, me había pillado mirándolo vestirse, pero todavía. Me podría haber defendido por ser la mejor amiga de su hermano. Por cualquier razón, habría podido hacer las cosas mejor de lo que estaban.

Además, tenía un mote que prefiero no decir. Lo busqué y encontré el video. Ese fue el momento en el que sabía que iba a llorar. No solo me salió el video original, la gente estaba haciendo memes sobre mí. Y yo no sabía nada.

El video era justo después de la caída. Estoy sobre mi cara y todos se rodean alrededor de mí para ver qué está pasando. Nadie ayuda, la gente solo mira y se ríe, y obviamente graba. ¿Y Luke? Creía que me habría venido a ayudar. El video termina cuando un profesor empieza a gritar y todos se van de repente. Entonces no sé lo que pasó después.

Mi madre subió a mi habitación para ver si estaba bien, había visto como estaba cuando había llegado a casa. Le expliqué todo. Le expliqué lo que había pasado en el coche, lo que había dicho Dylan y le enseñé el vídeo. Le enseñé el video y algunas de las malas cosas que estaban diciendo sobre mí. Bueno, no eran cosas muy malas, pero eran cosas como "pues alguien no puede bajar las escaleras solita" o "lo que me hace gracia es como nadie hace nada".

Tuve un mensaje de Luke, pero no quería ni ver lo que me había dicho. Me acosté en la cama, sin poder mover la mitad de mi cuerpo. Como si estuviera paralizada, que habría preferido estar.

No sabía que era peor, si el hecho de que media escuela estaba hablando de mí o que Blake también lo estaba haciendo. No podía parar de llorar.

Ese paseo en coche fue probablemente la primera y peor vez que había tenido una verdadera conversación con él.

Me dormí en la posición más incómoda. Me dormí de tanto llorar y estaba cansada de todo. Ni había mirado el mensaje de Luke.

ENAMORADA DEL VECINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora