CAPÍTULO DIEZ

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Nunca había dormido tan bien. Estaba de superbién humor y no tenía ninguna preocupación de la que preocuparme. Mi única preocupación era ser amable conmigo. Mi cuello y pierna estaban perfectos. Todo estaba perfecto. Me sentí como una nueva persona esa mañana. No había nada que me pudiera hacer sentir mal.

"Entonces que pasó ayer por la noche?" Hasta mi madre se dio cuenta de mi buen humor.

"Nada, ¿por qué?"

"Porque no estás actuando como tú, pero no lo digo a malas. Me gusta."

No le quería contar toda la razón por la cual estaba contenta, pero le dije un poco. Le dije que me lo había pasado superbién y que Blake se había disculpado por lo que me había dicho aquel día.

"¿Pero de verdad crees que lo siente? Sabes que los chicos no son muy de fiar."

Esa era la razón por la cual no le iba a decir nada más a mi madre.

"Que si mamá, él se ha disculpado y ahora está siendo amable conmigo. Ya está."

No quería que ella pensase ni me hiciera pensar lo contrario. Estaba contenta por lo que había pasado, ella no había estado allí y no necesitaba saberlo.

Luke vino a mi casa a mediodía. Hasta le hice la comida. Eso era una cosa que yo no hacía mucho, nunca me había gustado ni sabía cocinar. Pero ese día me dieron ganas.

Él podía ver que la conversación en la piscina de la noche anterior había valido la pena. Estaba orgulloso de él mismo por arreglarlo y estaba contento de verme así, había pasado mucho tiempo desde que estaba si de feliz.

Fui a mi habitación a buscar la sudadera de Blake para que la devolviera cuando llegase a casa. La plegué para que estuviera un poco más decente cuando la devolvía. Algo cayó del bolsillo delantero. Era una notita. Puedes tener mi perfume siempre que lo quieras.

Esa era la sudadera de Blake, y esa era una nota de Blake. Lo sabía. Sabía que yo le había robado el perfume aquel día de su partido importante. ¿Pero cómo lo sabía? Tenía que ir a hablarle y devolverle la sudadera yo misma.

No le di la sudadera a su hermano porque quería ser yo la que le devolviera. No le dije nada a Luke, quería que fuera nuestro secreto.

Luke se iba a ir a su casa. 

"Espera, que vengo contigo."

"No, no te preocupes que puedo andar hasta la casa de al lado solo." Él no quería que fuera con él.

No podía buscar ninguna excusa. No había ninguna excusa que pudiera buscar para que me creyera para andar con él a la casa literalmente al lado.

"Déjame acompañarte." No podía pensar en algo mejor que decir.

De verdad no quería que fuera con él. Pero no había nada más que podía hacer, no había ninguna forma de convencerlo para ir con él.

Pero no pasaba nada, tendría que buscar otro momento para ir a su casa para hablar con Blake y devolverle la sudadera. Me habría podido quedar la sudadera, pero era una excusa para ir a hablar con él.

Él era la persona que me había dado la sudadera para empezar, él sabía que se la devolvería un momento u otro.

El verano ni había empezado todavía y ya lo parecía. La vida estaba bien. Estaba muy feliz. Había terminado todos los deberes rápido y no tenía nada que estudiar. No sabía qué hacer.

Había pensado en enviarle un mensaje a Blake, solo para hablar con él. Pero no tenía su número de teléfono y hubiera sido raro enviarle un mensaje por Instagram. No era una cosa que la gente hacía. Habría quedado como una psicópata total. Además, solo estaba siendo amable conmigo y no había ninguna razón por la que querría hablar conmigo.

Eso era una cosa que me hizo preocuparme un poco. Blake solo estaba siendo amable conmigo y eso no significaba nada. No había ninguna razón por la que le tendría que enviarle un mensaje o hablar con él. Seguía siendo la mejor amiga de su hermano. Se disculpó porque se sintió mal por todas las cosas que me había dicho. No tenía otra opción porque me veía a menudo, no podría haber actuado como si nada. Después de un rato, se habría empezado a sentir mal. ¿Verdad?

Bueno, lo que contaba era que la persona que más quería, después de mi madre, estaba siendo majo conmigo y sabía de mi existencia.

Intente sacarlo de mi cabeza y pensar en otras cosas. Mientras más pensaba en él, más cosas malas se me pasaban por la cabeza. Me estaba volviendo loca. Aunque las cosas en ese momento estaban bien, habrían podido continuar de muchas maneras. No tenía ninguna razón por la que volver a hablarme.

No podía parar.

Solo quería irme a dormir. No estaba triste todavía, pero tenía que parar porque si no nunca habría ido a devolverle la sudadera ni hubiese vuelto a hablar con él.

No podía irme a dormir porque era pronto por la tarde, pero encontré otras formas de entretenerse. Mire una película con mi madre en el salón. Había pasado mucho tiempo desde que habíamos hecho eso. Antes siempre mirábamos pelis juntas cuando era pequeña. Era lindo volver a hacerlo.

ENAMORADA DEL VECINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora